Rubem Alves y Gustavo Gutiérrez, iniciadores de la Teología de la Liberación (I)
El pastor presbiteriano brasileño que, al igual que Gutiérrez, comenzó a articular una reflexión teológica muy distinta a la que se aprendía a elaborar en la inmensa mayoría de seminarios evangélicos del continente.
15 DE JUNIO DE 2018 · 08:00
La poesía es el mejor lenguaje del amor. Y Dios es amor. El mejor lenguaje para hablar de Dios es la poesía. Un lenguaje profundo que ve el mundo y ve la relación con el otro desde una dimensión y una hondura que el concepto no ofrece. Aunque no escribamos poesía, la teología misma debe ser siempre una carta de amor a Dios, a la Iglesia y al pueblo que servimos.1 G.G.
¿Y el lugar de la teología? Forma parte de esta sinfonía de gemidos: habla sobre Dios, que es la confesión de una nostalgia infinita, que brota de este cuerpo tan bueno y amigo, que puede sonreír, acariciar, plantar, tocar flauta, hacer el amor, entregarse como holocausto por aquellos a quienes ama y también hacer teología. Teología: poesía del cuerpo, sobre esperanzas y nostalgias, pronunciadas como una oración.2 R.A.
Ahora que el sacerdote dominico peruano Gustavo Gutiérrez ha arribado a los 90 años de edad el 8 de junio pasado, nuevamente vuelve al centro de la discusión la relevancia actual de la llamada teología de la liberación que él, junto con otros pensadores, inició en la segunda mitad de los años 60 del siglo pasado. Una vez más, desde los más diversos sectores del cristianismo, especialmente el católico, se está discutiendo apasionadamente si esta manera de expresar la fe en Jesús de Nazaret está viva todavía o si su tiempo de influencia (y eventual eficacia) quedó definitivamente en el pasado, como tanto insisten sus detractores. Quienes piensan diferente subrayan el hecho de que, si bien esta teología no fue universalmente aceptada por las iglesias latinoamericanas, en donde dejó mayor huella y sigue presente es en el lenguaje religioso y espiritual que inevitablemente refleja la nueva manera de expresión de la fe “en diálogo con las realidades socio-políticas” que introdujo en los ambientes cristianos.3 Lejos ya de la querella entre quienes le atribuían una excesiva utilización del pensamiento marxista y quienes la negaban, en prácticamente todos los sectores teológicos se percibe una asimilación profunda de sus postulados más visibles. Tampoco han faltado quienes la critican todavía como una escuela de pensamiento que permitió a muchos de sus exponentes ubicarse en los espacios académicos y hacer carrera para mantenerse materialmente.4
Siempre que se recuerdan los entretelones de los inicios de esta corriente se menciona la II Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) en Medellín, Colombia, en agosto y septiembre de 1968, apenas un año después del asesinato de Ernesto Guevara, el Che, en Bolivia, como la fecha crucial en ese sentido. Algunos incluyen también lo realizado por el sacerdote guerrillero colombiano Camilo Torres (compañero de estudios de Gutiérrez y muerto en 1966), como un antecedente innegable de esta teología.5 Sin negar la importancia de esa conferencia, en la que participaron varios forjadores de esta nueva teología, lo cierto es que desde varios años atrás se estaba gestando a partir de diversos movimientos, publicaciones y acciones concretas que se llevaron a cabo dentro y fuera del catolicismo. La predominancia de la visión e interpretación católica en este campo ha hecho que se olvide sistemáticamente que, desde el espectro protestante latinoamericano de origen misionero (las llamadas “iglesias históricas”) hubo varios filones relevantes, como el impulso que dio el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) a los estudios y proyectos sobre Iglesia y Sociedad. El movimiento Iglesia y Sociedad en América Latina (ISAL) fue un resultado muy notable de esta iniciativa.6
Otros estudiosos han llamado la atención al hecho de que un episodio de la teología noratlántica, bastante soslayado en ocasiones, jugó un papel importante en la conformación del tejido ideológico y doctrinal que desembocaría en el desarrollo de esta teología. Me refiero a la corriente del “evangelio social”, representada por Walter Rauschenbusch, un pastor bautista estadunidense que a principios del siglo XX publicó varias obras importantes, entre ellas, A theology for the Social Gospel (Una teología para el evangelio social, 1917).7 El teólogo presbiteriano brasileño Rubem Alves (1933-2014) tradujo y adaptó algunos textos de su libro For God and the people. Prayers of the social awakening (1910) bajo el título Oraciones por un mundo mejor.
Saturnino Rodríguez (autor del importante volumen Pasado y presente de la teología de la liberación, 1992), en uno de los sitios web que ha destacado el aniversario de Gutiérrez, reconstruye en trazos muy ágiles la trayectoria vital del teólogo peruano a fin de explicar el surgimiento de su reflexión teológica.8 Algo similar se podría hacer con Rubem Alves, el pastor presbiteriano brasileño que, al igual que Gutiérrez e incluso antes que él (el libro clásico de Gutiérrez aparecería hasta 1971), comenzó a articular una reflexión teológica muy distinta a la que se aprendía a elaborar en la inmensa mayoría de seminarios evangélicos del continente. Porque Alves fue alumno directo de Richard Shaull y testigo presencial de las grandes movilizaciones de estudiantes cristianos durante los años 50, otro de los grandes antecedentes de la teología de la liberación latinoamericana. Doctorado en Princeton, precisamente a mediados de 1968 (hace 50 años) bajo la dirección de Shaull, planteó en su tesis el concepto de “liberación” como consecuencia de un intenso análisis de las teologías de Barth, Bultmann y Moltmann, a las que criticó por su escasa pertinencia para la acción socio-política desde el punto de vista latinoamericano. Lamentablemente, el editor de su tesis en inglés modificó el título por A theology of human hope (Una teología de la esperanza humana). Su trabajo y reflexión fueron objeto de estudio, muy temprano, de una tesis doctoral del jesuita mexicano Roberto Oliveros, en la Universidad Gregoriana de Roma, titulada La humanización como creación y esperanza. Antropología teológica de Rubem Alves (1978).
