Las últimas elecciones en República Democrática del Congo se celebraron el 23 de diciembre de 2018, con un retraso de prácticamente un año y en un ambiente de tensión después de que el expresidente Joseph Kabila intentase modificar la Constitución para presentarse a un tercer mandato. 

Kabila finalmente desistió de sus planes y el opositor Félix Tshisekedi se hizo con la victoria en unas votaciones marcadas por la guerra, la inseguridad y también la religión. Una victoria que no reconocieron ni el otro candidato opositor, Martin Fayulu, ni la Conferencia Episcopal. Cinco años después, el país acude de nuevo a las urnas y la presión no parece ser menor.

Tshisekedi opta a la reelección ante una coalición de opositores liderada por Moïse Katumbi que, sin embargo, no ha conseguido reunir a todos los que han decidido presentarse a la presidencia contra la gestión del gobierno en la última legislatura. Aparte del de Katumbi, los congoleños también podrán escoger entre Fayulu, un habitual en los últimos comicios en el país, y el ganador del Premio Nobel de la Paz en 2018, el médico Denis Mukwege, que formó parte del movimiento evangélico estudiantil durante su paso por la universidad.

Unas elecciones especiales

Hablar de comicios en República Democrática del Congo es, necesariamente, abrir una completamente nueva página en la historia nacional. Las de este miércoles, 20 de diciembre de 2023, son prácticamente los primeros comicios sin ningún Kabila presente en la esfera oficial del poder. Y es que, aunque en la última votación, Joseph Kabila ya no se presentó, sí que era el presidente saliente.

“La situación antes de la elección es un poco tensa”, explica Johnny Ngunza, un cristiano autóctono, a Protestante Digital. “Hay mucho en juego en las elecciones presidenciales. Los demás candidatos de la oposición ya acusan a los que están en el poder de querer hacer trampas y poner en marcha un mecanismo fraudulento que permita la reelección del presidente en ejercicio. Este es el clima de sospecha en el que nos encontramos. Y la directriz de campaña del partido en el poder es presentar al candidato más destacado de la oposición como un extranjero o un candidato de extranjeros”, señala Ngunza, que es de la opinión que los comicios se decidirán entre las candidaturas de Tshisekedi y Katumbi.

Este medio ha contactado a otro evangélico en el país que ha preferido mantener su identidad en el anonimato por cuestiones de seguridad. “Las próximas elecciones en la República Democrática del Congo son una prueba decisiva para el futuro del país”, dice. “El éxito de las elecciones podría suponer un punto de inflexión para el país y conducir a un futuro más estable y próspero. Si hay violencia o irregularidades en las elecciones, podría conducir a una mayor inestabilidad y conflicto”, agrega.

El baile de nombres en las listas que suele protagonizar las elecciones en República Democrática del Congo “ha disminuido”, señala el secretario general de los Grupos Bíblicos Unidos del país, Aristide Lathoum. No obstante, también afirma que Tshisekedi “ha logrado construir una mayoría parlamentaria que no tenía al principio de su mandato”. “Muchos políticos se han pasado a la plataforma política Unión por la Nación, que incluye a antiguos pesos pesados de la política, incluidos antiguos líderes rebeldes, nuevos dirigentes de los principales partidos políticos y disidentes de Joseph Kabila”, añade.

Sin garantías de paz

Para muchos congoleños, las últimas votaciones se han producido acompañadas de una intensificación de la violencia. “Los cristianos estamos preocupados por la posibilidad de que haya violencia e inestabilidad”, admite el evangélico autóctono con el que ha contactado esta revista. “Se espera que las elecciones marquen un punto de inflexión en la historia del país” y que puedan ser “una oportunidad para que el país se aleje de la corrupción, la violencia y la pobreza que lo han asolado durante tanto tiempo […] Muchos cristianos están preocupados por la posibilidad de violencia e inestabilidad durante las elecciones, aunque esperan lo mejor. Debido a la larga historia de conflictos del país, es posible que las elecciones reaviven las tensiones entre diversos grupos étnicos y facciones políticas. La posibilidad de fraude electoral e intimidación también preocupa a los cristianos. Temen que las elecciones no sean imparciales y que los resultados no se ajusten a los deseos de la población”, remarca.

Ngunza matiza que “los cristianos están divididos y que “cada uno apoya a su candidato”, como reflejo de la polarización general que caracteriza los comicios. La cuestión regional también es un elemento indispensable para comprender la particularidad de las elecciones en República Democrática del Congo. “En los pueblos que he visitado en la región de Beni, la gente, la mayoría de la cual se declara cristiana, quiere un cambio. Quieren seguridad y una mejora de sus condiciones de vida”, dice.

