Cuando Lucero se convirtió en Satanás

¿Por qué se llevó a cabo la rebelión en el cielo? Tenemos que buscar un poco para encontrar respuestas en la Biblia.

08 DE JULIO DE 2020 · 11:20

Monumento al ángel caído en Madrid. / Wikipedia, CC 4.0,
Monumento al ángel caído en Madrid. / Wikipedia, CC 4.0

Nos toca tratar un tema muy interesante: ¿cuál es el origen del mal que hay en el mundo? ¿Cómo empezó todo? ¿De dónde viene esa serpiente maligna en el paraíso? Si Dios ha creado todas las cosas ¿acaso también ha creado el mal?

Los que se han dedicado a buscar una solución han llegado a diferentes respuestas que en algunos casos llegan a ser muy complejas, sin resolver el tema. Pero en el fondo coinciden en lo mismo: el mal es impersonal.

La Biblia tiene una idea radicalmente distinta: el mal tiene nombre y apellido. Se llama “Satanás”.

Pero aunque la Biblia habla detalladamente de la creación del hombre, no hace lo mismo con los ángeles. ¿Cómo se le ocurrió a un angel creado en santidad a convertirse en diablo? ¿Por qué se llevó a cabo esta rebelión en el cielo? Tenemos que buscar un poco para encontrar respuestas en la Biblia.

Existen dos pasajes en el Antiguo Testamento que según mi entendimiento hablan precisamente de este tema. Uno es Ezequiel 28:11-19.

Es altamente probable que este pasaje se refiera a la caída de Satanás y, por lo tanto, nos dé algunos detalles que no se encuentran tan explícitamente en otros pasajes.

Sin embargo, algunos expositores creen que aquí tenemos simplemente el anuncio del juicio sobre el rey de Tiro. Se trataría de Ithobaal III, rey de Tiro en los tiempos de Ezequiel.

De hecho, Ezequiel 26 al 28 habla del juicio que iba a venir sobre esta ciudad fenicia. Pero lo que llama la atención es que este pasaje tiene un enfoque que va más allá de la caída de la ciudad tal y como nosotros la conocemos.

Todo indica que aquí tenemos una descripción que habla de la caída de Satanás. Esto no quita las referencias y datos históricos en cuanto al rey de Tiro. Porque en la vida de este monarca se iba a repetir lo que había ocurrido al inicio de los tiempos.

Acontecimientos o personajes sirven en la Biblia en muchos casos para ilustrar una verdad espiritual. Se llama tipología. En la exégesis se habla de “tipo” y “antitipo”.

Por lo tanto, no es inusual que en Ezequiel 28 ocurra lo mismo. El trasfondo de cualquier tipología1 es el control de Dios sobre la historia y por lo tanto encaja bien en el contexto. Además hay razones exegéticas para entender estos versículos de forma más amplia: Ezequiel 28:11-16 contiene afirmaciones que van más allá del contexto. Aquí van tres ejemplos:

v. 12: Eras el sello de la perfección”. Me parece imposible que esto se refiera a un personaje humano.

v. 13: En Edén estuviste”. El rey de Tiro no estaba en Edén.

v. 15: “Perfecto eras”. No es posible decirlo de un ser humano y aún menos de un político. Desde el principio de su mandato quedaba claro que Ithobaal III no lo era.

En resumidas cuentas: el capítulo 28 de Ezequiel, particularmente los versículos 11-19 concuerdan con doctrinas que en otros lugares también se relacionan con la caída de Satanás. Solo que aquí lo tenemos de forma concentrada. Por ejemplo, Ezequiel 28:17 habla del orgullo de Satanás como causa de su caída. En 1 Timoteo 3:6 Pablo relaciona la causa de la caída de Satanás también con su orgullo.

Con esto en mente, vamos a acercarnos un poco más a este hecho insólito de la rebelión en los lugares celestiales.

Lo primero que aprendemos es que Satanás es un ser creado y por lo tanto limitado.2 Esto acaba con el argumento dualista. No existe una fuerza del mal que está a la par con Dios. Dios creó a Lucero, pero no al diablo. Lucero llegó a ser el diablo.

