Calcetines “Pene-tra”

Que en vez de Nike, les compro Hike; por Lacoste, les compro Macoste, por Kappa, Tappa, y así todo por el estilo.

22 DE ABRIL DE 2012 · 22:00

,
No es mi intención hacer publicidad, lo que quiero contar es la historia que me ha llegado a través de un pajarito chismoso. Me ha contado que mis hijos andan por ahí criticándome con sus amigos, diciendo que las calcetas que les compro son burdas imitaciones de marca. Que en vez de Nike, les compro Hike; por Lacoste, les compro Macoste, por Kappa, Tappa, y así todo por el estilo. ¿Qué sabrán los hijos de hoy de presupuestos familiares y de los bajos sueldos? Enfrascados en esta conversación estaban cuando, según el pajarito chismoso, uno de sus amigos entró en la conversación. Pobre angelico. Al criticar también a su madre no se daba cuenta de que me estaba defendiendo. Pues bien, este alma del cielo, advirtió a mis hijos diciéndoles que él pasaba por la misma penuria, que su madre tampoco le compraba ropa de marca. Se hizo un breve silencio en el chismorreo entre el pajarito y su oyente, o sea, yo y me di cuenta de que se estaba riendo rapándose el pico con el ala derecha. Al parecer el caso del muchacho era divertido, pues se despertó una mañana y, al abrir los ojos, leyó “Pene” en las calcetas que su madre le había puesto sobre la mesilla. Pensando que todavía, a causa del sueño, no veía suficientemente bien, se incorporó y leyó de nuevo: “Pene”. No creyéndose lo que sus ojos veían y creyendo que su madre había llegado al colmo de los colmos, las cogió y, al estirarlas, se dio cuenta del nombre completo: “Penetra”. Sufriendo tal humillación y tomándoselo como una orden expresa, penetró en las calcetas cada uno de sus jóvenes pies. Era verano y hacía el típico terral malagueño, sin embargo, para tapar su humillación prefirió buscar en su armario un pantalón largo, marca Atidas, con intención de que, tanto de pie como al sentarse, sus calcetas no dieran el cante. Al finalizar del chivatazo y a modo de agradecimiento, le he dado al pajarito todo el alpiste que me ha pedido (sucedáneos de marcas, claro está), y no me ha parecido bastante. Una vez me contaron una verdad a medias y la entendí tal cual, de la forma más llamativa posible y del mismo modo como todavía sigue llamando la atención la palabra “pene” a los niños y no solo a los niños puesto que mi ordenador me la da como falta de ortografía. Más tarde, otra persona me contó la versión larga de la historia, o sea, la completa, como se puede entender entre Pene y Penetra, y me quedé más tranquila, entendiendo que la primera escucha que hice no valió la pena.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Tus ojos abiertos - Calcetines “Pene-tra”