Y es que parece que falten garantías para asegurar el orden durante las votaciones. En los últimos día, la Unión Europea ha cancelado la misión de observación electoral que iba a enviar al país alegando “problemas técnicos”. Mientras tanto, dos candidatos locales del partido de Tshisekedi han sido asesinados en el este del país y un tercero permanece secuestrado, según ha informado el portal de noticias congoleño Actualité.

Para Lathoum, “el tribalismo es un fenómeno que va en aumento, y más a medida que se acercan las elecciones”. “Por ejemplo, se persigue a los emigrantes de Kasai, la región natal de Tshisekedi, que se trasladan a Katanga, la provincia natal del opositor Moïse Katumbi, considerado el mayor rival de Félix.”, afirma. “La inseguridad persiste en el este del país, especialmente con el resurgimiento del M23, apoyado por Ruanda, y las continuas matanzas en Beni a manos de la supuesta ADF/NALU, un grupo islámico procedente de Uganda. Ante la incapacidad del ejército congoleño para derrotar a los enemigos de la nación y la ineficacia de la misión de Naciones Unidas, presente en RD Congo desde hace más de 20 años, Tshisekedi ha buscado otras vías para resolver el problema de la seguridad”, añade.

Además, en el plano estrictamente político también hay cuestiones que para el responsable de IFES en República Democrática del Congo “no auguran nada bueno para la credibilidad de los resultados, la transparencia y un clima pacífico al término de estas elecciones”. “Hay ciertos políticos y sus agrupaciones, entre ellos el partido de Kabila, el antiguo presidente, que han boicoteado estas elecciones, y el de de Martin Fayulu, el principal contrincante de Félix Tshisekedi en las elecciones de 2018, que no está de acuerdo con el censo de la Comisión Electoral y que exige que se limpie y que se someta a un control externo”, explica Lathoum.

El conflicto en el este

A pesar de que el papa Francisco visitó el país en febrero de este mismo año y pidió la paz a los líderes políticos, la guerra en República Democrática del Congo es uno de los conflictos de mayor duración en el momento, y que también presenta más complejidades a la hora de explicarlo. Grupos armados cuya motivación es principalmente controlar la tierra por los recursos naturales, organizaciones con ideologías religiosas y rebeldes que se oponen al ejecutivo de Kinshasa pugnan entre ellos y contra el ejército nacional, especialmente en el noreste del país. “Cuando Félix llegó al poder, había cierta esperanza, aunque su elección fue impugnada. Cinco años después, muchas de las promesas no se han cumplido. El gobierno actual ha demostrado sus limitaciones para resolver el famoso problema de la seguridad”, explica Lathoum.

Precisamente, la jefa de la Misión de Naciones Unidas en República Democrática del Congo (MONUSCO, por sus siglas en inglés), Bintou Keita, ha advertido del creciente nivel de inseguridad en el país ante el Consejo de Seguridad de la ONU. De hecho, la de la MONUSCO es la misión más numerosa que mantiene activa la ONU en la actualidad, con un personal que supera los 17.700 miembros, solo por detrás de los operativos en República Centraofricana y en Sudán del Sur.

Una inseguridad que afecta de manera directa a la participación en las elecciones, como recuerda el evangélico que prefiere permanecer en el anonimato consultado en este reportaje, que dice que “la situación de seguridad es especialmente inestable en los territorios de Masisi y Rutshuru, en la provincia de Kivu Norte, donde los rebeldes del M23 han perpetrado masacres de civiles”. “Como consecuencia de esta precaria situación de seguridad, las poblaciones de estos territorios no se han registrado y, por tanto, no participarán en las próximas elecciones”, puntualiza.

La coalición opositora: ¿un gran acuerdo?

El anuncio de la coalición opositora formada por hasta cinco candidatos trascendió en la prensa internacional. Sin embargo, los autóctonos dudan de su capacidad. El apoyo del ex-primer ministro Matata Poyo, el empresario Seth Kikuni o de Delly Sesanga a la candidatura de Katumbi es visto por algunos como el formato más efectivo para hacer frente a Tshisekedi. “Si la oposición presenta un candidato único para enfrentarse al actual presidente, las posibilidades serán de 50/50 para los dos principales candidatos, pero con una ligera ventaja para el presidente saliente, porque tiene detrás a varios líderes del este del país, que es una gran reserva de votantes”, explica Ngunza.

