Ruge ronco, retumba, el barranco
En el estrecho trecho del lecho de la noche la lluvia lo tapa todo, la lluvia lo oculta todo, la lluvia es un sudario blanco.
02 DE NOVIEMBRE DE 2024 · 08:00

Brama la brisa de octubre su llanto,
se desgarra la tierra, los montes se rompen.
Ruge ronco, retumba, el barranco.
En el estrecho trecho del lecho de la noche
la lluvia lo tapa todo,
la lluvia lo oculta todo,
la lluvia es un sudario blanco.
Baja la muerte cabalgando.
Galopa
la muerte, galopa desbocada
sobre caballos de roca.
Y nadie sabía nada.
La muerte blande su alfanje
de barro.
Guadaña de lodo, corre calle
abajo.
En la ladera las niñas miran y sonríen.
Las voces vibran, sueñan, callan...
no es bueno estar triste.
Y nadie sabía nada.
La muerte golpea sin ojos,
ciega de rabia.
Sólo quiere ver despojos
en el agua.
Coro de hombres que gritan y lloran.
Las casas son ataúdes o balsas,
rumor de estruendo de olas.
Y nadie sabía nada.
La muerte es ya siempre
una osamenta de barro
entre las barracas.
Ánfora rota, camino gris vacío de carros
y guirnaldas.
Cientos de cuerpos en el cieno,
tantas familias desgarradas.
Miles de gélidos silencios
desde Paiporta a Mestalla.
Millones de preguntas al cielo.
Y nadie sabía nada.
Señor, Tú perdiste a tu Hijo
en la noche mala.
Sabes del dolor sin resquicios
que parte las entrañas.
Por eso, algún día,
Dios mío, algún día dime por qué,
por qué nadie sabía nada.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Mirad@zul - Ruge ronco, retumba, el barranco