Jerry Falwell Jr. dimite de la Universidad Liberty tras revelarse un escándalo sexual

El rector de la Universidad ha sido uno de los apoyos más relevantes dentro del ámbito evangélico conservador al presidente Donald Trump.

Daniel Hofkamp

FOX News, Politico, Christianity Today, Baptist Press · WASHINGTON D.C. · 26 DE AGOSTO DE 2020 · 13:19

Jerry Falwell Jr. en una conferencia en Florida. / Gage Skidmore, Wikipedia (CC 2.0),
Jerry Falwell Jr. en una conferencia en Florida. / Gage Skidmore, Wikipedia (CC 2.0)

Este martes 26 de agosto, la Universidad Liberty ha comunicado que aceptaba la renuncia de Jerry Falwell Jr. de su puesto como presidente y rector de la entidad “de forma inmediata”. La noticia ha tenido un fuerte impacto en los medios de Estados Unidos, donde se destaca a Falwell como uno de los líderes evangélicos conservadores que más apoyo han mostrado a Donald Trump, que se encuentra en plena campaña presidencial buscando su reelección.

Los acontecimientos que han desembocado en su renuncia se remontan a solo hace unas semanas. Falwell, de vacaciones, compartió en su cuenta de Instagram una provocativa fotografía acompañado de una mujer que no es su esposa. Tras esta publicación, desde la Universidad recomendaban a Falwell no regresar a su puesto y habían acordado que tomaría un receso temporal de sus responsabilidades.

Sin embargo, todo el proceso se aceleró este lunes, día en el que los alumnos volvían a las clases. En un reportaje publicado en Reuters, Giancarlo Granda, un joven de 29 años que ahora se define como homosexual, revelaba que mantuvo una relación extramarital con la esposa de Falwell, Becki. Según Granda, en la pareja evangélica ambos eran conocedores y partícipes en una relación que se prolongó desde el 2012 al 2018.

El día anterior, Falwell había dicho al Washington Examiner que su esposa había cometido adulterio con Granda, que luego se había convertido en su socio comercial, y que a causa de esta situación estaban siendo extorsionados, lo que le había provocado una grave carga de ansiedad y depresión.

En declaraciones posteriores al Wall Street Journal, Falwell explicó su renuncia como “lo mejor para la Universidad”.

Por su parte su esposa, Becki Falwell, también habló con Associated Press y dijo que ella y Jerry “tienen una relación fuerte”. “Jerry es la persona más indulgente que he conocido. Es una pena que los cristianos no puedan darnos el mismo perdón que Cristo nos dio”, expresó.

Finalmente, Granda ha publicado a través de sus redes sociales un duro comunicado en el que acusa a los Falwell de ser ellos quienes buscaron la relación con él y define a Jerry como un “depredador”.

La Universidad pidió su renuncia

Mark Walker, uno de los miembros del Consejo administrativo de la Facultad, describía en Twitter el comportamiento de Jerry Falwell como “espantoso”. “Estoy convencido de que debe dimitir. Ninguno de nosotros es perfecto, pero creo que los estudiantes, la facultad, el profesorado y todos los que formamos la Universidad merecemos algo mejor”. Un grupo de alumnos y profesores de la Universidad habían lanzado asimismo una carta en la que se pedía la renuncia de Jerry Falwell.

El presidente interino de Liberty, Jerry Prevo, pidió en un comunicado “a la comunidad de la Universidad y a sus seguidores a que oren por la Universidad y por todo su liderazgo, pasado, presente y futuro, mientras caminamos con el Señor a través de este tormentoso momento de transición”.

“Nuestros estudiantes están listos para cambiar el mundo como campeones de Cristo”, añadió Prevo. “Tengo la intención de hacer todo lo posible para alimentar su vida espiritual a medida que crecen académicamente y disfrutan de todo lo que nuestro campus tiene para ofrecer”.

 

Universidad de prestigio

La Universidad Liberty, situada en el Estado de Virginia, es una de las instituciones cristianas más importantes del país, con 120.000 alumnos. Fue fundada por Jerry Falwell, un reconocido pastor evangélico de la denominación Bautista del Sur. 

Bajo la dirección de su hijo, Jerry Falwell Jr. la universidad ha crecido de forma exponencial, consiguiendo no solo un aumento considerable de matrículas y programas, sino también convertirse en un punto de referencia del movimiento evangélico político. No en vano, Donald Trump ha visitado el campus en diversas ocasiones. El actual presidente de Estados Unidos ha contado con Jerry Falwell Jr. como uno de sus consejeros y más sólidos apoyos en el ámbito conservador evangélico desde 2016, tal y como destaca un amplio reportaje de la revista Politico.

Jerry Falwell Jr. dimite de la Universidad Liberty tras revelarse un escándalo sexual

Donald Trump, junto a Jerry Falwell Jr., en una ceremonia en la Universidad Liberty. / Shealah Craighead, WhiteHouse.gov

Escándalos sexuales en el ámbito evangélico

Son varios los casos de escándalos sexuales que en los últimos años han salido a la luz en el ámbito del liderazgo evangélico en Estados Unidos, sobre todo afectando a pastores con un amplio ministerio y reconocimiento no solo en su país, sino también en otros lugares donde se les ve como referentes de la fe.

Como explicaba el psiquiatra y líder evangélico Pablo Martínez Vila en una entrevista en Protestante Digital sobre la caída en pecado de pastores, “Dios se vale de modelos humanos que nos inspiran y nos forman (Hebreos 12:1-2), modelos valiosos y necesarios, pero todo modelo humano es falible porque somos vasijas de barro”.

Esta conciencia de la debilidad humana no puede ser una excusa para el pecado o la ocultación. Martínez apunta a no dejarse llevar por ninguno de los extremos: por una parte “la idea legalista de que “no puedo fallar bajo ningún concepto”, o bien “nadie puede saberlo” acaba convertida en un boomerang destructivo por cuanto produce un efecto aislante: la persona se encierra cada vez más poniendo en marcha todos los mecanismos posibles de protección y defensa para esconder el lado oscuro de su vida”.

Pero a su vez existe el peligro de infravalorar “la gravedad del pecado, lo cual lleva a la gracia barata. Una pobre conciencia de pecado es frecuente en un marco social como el nuestro donde reina el relativismo ético con la consiguiente permisividad. El factor clave aquí es la progresiva aceptación de conductas de pecado bajo criterios de normalidad estadística o social. Normalidad estadística -“todos lo hacen”- no supone bondad ética. De ahí la importancia de que el Espíritu Santo ilumine la conciencia a través de la Palabra (Heb. 4:12). Ésta es la única manera de no perder sensibilidad moral, de evitar la “cauterización” o anestesia de nuestra conciencia bajo la enorme presión social”.

Ante estas situaciones, Martínez defiende que es posible trabajar en la restauración de la persona. También advierte que de estas situaciones podemos aprender a prevenir, trabajando en modelos de liderazgo que incluyan la consejería, el acompañamiento pastoral, la oración y la confesión como herramientas indispensables para el ministerio cristiano.

Puede leer la entrevista completa a Pablo Martínez Vila aquí.

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