Música para mis oídos
Si el Señor y Salvador Jesucristo te ha transformado, puedes cantar un cántico nuevo.
02 DE AGOSTO DE 2025 · 21:30

Una vez me preguntaron si tocaba algún instrumento. ¿Te ha pasado alguna vez que respondes antes de que el cerebro haya podido tramitar lo que acabas de decir? Pues me pasa a veces. Mi respuesta fue: “A veces canto bajo la ducha”.
Pero también puedo afirmar algunas cosas tras haberlas meditado. Dejad que me despeje la garganta y os cuento:
Si crees que las discotecas es algo del tiempo moderno, estás equivocado: Isaías 5:11-14 demuestra lo contrario. Desde tiempo antaño, ya se nos avisaba que debemos ser precavidos con la música que escuchamos. Marcos 4:23-24 nos dice lo que Jesús avisaba: “Si alguno tiene oídos para oír, oiga. Les dijo también: Mirad lo que oís”. La música puede mejorar la condición física, emocional y espiritual de los oyentes (1º Samuel 16:23b).
Si bien la música es neutra en sí, ¿en qué estado se encuentra tu corazón? Solo los justos tienen motivos para cantar:
“El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Dios, en los atrios de nuestro Dios florecerán” (Salmo 92:12-13).
El resto puede acariciar sus tímpanos con musiquita, pero está vacía:
“Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas y vino, y no miran la obra de Dios, ni consideran la obra de sus manos” (Isaías 5:12).
A estos últimos, Dios les dice:
“Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos. Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo” (Amós 5:23-24).
Si es el caso, Éxodo 15:1-21, 2º Crónicas 5:12-14, Salmo 33:1-3, Salmo 96:1-2, Salmo 98:1 y 4-6, Salmo 100:1-2, Salmo 144:9, Salmo 146:1-2, Salmo 147:1 y 7, Salmo 148, Salmo 149:1, 3, 5-6, Salmo 150, Efesios 5:19, Colosenses 3:16b, Santiago 5:13b, Apocalipsis 14:2c-3 son algunos pasajes que llaman a la alabanza y adoración.
Una de las canciones que cantaremos en el Reino de los Cielos es la siguiente:
“Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” (Apocalipsis 5:9-10).
Si conoces la salvación por medio de la obra de Cristo por ti y tienes esa misma esperanza, ofrece el sacrificio de alabanza a Dios:
“Ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre” (Hebreos 13:15).
Si el Señor y Salvador Jesucristo te ha transformado, puedes cantar un cántico nuevo (Salmo 33:3, Salmo 40:3, Salmo 96:1, Salmo 98:1, Salmo 144:9, Salmo 149:1, Apocalipsis 5:9). Así que canta con fuerza (Nehemías 12:12, Salmo 33:3, Salmo 98:4, Apocalipsis 5:12).
Debes ser salv@, después podrás alabar:
“Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Dios. Bienaventurado el hombre que puso en Dios su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira” (Salmo 40:2-3).
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Pensamientos - Música para mis oídos