Todos hablan de un renovado interés en la fe cristiana
Los datos de crecimiento de iglesias, el disco de Rosalía y el testimonio de Dani Alves provocan reacciones de sorpresa en prensa y televisión.
30 DE OCTUBRE DE 2025 · 10:45
La España católica había dejado de ser cristiana y era ahora un modelo de modernidad laica en Europa.
La dictadura (1939-1975), que mezcló Iglesia Católica y Estado, fue la vacuna perfecta contra la religión en la transición a la democracia: la religión organizada estaba condenada al ostracismo.
La fe, por lo menos la cristiana, era un vestigio del pasado del que desprenderse. Este ha sido durante 40 años el mensaje implícito en las tertulias de radio, las aulas universitarias y las conversaciones de bar.
Y sin embargo, en otoño de 2025, en España se está hablando de un sorprendente renacimiento del interés por la fe.
De una ‘advertencia’ sobre los evangélicos al nuevo éxito de Rosalía
Primero fue la cobertura de la elección del nuevo Papa, en la vecina Italia. En septiembre y octubre, la “alerta” ante el crecimiento de iglesias evangélicas lanzada a la vez en la televisión pública, en la privada, en el principal diario de la izquierda, en un referente de la derecha.
Y esta semana, el anuncio del disco de la cantante española más influyente de los últimos años, Rosalía, que aparece emulando a una monja mientras habla en un podcast grabado en su casa del enorme vacío que que siente y que nada puede llenar, porque considera que viene de Dios.

Mientras tanto, otro personaje reconocido por todos, el ex futbolista brasileño Dani Alves, campeón de todo con el FC Barcelona, aparece en una iglesia evangélica en Girona explicando su conversión al cristianismo, tras pasar 14 meses en prisión preventiva por una presunta agresión sexual en una discoteca que terminó con su carrera y su imagen pública, pese a ser luego absuelto por un tribunal superior.
Un tema de debate en prensa y televisión
Estos días, una de las reinas de la mañana, Ana Rosa Quintana, entrevistó en su programa de máxima audiencia de las mañanas en Telecinco al pastor evangélico Julio García Celorio y comentó luego: “Aferrarse a la fe es buenísimo, tanto en la iglesia evangélica como en la católica; al final todos somos cristianos”.
En TV3, la televisión pública catalana, invitan al plató a un joven pastor evangélico de la misma ciudad, Girona, para saber su perspectiva.
Guido Groeneveld explica que el mensaje del evangelio que Dani Alves parece haber aceptado tiene que ver con un Dios que se da a través de su hijo Jesucristo para que sea posible una relación directa con Él, y que las palabras de Rosalía sobre el vacío son en realidad la experiencia de toda persona que busca satisfacer su deseo de propósito con una carrera, una familia, el sexo o el éxito.
“Una nueva generación de jóvenes está redescubriendo lo sagrado. La fe se ha vuelto tendencia, y también refugio: jóvenes que encuentra espiritualidad en películas como ‘Los Domingos’, en acordes de Rosalía, o en altares digitales en los que predican la belleza de creer”, dice otro periodista estrella, Carlos Franganillo, en el telediario de Telecinco, un día antes.
Estamos tan de vuelta que asusta. pic.twitter.com/9CDSSAdlF9
— Universitarios Católicos (@UniCatolicos_es) October 28, 2025
El diario El País habla de que “algo está cambiando. Desde hace tiempo se observa una tendencia creciente en el uso de la estética religiosa en casi todos los ámbitos, y puede que sea algo más que una querencia visual”.
En La Vanguardia, su principal analista, Enric Juliana, considera que “entre los jóvenes vuelve a interesar la religión, hay diversas señales de ello, y entre los descreídos hay interés por la doctrina social que dibujó Francisco y reafirma León XIV”. También apunta solo a la confesión mayoritaria El Mundo, que interpreta que “lo católico está de repente de moda”.
Pero ampliando más el foco, el diario Público observa que “la fe en Dios está resurgiendo en Occidente, mucho más entre jóvenes que en otros cajones generacionales, porque ofrece un ejemplo moral, pero también un cabo al que amarrarse; el proyecto neoliberal se deshace dejando cadáveres”.
The Conversation cuenta que “el christiancore convierte los símbolos del cristianismo –velos, cruces, túnicas blancas o frases bíblicas– en lenguaje visual. Es una forma de espiritualidad estilizada que transforma la fe en imagen y la devoción en estética, reflejando el deseo de hallar significado en un entorno dominado por la apariencia”.
En España, todo esto se apoya en datos gubernamentales, que en sus encuestas confirman un repunte de los jóvenes autodenominados católicos, por un lado, y un aumento claro de lugares de culto evangélicos, el grupo de fe que más crece.
Entre quienes han descubierto la fe destaca, por ejemplo, una influencer en el ámbito de la empresa con mucho seguimiento, Izanami, que explica en su amplia plataforma social su profunda conversión al evangelio (hasta el punto de cambiar su nombre a Sarab Rey).
Asiste a una iglesia evangélica en Madrid, habla constantemente de la Biblia en sus redes y está coordinando con otras iniciativas para compartir la “luz” en Halloween estos días.
La fe ya no es un tabú
Actores como el muy conocido Jaime Lorente ha explicado en un podcast sobre fe y cultura la necesidad de cargar la cruz cada día.
El fenómeno lo resumen bien en TV3: “La fe deja de ser tabú en la cultura: los temas religiosos ganan espacio en la música, el cine o la literatura”, rotulan en la tertulia de la tarde.
Un ejemplo más es la reciente publicación de una edición especial del evangelio de Mateo, ilustrado con obras de arte y en un formato muy moderno, por parte de una importante editorial secular.

No solo en España
Pero toda esta conversación sobre el resurgimiento de la fe no se circunscribe solo a España.
En el Reino Unido, un estudio reciente habla de un “avivamiento silencioso” por el que ha crecido un 57% en sólo 7 años el número de personas en Inglaterra que asiste a un iglesia, subiendo de 3.7 a 5.8 millones, con la cifra de hombres interesados en la fe disparándose por cinco entre los 18 y los 24 años.
En Finlandia, los datos también muestran un sorprendente de repunte de asistencia a iglesias entre hombres jóvenes, mientras aquellos que dicen orar regularmente ya son 26% de los encuestados.
En Alemania, la franja de edad que más cree según una encuesta en 2021 era la de los menores de 30 años: el 64% decía creer en Dios, bastante por encima de la media nacional del 48%.
En toda Europa occidental, las iglesias cristianas que han perdido influencia en las últimas décadas en un entorno fuertemente secularizado ahora vuelven a hablar de la llegada de personas con perfiles inesperados a sus cultos dominicales
Todo apunta a un resurgimiento del interés por redescubrir la espiritualidad cristiana y la cercanía a Dios, algo que toda una generación nunca llegó a conocer de primera mano.
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