Un grupo de investigadores del Centro Polaco de Arqueología Mediterránea de la Universidad de Varsovia (PCMA UW) ha descubierto un signo religioso en el cadáver de un hombre que podría haber vivido entre los siglos VII y VIII en el monasterio cristianos de Ghazali, en la región de Wadi Abu Dom del desierto de Bayuda, a unos 20 kilómetros de la ciudad sudanesa de Karima. 

Este peculiar “tatuaje” sería una referencia religiosa a Jesucristo, según han desvelado las imágenes tomadas por el equipo de arqueólogos con una cámara de espectro completo, y mejoradas con el software ImageJ y el complemento DStretch. 

La señal, situada en el pie derecho del individuo, el cristrograma con las letras griegas “alfa” (α) y “omega” (ω). Los cristogramas o crismones son símbolos religiosos formados por las letras griegas “chi” (χ) y “rho” (ρ), que se utilizaban como abreviatura del nombre de Cristo. La inclusión de la “alfa” y la “omega”, la primera y la última letra del alfabeto griego, son una alusión a Dios como el principio y el fin.

Años de investigación

El equipo de investigadores polacos y sudaneses de la PCMA UW trabajó en el yacimiento arqueológico cerca del monasterio medieval de Ghazali entre 2012 y 2018, bajo las órdenes del profesor Artur Obłuski. En total se hallaron cuatro necrópolis, y en ellas cientos de tumbas, entre las cuales encontraron los restos del cuerpo en el que han identificado el “tatuaje”.

Fue la antropóloga Kari A. Guilbault la que identificó primero la marca. “Fue toda una sorpresa ver lo que parecía ser un tatuaje cuando estaba trabajando con la colección Ghazali”, ha explicado. Aunque al principio no estaba segura de que se tratase de una señal, Guilbault ha señalado que “cuando se procesaron las imágenes y el tatuaje fue claramente visible, se disiparon todas las dudas iniciales”.

Comprender mejor la Nubia medieval

Este hallazgo permite plantear varias incógnitas sobre el uso de los tatuajes en la Nubia medieval y en la cultura del medievo en general. Por ejemplo, parece evidente que en este caso servía para identificar al individuo como cristiano. De hecho, se considera la idea de que se ubicación en el pie derecho esté relacionada con la forma de clavos del crismón, aludiendo a la crucifixión de Jesús.

Las valoraciones iniciales de los arqueólogos sugieren que podría tratarse de un miembro de las comunidades locales, ya que la necrópolis donde fue enterrado no acogía los restos de los monjes que habitaron el complejo monástico cenobítico, probablemente fundado por un rey llamado Mercurios.

El centro de la vida espiritual del lugar se desarrolló alrededor de dos iglesias, una en el norte, erigida entre el 680 y el 720 d.C., y otra en el sur, de forma trapezoidal y hecha con adobe. El monasterio, que pudo haber albergado a unos 70 religiosos en su momento de mayor esplendor, cayó en desuso en la segunda mitad del siglo XII y se abandonó definitivamente hacia finales de la centuria siguiente.

Aunque la presencia de tatuajes en la región de Nubia parece ser escasa, ya en el antiguo complejo funerario de Deir el-Bahari, ubicado en la ribera occidental del Nilo, se encontraron diversas momias de alrededor del 2.000 a.C., con figuras geométricas gravadas en su piel.