Para el cristiano que ha preferido mantenerse en el anonimato, “un frente de oposición unificado podría ofrecer varias ventajas en las próximas elecciones”. “Las posibilidades de la oposición de derrotar a Tshisekedi podrían mejorar si consolidaran su apoyo en torno a un único candidato. Podría proyectarse una alternativa más cohesionada y creíble al presidente en funciones, lo que podría influir en los votantes indecisos”, considera.

Lathoum también es de la opinión de que el país necesita “una coalición de oposición para tener alguna esperanza de vencer a Tshisekedi”. “Pero los resultados tienen que estar en consonancia con el voto popular”, dice. En cuanto a la mediática figura de Mukwege, Lathoum opina que es alguien “muy respetado, pero que carece de base política en el país”, por lo que no le augura grandes sorpresas.

Delicada situación económica

La persistente y precaria situación económica en República Democrática del Congo es otro de los factores a tener en cuenta a la hora de seguir las elecciones en el país. El Banco Africano de Desarrollo estima que la pobreza afecta al 72% de los hogares congoleños que se encuentran en regiones rurales y al 59% de las familias en entornos urbanos. 

“El país padece una serie de dificultades económicas, como pobreza, desempleo y corrupción. Muchos congoleños viven en la pobreza debido a la desigual distribución de los recursos naturales en el país”, lamenta el cristiano consultado para este reportaje que ha preferido permanecer en el anonimato. “A esto se añade el problema de la depreciación del franco congoleño frente al dólar estadounidense, situación que ha provocado un aumento del precio de los productos de primera necesidad, incluido el combustible, encareciendo demasiado la vida de la población congoleña, que ya vive por debajo del umbral de la pobreza”, añade.

Lathoum también considera que los votantes llegan a las urnas con el factor económico y social muy presente en sus pensamientos. “El país se enfrenta a una serie de retos, como el elevado coste de la vida, la pérdida de valor de la moneda local frente a las divisas extranjeras, la subida de los precios y el deterioro de la balanza de pagos global”, dice.

Los cristianos congoleños ante las elecciones

Para un país de mayoría cristiana, los comicios, sin embargo, no resultan más llevaderos que en otros lugares. De hecho, la presión del islamismo también se ha hecho notar en el territorio, especialmente en las regiones del norte y el este, donde en enero de este mismo año se produjo un atentado en una iglesia evangélica que causó la muerte de al menos 17 personas. 

“La Iglesia Católica y la Iglesia evangélica siguen pidiendo a la comisión electoral que garantice las condiciones para unas elecciones creíbles. En particular, piden que se controle el censo electoral, que contiene numerosas irregularidades”, explica el secretario general de los Grupos Bíblicos Universitarios de la República Democrática del Congo, Aristide Lathoum.

“Los demás cristianos están a favor o en contra del gobierno actual, según su posición o su interpretación de la marcha del país”, puntualiza. “Hay que decir que la mayoría de la población congoleña carece de educación, lo que la hace fácil de manipular por los políticos deshonestos. A medida que se acercan las elecciones, no es raro ver a los cristianos de nuestras iglesias insistir en la importancia de orar por las elecciones, porque todo el mundo sabe que es un momento crucial para decidir el futuro del país, pero también un momento de turbulencias sociopolíticas”, agrega.

Protestante Digital ha contactado también a un evangélico congoleño que ha preferido mantener su identidad en el anonimato por razones de seguridad y que considera que “las próximas elecciones son un momento crítico para el país”. “Pueden traer una sociedad más justa y equitativa o provocar el caos y la violencia en el país. Los cristianos de congoleños desempeñamos un papel clave en el resultado de estas elecciones. Con las oraciones y acciones estamoscontribuyendo a la creación de un futuro más pacífico y justo para el país”, opina.

Entre los motivos de oración que comparte, menciona “la paz y la reconciliación, la justicia y los derechos humanos, la democracia y la buena gobernanza, el desarrollo económico y la difusión del evangelio”. 

Johnny Ngunza, otra voz cristiana en el país, pide especialmente “orar por la paz después de las elecciones”, mientras que Lathoum reitera en la necesidad de orar por la República Democrática del Congo, para que “Dios pueda enviar un líder que salve a la nación congoleña de la agresión que sufre y la impulse hacia la cita con su desarrollo”. Además, destaca el papel de los cristianos ante los comicios. “Los cristianos del país interceden por estas elecciones. Porque creen en Dios, creen que es un momento de destino para el futuro del Congo. Iglesias, ministerios e incluso los GBU RDC han tenido programas de oración por estas elecciones”, explica.