El miércoles 28 de junio, la iglesia evangélica de Filadelfia en la ciudad de Marsella (Francia) sufrió un ataque en su lugar de culto.

Cuando el pastor llegó, descubrió que se había forzado una entrada. En el interior, las puertas estaban rotas y las ventanas destrozadas. La sala de culto de la congregación también había sido destrozada.

En lo que claramente parecía ser un incidente anticristiano, los atacantes habían dejado mensajes escritos como “Jesús no es Dios” y “El último profeta fue Mahoma”.

El Consejo Nacional de Evangélicos de Francia (CNEF) comunicó su solidaridad con la iglesia. Su director de comunicación, Romain Choisnet, expresó su “apoyo y oraciones por el pastor y su esposa, que se sienten devastados por este ataque”.

L'Église protestante évangélique Philadephie à Marseille a été vandalisée cette semaine. Une plainte a été déposée par le pasteur, par ailleurs membre du CNEF13.

Un acte manifestement anti-chrétien :
"Le dernier prophète c'est Mohamed"
"Jésus n'est point Dieu" pic.twitter.com/8yApy8zE9x

— Romain CHOISNET (@comcnef) June 30, 2023

El ataque fue denunciado a la policía.

Disturbios en Francia

No está claro si este acto de vandalismo contra la iglesia evangélica de Marsella está relacionado con los disturbios que estallaron en Francia tras la muerte de un joven de 17 años en los suburbios de París el 27 de junio, que sufrió un disparo de un policía que intentaba arrestarlo.

A pesar de los llamamientos a la calma por parte de las autoridades, grandes grupos de personas han atacado comisarías, edificios públicos, empresas, en muchas ciudades de Francia, incluida Marsella.

Los cristianos evangélicos han pedido en un comunicado que se ore por el “consuelo” de los familiares del joven asesinado, que “la justicia siga su curso normal”, y que “las fuerzas del orden que se enfrentan a la violencia sean resguardadas física y moralmente”.

Lee el comunicado completo de la CNEF sobre los disturbios en Francia aquí.