Jesús y las lagartijas
Para la ley levítica las lagartijas eran animales impuros y quien las tocaba era declarado inmundo hasta el anochecer.
14 DE MAYO DE 2020 · 20:40

(…) el erizo, el cocodrilo, el lagarto, la lagartija y el camaleón (Lv. 11:30).
En Israel se han descrito más de una cuarentena de especies de lagartos y lagartijas pertenecientes a distintos géneros.[1]
La palabra hebrea letaah, que literalmente significa “esconderse”, se emplea para referirse a las lagartijas en general y hace alusión a sus hábitos huidizos.
Aunque, en realidad, también se podrían incluir en tal definición a otros pequeños saurios como los geckos, salamanquesas, eslizones, agamas, etc. Este término se tradujo al griego por khalabotes, y al latín de la Vulgata por stellio.
Además, existe otra palabra hebrea para denominar a estos pequeños reptiles, se trata de jomet, cuyo significado es “que repta pegado al suelo”. La Septuaginta lo tradujo por saúra, y la Vulgata por lacerta, que corresponde al castellano “lagartija”.
De la misma manera, este segundo término vulgar es difícil de identificar con una especie concreta de tales saurios, entre los que se encuentran las lagartijas.
En términos generales, la lagartija (que es el diminutivo de “lagarto”) es el nombre común que suele darse a numerosas especies de pequeños reptiles pertenecientes a las familias Lacertidae y Gekkonidae, de las que se conocen unas cuatro mil especies por todo el mundo.
Todas ellas son reptiles de sangre fría (poiquilotermos) ya que su temperatura depende de la del ambiente. La ley levítica los declaraba animales impuros y cualquiera que los tocaba era declarado inmundo hasta el anochecer (Lv. 11:30-31).
Ya hace años que no se puede pisar la tierra del Huerto de los Olivos porque una fuerte reja de hierro la protege de cierto turismo supersticioso y algo fetichista, que anda siempre buscando ramitas de tales árboles.
No obstante, los objetivos de las cámaras fotográficas caben perfectamente entre las rejas del huerto.
La lagartija del Líbano mide unos 25 centímetros de longitud, pertenece a la familia Lacertidae y es propia de Chipre, Turquía, Siria, Líbano, Israel y Jordania.
En estas regiones se conocen más de cuatro decenas de especies de lagartos y lagartijas. En hebreo se la denomina Leta’a Zriza, que significa “lagartija ágil”.
Presenta una coloración marrón característica en la parte dorsal, mientras que los flancos suelen ser negros y salpicados por puntos blanquecinos.
La cabeza y la parte inferior del cuerpo son verdes tirando a turquesa. La cola es dos veces más larga que el cuerpo y se rompe con facilidad cuando es atacada por algún depredador.
Los ejemplares que viven en lugares altos, como el Monte Hermón, suelen ser más pequeños y punteados. Trepa con facilidad a los arbustos, árboles, rocas y paredes para escapar de sus enemigos.
Se alimenta de todo tipo de pequeños artrópodos a los que captura a la carrera. Es una especie amenazada por la destrucción de su hábitat y ha sido incluida en la lista de especies en peligro de extinción.[2]
Es posible pensar que algunos antepasados de tales lagartijas escucharon quizás la voz de Jesús, hace dos mil años, mientras oraba al Padre en dicho huerto, y fueron testigos mudos de sus muchos padecimientos.
La Biblia dice que en el Maestro galileo, Dios se hizo humano, aproximándose así a toda la creación que él había formado. También los animales estuvieron presentes y testifican hasta el día de hoy de tan misterioso y singular acontecimiento.
[1] Bar, A & Haimovitch, G. 2011, A Field Guide to Reptiles and Amphibians of Israel, Pazbar, Herzliya, Israel.
[2] Crochet, P.-A. et al. Phoenicolacerta laevis, 2012, Lista Roja de la UICN de especies amenazadas. Consultado el 11 de noviembre de 2012.
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