Pautas para el acercamiento a una teoría cristiana del conocimiento (I)

Las coordenadas que perfilan el pensamiento humano de este llamado primer mundo, en los inicios del Siglo XXI, se han acomodado sobre la base de cuatro líneas ideológicas: El SUBJETIVISMO del “Así es como lo veo yo”; el RELATIVISMO de “Todos los caminos son igualmente válidos”; el PESIMISMO del “Esto no tiene arreglo” y el MERCANTILISMO de “Si no cuesta es que no vale”. Las postu"/>

¿Y Vd. qué dice?

Pautas para el acercamiento a una teoría cristiana del conocimiento (I)

Las coordenadas que perfilan el pensamiento humano de este llamado primer mundo, en los inicios del Siglo XXI, se han acomodado sobre la base de cuatro líneas ideológicas: El SUBJETIVISMO del “Así es como lo veo yo”; el RELATIVISMO de “Todos los caminos son igualmente válidos”; el PESIMISMO del “Esto no tiene arreglo” y el MERCANTILISMO de “Si no cuesta es que no vale”. Las postu

29 DE ABRIL DE 2006 · 22:00

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Me pregunto: ¿Es que las preguntas más profundas sobre la búsqueda de la verdad, de la razón profunda del ser, han pasado por el momento a la historia? Y... ¿Usted qué dice?... Quisiera con esta serie de artículos establecer una pauta de acercamiento semanal, en forma de diálogo, a lo que sin duda alguna es también una realidad entre muchos jóvenes y no tan jóvenes. ¿Que a qué me refiero? Me refiero a esas personas que, sin ser creyentes, no se conforman a la masa, sino que tienen un ansia verdadera y genuina de saber, de preguntarse y de descubrir, no sólo las verdades cotidianas, sino también una verdad que les dé un sentido más digno a todo esto, a la vida. ¿Que qué es la verdad? –dirían algunos. Ésa es, posiblemente, la madre de todas las preguntas. Pero esa pregunta a veces se puede usar como el caparazón de una tortuga para no tener que responder, ni esperar respuesta alguna. ¿Que lo pregunta Vd. de veras? Entonces permítame que le diga que creo que hay dos grandes formas de entender el concepto de la verdad: (1) La verdad como lo verificable, es decir, como aquello que se puede, o parece que se puede, comprobar. Esto sería la veracidad, más que la verdad, la correspondencia entre lo que se nos dice y lo que podemos comprobar por nosotros mismos. Pero dejemos este concepto de verdad/veracidad, el cual, a la luz de los últimos logros del pensamiento, está bastante alicaído. Las nuevas teorías ultrasubjetivistas que se desprenden de la física cuántica marcan una nueva forma de entender la veracidad. Va a resultar que el mundo es lo que es porque yo lo pienso así, pero podría pensarlo de otra manera, y... cambiarlo. ¡Qué guay!, ¿no? ¡La vida como un video juego! Pero lo cierto es que esto no me encaja cuando cuento los muertos de las carreteras, de las guerras, de las catástrofes... Y la otra, (2) La Verdad en sentido absoluto, en sentido cristiano. Sólo he dicho “en sentido...cristiano”, no he dicho que se entregue Vd. a Cristo, si es que no lo está. Al menos no lo he dicho todavía. Además, creo que no lo diré ni una sola vez en esta serie de artículos. Me refiero a que, para muchísima gente durante muchísimo tiempo, la búsqueda de una Verdad así, no ha sido nunca la tontería que parece ser ahora. Sólo eso. Si, ya sé que esta segunda forma de hablar y de entender la Verdad es más comprometida. Le obliga a tomar decisiones. Le hace tomar partido. No le deja en paz con el mundo. ¿Verdad? En esa paz en la que parece dejarle la cómoda inexistencia de la Verdad, o, lo que es lo mismo, de que todas las verdades valen. Piense en ello. Hasta la semana que viene.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Opinión - ¿Y Vd. qué dice?