La ley trans, cuyas enmiendas a la totalidad fueron rechazadas en la votación del Congreso hace pocos días, ha sufrido un paso atrás en su periplo de urgencia. Este martes la Mesa del Congreso ha permitido que se amplíe el plazo para presentar enmiendas parciales al texto presentado por el Gobierno, una maniobra que dificultará su aprobación por la vía rápida que pretendían desde el Ministerio de Igualdad.

Esta vez, a los votos de PP y Vox para ampliar el plazo de presentación de enmiendas parciales -que finalizaba este jueves- se han unido los del PSOE, en un movimiento que ha sido duramente criticado por su socio en el Gobierno, Unidas Podemos.

Irene Montero, la ministra de Igualdad, ha expresado que es una “mala noticia” y ha insistido en la necesidad de aprobar con “urgencia” la ley propuesta. Entre los puntos calientes de la norma destaca la autodeterminación de género, que los críticos consideran un auténtico ataque a la línea de flotación del derecho al cuestionar la distinción binaria biológica en la que se sustenta gran parte del ordenamiento jurídico.

Es una mala noticia que PSOE y PP decidan retrasar la tramitación de la Ley Trans y de Derechos LGTBI.
No podemos hacer esperar más a las personas trans y a la comunidad LGTBI para que sus derechos sean ley, sin un solo derecho menos. Este es el compromiso del Gobierno

— Irene Montero (@IreneMontero) October 18, 2022

Tensión interna en el Gobierno

Dentro del Partido Socialista se han expresado con claridad en contra de este punto, entre otras figuras, la ex vicepresidenta Carmen Calvo, que curiosamente preside la Comisión de Igualdad que tramitará la ley en los próximos meses.

El enfrentamiento abierto en las mismas filas socialistas se vislumbraba este martes con el anuncio de la renuncia a la militancia del PSOE la ex diputada madrileña Carla Antonelli, transexual y reconocida activista LGTBI, que considera que esta ampliación de plazo llevará el texto definitivo de la ley a retrasarse hasta principios de 2023, año en el que con la dinámica electoral en marcha será complicado que salgan adelante muchas leyes.

La ley trans ha contado asimismo con una notoria oposición de distintos colectivos, entre ellos parte del feminismo histórico. Tanto la Alianza Evangélica Española como FEREDE han mostrado su desacuerdo con el desarrollo de la ley. Los informes del CGPJ y el Consejo de Estado fueron muy desfavorables, así como informes de médicos, psicólogos o psiquiatras que se están dando a conocer estos días. Sin embargo esto no ha evitado que el Gobierno llevase la iniciativa, con idea de aprobar la ley antes de que finalice la legislatura.