Aun cuando trabajaban en líneas muy cercanas sin tener contacto entre sí, Alves y Gutiérrez se encontraron en una consulta sobre desarrollo que patrocinaron el CMI y Sodepax (Comité sobre Sociedad, Desarrollo y Paz), un organismo mixto, en Cartigny, Suiza, en noviembre de 1969. Al advertir que sus presentaciones eran muy parecidas, optaron por hacer una conferencia conjunta.9 Esa consulta la mencionó Gutiérrez en la entrevista citada, aunque sin nombrar a Alves, pero representó la conjunción de perspectivas que ambos siguieron desarrollando. Más tarde, como resultado de una visita a Estados Unidos, dio a conocer un libro junto con Shaull: Liberation and change (1977). La sección que redactó fue: Libertad y salvación: un problema político.
Desde Perú, Martín Ocaña, profesor del Seminario Bautista de Moquegua, se manifestó acerca de esta conmemoración con palabras muy puntuales: “Hace años le pregunté, mientras almorzábamos en una casa de retiro, por qué no estaba escribiendo teología sino historia (estaba por aparecer entonces su monumental obra sobre Bartolomé de las Casas). Me dijo que teníamos que leer historia, mucha historia, que no debíamos olvidar nuestra memoria, la lucha de todos aquellos contra los que negaban la vida a ‘los cristos azotados de las indias’”.10 Y concluye con una cita de Gutiérrez: “Podemos igualmente hacer del pobre una especie de ídolo. Esto sucede cuando lo idealizamos considerándolo siempre bueno, generoso, profundamente religioso, pensando que todo lo que viene de él es verdadero y en cierto modo sagrado”.11 Para cerrar con una dura crítica: “Que nunca hagamos un ídolo de los pobres o los excluidos, porque pueden llegar a serlo sobre todo si se usan sus nombres para que unos pocos mercaderes de la fe ganen dinero, viajen por el mundo dando conferencias en nombre del pobre y obtengan mayor poder del que ya tienen”.
Notas
1 Gustavo Gutiérrez en entrevista a Ángel Darío Carrero, en La Revista de El Nuevo Día, San Juan, Puerto Rico, 22 de junio de 2008, reproducida como “Cuarenta años de la teología de la liberación. Entrevista con Gustavo Gutiérrez”, en La Jornada Semanal, supl. de La Jornada, México, núm. 706, 14 de septiembre de 2008, www.jornada.unam.mx/2008/09/14/sem-angel.html.
2 Rubem Alves, en La teología como juego. Buenos Aires, La Aurora, 1981.
3 Cf. Roberto Oliveros Maqueo, Liberación y teología. Génesis y crecimiento de una reflexión (1966-1976). México, Centro de Reflexión Teológica, 1977, https://www.ensayistas.org/critica/liberacion/varios/oliveros.pdf.
4 Cf. Tahar Malik Chaouch, “Mitos y realidades sociológicas de la teología de la liberación en América Latina”, en Estudios Sociológicos, El Colegio de México, vol. XXV, núm. 73, enero-abril de 2007, pp. 69-103, http://estudiossociologicos.colmex.mx/index.php/es/article/view/443/443. Este académico de origen franco-colombiano es autor de una tesis doctoral monumental, La teología de la liberación en América Latina: campo y paradigma de una expresión histórica, en el Instituto de Altos Estudios de América Latina, París, dirigida en por Jean-Pierre Bastian, en 2005.
5 Cf. Fernando Torres Millán, “Camilo Torres, el movimiento estudiantil y la teología de la liberación”, en ALAI. América Latina en Movimiento, 17 de febrero de 2009, www.alainet.org/es/active/29047.
6 Cf. Alan Preston Neely, Protestant antecedents of y¿the Latin American theology of liberation. Tesis doctoral inédita. Washington, American University, 1977.
7 Véase Alberto F. Roldán, “El Evangelio social de Walter Rauschenbusch”, en Teología, política y sociedad, 23 de septiembre de 2010, http://teologiapoliticaysociedad.blogspot.com/2010/09/el-evangelio-social-de-walter.html.
8 S. Rodríguez, “90 años de Gustavo Gutiérrez y 50 de la teología de la liberación” (I), en Periodista Digital, 29 de mayo de 2018, www.periodistadigital.com/religion/opinion/2018/05/29/religion-iglesia-opinion-america-90-anos-gustavo-gutierrez-50-anos-teologia-liberacion-profesor-parroco.shtml.
9 “El CMI recuerda la contribución de Rubem Alves al movimiento ecuménico”, 24 de julio de 2014, www.oikoumene.org/es/press-centre/news/the-ecumenical-movement-remembers-rubem-alves-1933-2014. Cf. G. Gutiérrez, “Notes on a theology of liberation”, en Sodepax, In search of a theology of development: Papers from a consultation on Theology and Development held by Sodepax in Cartigny, Switzerland, November 1969. Ginebra, CMI, 1970.
10 www.facebook.com/martinwillman.ocanaflores.
11 G. Gutiérrez, ¿Dónde dormirán los pobres? Lima, CEP, 1997, publicado como capítulo en El rostro de Dios en la historia. Lima, Fondo Editorial PUCP-CEP-Instituto Bartolomé de las Casas-Rimac, 1996, p. 44.
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