“Lloramos con los que lloran, pero con la esperanza que Cristo da”

Este domingo 3 de agosto tuvo lugar el funeral de los tres niños que perdieron la vida en un trágico accidente ocurrido el domingo anterior, en Villanueva de la Jara (Cuenca).

Jaume Torrado, obispo ejecutivo nacional de la Federación de Iglesias de Dios en España (FIDE), envía la siguiente crónica, que reproducimos de forma íntegra a continuación:

Hoy la Iglesia de Dios de España se ha vestido de duelo, hoy hemos vivido uno de los funerales más trágicos de nuestra historia reciente.

Enterramos a Rebeca de 4 años, a Saul de 2 años y Emanuel de 8 meses, los tres perdieron la vida dramáticamente en un accidente de tráfico, donde un vehículo realizó un adelantamiento imprudente y temerario. 

Colisionó frontalmente con el vehículo de la familia Troia, causando la muerte en el acto de los tres niños y dejando muy mal heridos a Bogdan y Noemi, los papas de los niños. 

El funeral, dirigido por nuestro pastor Nati Lica de La Roda, quien acompaña desde hace muchos años al presbítero de esta congregación y abuelo de los niños, ha sido el más dramático que he tenido que vivir en todo mi ministerio. Bogdan y Noemí solicitaron estar presentes, en sillas de ruedas, con las piernas y brazo roto, con hierros que sostenían sus huesos y bolsas de hielo para reducir el dolor físico que no era comparable al dolor de sus corazones. 

Los cuerpo de los niños fueron restaurados en Zaragoza y traídos ayer para el velatorio, y hoy estuvieron sus cuerpos presentes en el funeral, estaban preciosos. Una familia unida pero destrozada por el dolor, unos padres que trataban de aferrarse a los cuerpos de sus hijos con gritos desgarradores donde literalmente se les iba la vida en cada uno de ellos. 

Varios centenares de hermanos provenientes de muchas iglesias de la región y otras de lugares distantes, especialmente rumanas, arroparon a la familia y a nuestra pequeña congregación en Villanueva de la Jara, además de vecinos y amigos, un lugar que ya no volverá a ser el mismo después de esta terrible pérdida. 

La banda de la Iglesia de Elche y varios pastores de diferentes iglesias acompañamos y participamos durante el funeral, que concluyó con una marcha detrás de los tres coches fúnebres hasta el cementerio, donde se dio sepultura a los cuerpos, los tres juntos, y a medida que se introducían los féretros se soltaba una paloma blanca, y los papas pronunciaban los nombres de sus hijos de forma desgarradora bajo un sol de justicia. 

Hemos tratado de acompañar a nuestra iglesia, y llevar consuelo a nuestros hermanos, pero van a necesitar mucho más acompañamiento y muchas oraciones. Voy a rogar a todas nuestras iglesias que se mantengan en oración por toda la familia Troia, por toda nuestra congregación de Villanueva de la Jara y por el pastor Nati Lica que tendrá que estar cerca de ellos. También por Bogdan y Noemí, que si bien milagrosamente salvaron sus vidas, hoy deben aprender a vivir sin sus hijos y encontrar el consuelo y la fuerza en Jesucristo.  Oremos también porque ambos deben de pasar por cirugías, y deben de recuperarse de otros traumatismos que han tenido. 

Hoy lloramos con los que lloran, pero lo hacemos con la esperanza que solo Cristo nos puede dar. 

Gracias a todos por sostener a nuestros hermanos en oración. 

Jaume Torrado