La mayoría del Parlamento Europeo votó el 11 de abril una resolución para hacer del aborto un “derecho” en toda la Unión Europea.

Con 336 a favor y 163 en contra, los parlamentarios aprobaron una resolución que pide incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, un documento de referencia de 2012 de la Unión Europea que establece los “derechos, libertades y principios reconocidos” en los estados miembros.

La resolución del jueves, promovida por los demócratas liberales (Renew), los socialdemócratas (S&D) y la izquierda, decía que “controlar sus vidas reproductivas y decidir si tener hijos, cuándo y cómo tenerlos es esencial para la plena realización de los derechos humanos de las mujeres, niñas y todas las personas que puedan quedar embarazadas”.

Justificaron su posición apelando a algunos documentos de la ONU que llaman a defender una “decisión individual de buscar la interrupción voluntaria del embarazo”. Pero la moción también señaló la reciente decisión de Francia de consagrar el aborto en la Constitución como un ejemplo a seguir, argumentando que existe una “necesidad de una respuesta europea al retroceso en materia de igualdad de género”.

Contra los “actores religiosos ultraconservadores”

La moción aprobada habla de “fuerzas regresivas y actores religiosos ultraconservadores y de extrema derecha” que están “intentando deshacer décadas de avances en derechos humanos e imponiendo una visión del mundo dañina sobre los roles de género en las familias y la vida pública”.

El texto aprobado por el Parlamento Europeo critica explícitamente a algunos de los Estados miembros de la UE, como Polonia, Malta, Eslovaquia y Hungría, por tener políticas sobre el aborto más conservadoras que la mayoría. Llama a los gobiernos de Europa a “hacer de los métodos y procedimientos de aborto una parte obligatoria del plan de estudios de médicos y estudiantes de medicina”.

Entre los miembros del Parlamento Europeo que votaron en contra se encontraba Bert-Jan Ruissen, representante del partido protestante holandés SGP, que dijo que los asuntos de salud y atención médica son competencia exclusiva de los países.

En 2022, el Parlamento Europeo ya aprobó una resolución no vinculante a favor del aborto “condenando” la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos. 

No es una decisión definitiva

Esta votación en el Parlamento Europeo no es suficiente para cambiar la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, sino que es una exigencia de la cámara legislativa a los 27 países (conocido como el Consejo Europeo) para que modifiquen la carta.

La resolución aprobada el 11 de abril propone modificar el artículo 3.2a para decir: “Toda persona tiene derecho a la autonomía corporal, al acceso libre, informado, pleno y universal a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, y a todos los servicios de salud relacionados, sin discriminación, incluido el acceso al aborto seguro y legal”.

Este cambio en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE sólo sería posible si los 27 estados miembros lo acuerdan. No se espera que los gobiernos de los países en los que la vida de los no nacidos está más protegida, como Malta, Hungría o Polonia, den su visto bueno en un futuro próximo.