El Ministerio de Igualdad abrió una consulta pública previa a la ley para “la igualdad plena y efectida de las personas trans”, solicitando la participación ciudadana, así como de entidades y organizaciones representativas, para recabar su opinión ante una norma que el Gobierno quiere desarrollar en los próximos meses.

En el comunicado realizado por Igualdad, explica que la normativa pretende solucionar problemas que la actual legislación no contempla, lo que pondría a este colectivo -según la consideración del ministerio de Igualdad- en una situación de discriminación.

El ministerio explica que el primer obstáculo que se pretende eliminar es el de la autodeterminación de sexo. Es decir, se pretende que una persona pueda cambiar su sexo en los registros y documentos oficiales sin necesidad de presentar ningún tipo de dictamen médico o psicológico que acredite que tiene una disforia de género.

Incluso avanza que sería recomendable “superar” la concepción de transexualidad como “una enfermedad o trastorno”. El documento habla de lograr la “despatologización de las identidades trans”, de forma que se permita “el reconocimiento de la identidad de género libremente manifestada, garantizando al mismo tiempo la seguridad jurídica”.

En definitiva, según el documento es “inaplazable” aprobar una ley “que despatologice las identidades trans, permitiendo el cambio registral de sexo” sin necesitar un aval “médico o psicológico” ni cambios en su apariencia física. El objetivo es “garantizar y promover la igualdad plena, real y efectiva de las personas trans” y para ello se impulsarán “medidas específicas, en los sectores público y privado” para “garantizar la plena igualdad de las personas trans en los ámbitos sanitario, educativo, laboral, penitenciario o deportivo, entre otros”.

AEE se opone a la norma

La Alianza Evangélica Española (AEE) ha respondido a la consulta pública abierta por Igualdad con una propuesta que ha sido presentada este miércoles ante el Ministerio y que se encuentra desde hoy disponible en su página web.

La AEE se opone al desarrollo de la ley dado que “la normativa vigente aporta ya suficiente cobertura para el grupo objeto de la ley”. “Lo que debe asegurarse es el cumplimiento del artículo 14 de la Constitución, no crear una sociedad con diferentes niveles de derechos”, expresa el documento.

En su propuesta, la Alianza Evangélica expresa su rechazo a cualquier tipo de discriminación y por ello reclama “para las personas trans que decidan recuperar la congruencia con su sexo biológico el derecho a recibir libremente el tratamiento profesional y apoyo espiritual que voluntariamente requieran”.

Menores en riesgo

Uno de los puntos principales avanzados por Igualdad tiene que ver con la autodeterminación sexual de menores. Advierte la AEE que esta propuesta “produce efectos contrarios a los buscados, pues pone en riesgo el bienestar, la salud y los derechos de los menores de edad. Entendemos que en este tema tan sensible no se debe legislar sin atender a la evidencia científica”.

Según la Alianza Evangélica, “no opera en bien del menor que manifiesta discordancia de género otorgarle la capacidad de decidir establemente su asignación sexual en un momento de su desarrollo en el que no ha completado su maduración”, dado que “la mayoría de esos menores cambiará posteriormente y de forma natural su orientación sexual hacia la heterosexualidad; esto sucede así en más del 80% de estos casos, por lo que podemos asegurar que en más del 80 % de los menores que pudiesen decidir cambiar su asignación en el registro, esta sería una decisión precipitada y que entraría en contradicción con la que sería su auténtica y libre decisión final al alcanzar la madurez”.

En el caso de menores, es necesario “establecer normativas garantistas que aseguren que el menor no sufre menoscabo al reconocerle una capacidad de decisión y autodeterminación que ciertamente aún no tiene por su estado madurativo”. A la vez, la AEE considera que “excluir a los padres de una decisión tan definitiva supone una imprudencia y una negación inaceptable de la responsabilidad de los padres en el desarrollo de sus hijos”.

El concepto de mujer, atacado

Finalmente, la Alianza Evangélica expresa su preocupación porque la normativa “sustituye el término y concepto de mujer por el subjetivo de ‘identidad de género’ que promueve una especie de ‘barra libre’ para los cambios de sexo y genera una cascada de problemas en la convivencia social que afectan de manera directa a las mujeres”.

Entre los problemas que señala la AEE se encuentra la desprotección legal hacia las mujeres, la quiebra del uso de vestuarios, baños, refugios o prisiones para mujeres, o la desaparición del deporte femenino al ser invadido por personas biológicamente hombres que se declaren con identidad femenina.

Debate

La presentación de esta ley ha despertado un amplio debate en, al menos, parte de la sociedad española.

Se han manifestado en contra desde espacios feministas. Así, la Confluencia Movimiento Feminista (CMF), que agrupa a más de 40 colectivos feministas han advertido que el proyecto ataca sobre todo a la infancia, con leyes que pretenden impulsar un “transactivismo generista” con un impacto a presente y a futuro en su salud.

Hace unos días se publicó un manifiesto firmado por ocho figuras históricas del feminismo socialista considerando que la ley trans supondría un retroceso en los derechos. “El sexo es un dato objetivo en sus aspectos genético, gonadal, hormonal, anatómico y genital. No puede hablarse de “autodeterminaciуn del sexo” como ejercicio de la libre voluntad”, afirman.