Levando anclas
Sonreír nos hace más bellos, pero no olvidemos que las lágrimas consiguen limpiar nuestros ojos para poder ver la belleza en los demás.
01 DE ENERO DE 2015 · 13:20

Ya se fue. Un año concluso se disipa en el horizonte.
Lo presente se vuelve pasado. El futuro se tiñe de efímero hoy.
Cada comienzo de año suelo hacer mi personal lista de objetivos a cumplir. Encandilada por los 365 días que se me presentan vírgenes, tomo un lápiz rojo y escribo con mi mejor caligrafía todos los proyectos que en este nuevo año deseo sean realizados.
Sé que más de la mitad quedarán simplemente escritos, sin tener repercusión en mi vida, tan sólo formarán parte de una lista redactada con mucha ilusión, pero habrá otros de estos planes que con la inestimable ayuda de Dios verán la luz.
Tanto los que serán realizados como los que no, siguen siendo sueños por los que luchar, quimeras que en su juego de seducción harán que cada mañana intente darles un soplo de vida con el que hacerlas realidad.
Espero que este año que acaba de nacer sea propicio para todos, que aquello que nos ha turbado en los días pasados quede atrás y nos sirva como travesaños donde cimentar este nuevo viaje.
Despojándome de recelos, esbozando una temprana sonrisa, expreso sin temor que:
· Priorizar es lo más prioritario.
· Que la verdadera amistad se fundamenta en pilares sólidos de amor y perdón.
· Todos tenemos derecho a equivocarnos y es de sabios reconocer errores.
· La diferencia es hermosa. No somos piezas iguales en este inmenso puzzle.
· Sonreír nos hace más bellos, pero no olvidemos que las lágrimas consiguen limpiar nuestros ojos para poder ver la belleza en los demás.
· Cuando estamos cerca de Dios somos distintos.
· Si nunca te atreves nunca sabrás si puedes.
· Cierra los ojos y deja que el viento despeine tus temores.
· Abre los brazos y abraza.
· Corona tus días con palabras ungidas de amor, haz que Dios fluya de tus labios.
· Tomate tiempo para esperar en Él y Él hará.
· Ama a quien está a tu lado, puede que mañana lamentes su ausencia.
· Mírate al espejo y obsérvate con ojos de amor. Eres único/a.
· Saborea cada momento. La vida se compone de pequeños instantes, vívelos intensamente.
· Deja que Dios ocupe el primer lugar en ti,.
· Despiértate cada mañana con agradecimiento en tu corazón.
Brindo con un copa repleta de ilusión ante esta nueva aventura en la que nos enrolamos, puesta mi mirada en quien guía mi vida.
Deseo que vuestros brindis tengan un propósito semejante al mío, pues con los deseos de todos dirigidos en una misma dirección haremos que este año sea más hermoso y esperanzador.
¡FELIZ TRAVESÍA!
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