“Simpa”

— No se ha de preocupar, las cajas registradoras, los datáfonos, las básculas electrónicas fallan con frecuencia. Los errores, los bloqueos de la gente al pagar no ha de pensar que es usted quien influye en ellos.

— El electro de la enfermera no arranca, al televisor se le congela la imagen, el móvil parece que tiene vida propia, el Alexa habla sin que le preguntes, se saltan los plomos, el ordenador de la doctora se ralentiza, ... todo parece fallar a mi alrededor.

— Me está empezando usted a preocupar.

— A veces se me traba la lengua y digo lo que no quiero…

— ¿Sabe qué? Quizá no le iría nada mal pasar una temporadita bien atendido en una unidad hospitalaria.

— No, no, esto que le comento no tiene ninguna importancia, estoy la mar de bien.

— Ya sabe, para cualquier problemilla no dude en llamarme. Lo dejamos aquí.

— De acuerdo, muchas gracias. Hoy no traigo efectivo, le pago con tarjeta.

— De acuerdo. Caramba, el datáfono y el móvil no responden, además se acaba de apagar el aire acondicionado. No se preocupe, ya me pagará otro día.

— Adiós, hasta luego.

"¡Jo, cada vez que viene este cliente se me desbaratan todos los aparatos eléctricos!".