Vivir siguiendo la Palabra de Dios
Una reflexión sobre cómo vivir dejando que la Biblia moldee nuestras acciones.

En el Salmo 119:6, el salmista declara: “Entonces no sería yo avergonzado, cuando atendiese a todos tus mandamientos”. Está hablando de nuestra manera de vivir, de no sentir vergüenza cuando leemos la Palabra de Dios, cuando hablamos con Él, cuando estamos delante de su presencia.
¿Y cómo logramos esto? Viviendo de una manera justa, honrando al Señor en todo, aplicando lo que leemos en la Biblia y sabiendo que, en todo lo que hacemos —incluso en nuestro trabajo— lo hacemos en primer lugar para el Señor. Lo hacemos también para que su nombre sea exaltado, glorificado y honrado entre todas las personas, poniendo en práctica las cualidades que Él mismo nos regala, y usándolas para ayudar a otros.
Vivir de esta manera no significa que seamos perfectos, pero cuando intentamos vivir conforme a la Palabra de Dios, jamás sentimos vergüenza. Y sabemos que Dios tampoco se avergüenza de nosotros, porque Él conoce nuestro corazón y sabe que queremos honrarle en todo lo que hacemos.
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