Su origen era bien distinto: Satanás era un querubín (28:13 y 16), un ángel de gran hermosura y poder. No hay que imaginarse a Satanás como se le representa en los cuadros de Albrecht Durero: una cabra fea con cabeza de cerdo o buey. Los versículos 12 y 13 hablan de la hermosura de su apariencia. Diez piedras preciosas forman parte de su vestidura.3 Esto recuerda indudablemente al efod del Sumo Sacerdote. Y es bien posible que Lucero tuviera originalmente funciones sacerdotales. Tal vez bajo su dirección el resto de los ángeles rindieron culto a Dios. Subrayo las palabras “tal vez”, porque es simplemente una sospecha de mi parte.

Por su rango, figura entre los querubines y tenía funciones protectoras (v.14). El “santo monte de Dios” es el lugar donde habitó. Estamos hablando de nada menos que del “centro de mando” del mundo visible e invisible.

Y un detalle más encontramos en este versículo. Es el único lugar donde la Biblia da alguna explicación sobre la pregunta del inicio: ¿de dónde viene el mal?

El texto es sumamente exacto en sus afirmaciones: Dios no creó el mal. El texto dice simplemente: “… hasta que se halló en ti maldad.” Y a continuación, Satanás es expulsado del entorno inmediato de Dios. Le veremos hablando con Dios en ocasiones4, pero ya no tiene sus funciones anteriores. Se ha convertido en el antagonista de Dios.

¿En qué precisamente consistió el pecado de Satanás? Ezequiel 28 no nos da una respuesta. Pero existe otro pasaje similar que nos saca de dudas: Isaías 14:12-15.

De nuevo estamos ante un pasaje con una lectura tipológica. Lo mismo que dije de Ezequiel 28 se aplica a este pasaje también. Todo lo que enseña es confirmado en otros lugares. Sin embargo, estos versículos nos da algunos detalles que profundizan la doctrina bíblica sobre Satanás: están en medio de un anuncio de juicio sobre Babilonia y su rey.5 El principio tipológico es el mismo: el rey de Babilonia es ejemplo de la caída de todos los que ostentan poder y se autodivinizan. Pero no todo se puede aplicar al rey de Babilonia. Las razones para considerar este pasaje como un pasaje que habla de la caída de Satanás son las mismas que en el caso de Ithobaal III.

La escena descrita en Isaías 14 tiene su trasfondo en la caída de Babilonia: su desgracia es comparable a las razones que llevaron a la caída de Satanás.

La esencia del pecado de Satanás es su orgullo y su deseo de ocupar el lugar que pertenece solo a Dios.

Y ahora llega el momento para aclarar uno de los nombres de Satanás. El versículo 12 habla de la caída de “Lucero”. Algunas traducciones tienen la palabra “Lucifer”. Es un latinismo que viene originalmente de la Vulgata, la traducción clásica de la Biblia al latín6. En el texto hebreo sale la palabra: hêlel que significa “resplandor”, “brillo”, La RV60 traduce correctamente: lucero.

El pasaje nos indica la razón de la caída de Lucero: una de las características de su pecado era su orgullo y sus deseos de ocupar el lugar que solo pertenece a Dios.

La esencia de su pecado es el deseo de ser como Dios. Y se refleja en la incredulidad: Lucero no cree en la autoridad de Dios. El resto de los pecados son consecuencias de esa incredulidad. Juan define, por lo tanto, el pecado en estos términos.7

En resumem: el pecado de Satanás es teológicamente su incredulidad, psicológicamente su orgullo y técnicamente su deseo de independencia de Dios.

Imitándole en sus aspiraciones, de forma consciente o inconsciente, los hombres han causado tremendos destrozos. Tampoco los creyentes estamos exentos. Pero la rebelión contra Dios está siempre destinada a fracasar.

No por nada Satanás tiene otro nombre menos conocido: Belial8. En hebreo significa precisamente eso: inútil. Pero como hemos visto, nadie es completamente inútil. Por lo menos puede servir de mal ejemplo. Podemos sacar grandes lecciones de estas verdades fundamentales que llevaron a la mayor catástrofe de la historia del universo.

 

Notas

1 Es muy importante no confundir tipología y alegoría. La tipología es una herramienta muy importante en la exégesis judía y habla de analogías mientras que la alegoría radica en un concepto casi gnóstico y busca todo tipo de verdades “más profundas”.

2 Ezequiel 28:13 y 15

3 La LXX menciona en este pasaje 12 piedras.

4 Job 1

5 La Biblia habla de esta caída en los tiempos de Daniel en su profecía, capítulo 5.

6 El significado de Lucifer es “él que lleva la luz”

7 Juan 16:9

8 2 Corintios 6:15

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