El efecto de la guerra en Ucrania también está siendo devastador para las iglesias en el país. Según ha informado el presidente del Seminario Teológico Bautista Ucraniano (UBTS, por sus siglas en inglés), Yaroslav Pyzh, se ha perdido un total de 400 iglesias bautistas en todo el territorio.

“Desde que comenzó la guerra hace seis meses, hemos perdido cerca de 400 iglesias”, ha señalado Pyzh en declaraciones a Baptist Press. La cantidad se aprecia con mayor gravedad aún cuando se toma en cuenta el dato proporcionado por la Unión Ucraniana de Iglesia de los Cristianos Evangélicos Bautistas, que señalaba que antes de que comenzase la guerra en febrero, el país albergaba hasta 2.300 comunidades de la denominación.

“Lo que más abunda en la comunidad en estos momentos es el miedo y la desesperanza. Y los únicos que pueden aliviar y llevar esperanza a los desesperanzados son los pastores, las iglesias y los cristianos”, subraya Pyzh.

El reto es restaurar el liderazgo

Según Naciones Unidas, un tercio de la población ucraniana ha huido del país desde que comenzó la guerra. Entre los refugiados se encuentran también muchos pastores y líderes evangélicos autóctonos, que han tenido que dejar sus hogares y sus iglesias. Es el caso de Andrey Tischenko, que pastorea una iglesia en Járkov y que se encuentra refugiado en Polonia desde el inicio de la invasión. “Pensamos que cuando sea posible regresar a Ucrania, podremos reunirnos en nuestro local en la ciudad”, explicaba a Protestante Digital en marzo.

Para el presidente del Seminario Teológico Bautista Ucraniano, el desafío no es tanto la reconstrucción de los locales de las iglesias, sino la restauración del liderazgo. “El verdadero desafío es similar al de Nehemías”, subraya Pyzh. “No se trata solo de reconstruir los muros de Jerusalén, sino la nación de Israel, para alabar a Dios. Ocurre lo mismo aquí, en Ucrania”, remarca.

“La verdadera carga es la reconstrucción de la capacidad de liderazgo, porque si reconstruimos los edificios pero no tenemos pastores para dirigir las iglesias no creo que vaya a servir de nada”, señala Pyzh. Por eso, dice el presidente del Seminario Teológico Bautista Ucraniano, el “principal desafío en el futuro, cuando termine la guerra, será cubrir la brecha en el liderazgo que se ha perdido”. “Y cuanto más dure la guerra, mayor será esa brecha”, puntualiza. “La iglesia no son edificios. Son personas que abandonan ese lugar y se trasladan a los Estados Unidos, y personas que se trasladan a Alemania, o personas que se trasladan a otros lugares. Y con esa gente también se han ido los líderes”, añade.

Un ejemplo de servicio

A pesar de la ‘fuga’ forzosa a causa de la guerra, buena parte de la iglesia en Ucrania ha permanecido en el país, ayudando a la población más necesitada y asistiendo a los más afectados por el conflicto.

Ejemplos como el de la Iglesia Bautista de Bucha, después de la masacre que la ciudad vivió al ser ocupada por el ejército ruso, han puesto de manifiesto la continua actividad de las comunidades cristianas evangélicas en el país durante el enfrentamiento bélico.

Y es que, con la inflación disparada en un 30%, cualquier ayuda es más que necesaria en Ucrania. Desde el Seminario Teológico Bautista Ucraniano, en su visión de comenzar a restaurar el liderazgo autóctono, han comenzado a ofrecer educación sin costes para sus estudiantes durante la guerra. 

También se han establecido centros de atención desde las iglesias y los ministerios autóctonos, que cuentan con el apoyo de ayuda externa y se coordinan con las autoridades locales. “La idea básica de los centros de atención es proporcionar una plataforma para que las iglesias cooperen entre sí para servir a la comunidad. Esa es la idea básica. No se trata solo de responder a las necesidades de la guerra, sino de crear algo que pueda permanecer dentro de la comunidad durante mucho tiempo”, explica Pyzh.

Una acción con la que también se busca transmitir la visión esperanzadora que la iglesia conserva en el país, a pesar de las circunstancias. “El mismo Dios que ha sido fiel en el pasado, lo será en el futuro. En medio de toda la lucha que estamos atravesando en este momento, miramos hacia adelante con mucha esperanza, sabiendo que Dios está con nosotros”, decía Pyzh en un vídeo del seminario.