“Las iglesias en Ucrania están tratando de ayudar con comida y refugio a la gente expulsada de los lugares críticos”

Andrey Tyschchenko es el pastor de una iglesia evangélica en Járkov, una de las ciudades más castigadas por el ataque de Rusia. Ahora se encuentra refugiado en Polonia con su familia.

Jonatán Soriano

VARSOVIA · 04 DE MARZO DE 2022 · 14:12

El cuartel general de la policía en Járkov ardiendo tras un ataque con bombas. / AFP, <a target="_blank" href="https://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Kharkiv_(2022)#/media/File:Police_GHQ_in_fire_in_Kharkiv.jpg">Wikimedia Commons</a>.,
El cuartel general de la policía en Járkov ardiendo tras un ataque con bombas. / AFP, Wikimedia Commons.

Járkov, la segunda ciudad más poblada de Ucrania, también se ha convertido en una de las más devastadas por el ataque de Rusia. Según la ONG Human Rights Watch, el ejército ruso ha utilizado bombas de racimo en su ofensiva contra la ciudad y la región de su mismo nombre. Un arma prohibida por un tratado que en 2010 firmaron más de cien países, aunque ni Ucrania ni Rusia se encuentran entre ellos.

En la ciudad, con alrededor de 1,5 millones de habitantes, se repiten ahora las imágenes de edificios destruidos y afectados por los bombardeos, como el de la emblemática Ópera. Mientras, parte de la población de la ciudad se ha sumado ya al millón de personas que han abandonado el país para refugiarse más allá de las fronteras. 

Entre ellas se encuentra Andrey Tyschchenko, pastor de la iglesia evangélica New Generation de Járkov, y que se ha refugiado junto con su familia en Polonia. En declaraciones a Protestante Digital, explica que desde allí sigue trabajando por su congregación y sus vecinos. “En Járkov hemos ayudado a evacuar a al menos 600 personas”, dice.

Tyschchenko también ha explicado que, hasta ahora, los bombardeos no han afectado al edificio de su iglesia y se muestra confiado en poder regresar pronto. “Pensamos que cuando sea posible regresar a Ucrania podremos reunirnos en ese lugar de nuevo. Creemos que todo irá bien y que la guerra acabará pronto”, asegura.

 

P: Andrey, ¿cómo estás? ¿Cuál es tu situación ahora?

R: Justo antes de que la guerra comenzase, mi padre y yo nos encontrábamos de viaje a Ghana para una conferencia. Fue al aterrizar cuando recibimos mensajes informando de que la guerra en Ucrania había comenzado. Estaba muy nervioso. Primero contacté a mi mujer, a mi madre y a mi hermana. Ellas intentaron llegar al oeste de Ucrania durante cinco días. Mi padre y yo cambiamos nuestros billetes de avión y volamos a Estambul. Allí cogimos otro vuelo en dirección a Berlín. Después conducimos en coche hasta Polonia, donde nos encontramos con nuestra familia. Ahora estamos aquí, en un apartamento. Alguien del país nos dejó este lugar de forma gratuita. Estamos muy agradecidos a todas las personas que están sirviendo como voluntarias aquí, haciendo cualquier cosa por los refugiados, para que se sientan a gusto.

P: ¿Cómo se encuentran las personas que están cruzando la frontera con Polonia? ¿Qué condiciones os habéis encontrado allí?

R: Las condiciones para los refugiados que han cruzado la frontera con Polonia son muy buenas. Hay muchos voluntarios, en algunos lugares incluso más que las personas que necesitan ayuda. Damos gracias a todas las personas que están trabajando y haciendo cualquier cosas para ayudarnos.

 

P: ¿Y cómo está vuestra iglesia en Járkov?

R: Cuando regresamos a Berlín buscamos volver a Ucrania, pero lamentablemente no teníamos un lugar seguro al que ir y no podíamos ayudar a nuestra gente, a los miembros de nuestra iglesia. Así que decidimos actuar de otra forma. Comenzamos a escribir y a llamar a amigos en el resto de Europa y ellos nos enviaron dinero para la gente que permanecía en Ucrania. Muchos pastores y líderes han empezado a ayudar a la población a salir del país, a ser evacuados y a alimentar a la gente. Todavía hay muchas personas en refugios y lo que hace nuestra gente con el dinero que les enviamos es comprar víveres y gasolina, esta última realmente difícil de adquirir ahora en Ucrania. 

Por ejemplo, en Járkov hemos ayudado a evacuar a al menos 600 personas. Han sido enviadas a lugares seguros. Las iglesias en Ucrania están tratando de ayudar a la gente que es expulsada de los lugares críticos, y les proporcionan comida y un lugar en el que quedarse. Todo esto lo hacemos para proteger a nuestra gente y ayudarles en la situación en la que estamos.

El local de nuestra iglesia en Járkov no ha sido destruido y todavía puede ser utilizado. Pensamos que cuando sea posible regresar a Ucrania podremos reunirnos en ese lugar de nuevo. Cada día proclamamos la protección de todas las personas y creemos que todo irá bien y que la guerra acabará pronto.

“Las iglesias en Ucrania están tratando de ayudar con comida y refugio a la gente expulsada de los lugares críticos”

Un bloque de apartamentos en Járkov dañado a causa del ataque del ejército ruso. / Servicio de Emergenecias de Ucrania, Wikimedia Commons.

P: ¿Cómo pueden ayudar otros cristianos en esta situación?

R: Hay tres puntos en los que ayudar a Ucrania ahora mismo. En primer lugar, a través de la oración. Creemos que la oración es el mayor poder en todo el mundo. Por favor, orad pidiendo que Putin detenga a sus tropas. Orad por nuestra protección y por la seguridad del país. En segundo lugar, pienso que toda la comunidad cristiana debería alzar la voz y hablar de lo que está ocurriendo en Ucrania en cualquier lugar en el que se encontrasen. Si alguien tiene alguna relación con alguien de su gobierno, por favor pedid que envíen a Ucrania alimentos, dinero y armas. Creo que, si protegemos al país, protegeremos a toda Europa. Por último, es muy útil el envío de bienes de primera necesidad y dinero porque en este momento no podemos hacer otra cosa que evacuar a la población y alimentarla.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Internacional - “Las iglesias en Ucrania están tratando de ayudar con comida y refugio a la gente expulsada de los lugares críticos”