Elecciones en Nigeria: “Esperad algo de violencia y muchas acusaciones de manipulación por todas las partes”
Las votaciones en el país más poblado de África representan siempre un desafío para la política internacional. En esta ocasión, señalan voces desde el territorio, la polarización es especialmente elevada.
ABUJA · 23 DE FEBRERO DE 2023 · 11:00
Si hay un evento electoral que consiga centrar la atención de la comunidad internacional en la política africana son las presidenciales en Nigeria. El país más poblado del continente (220 millones de personas), y la principal economía creciente, con abundantes reservas de petróleo, celebra comicios este 25 de febrero para escoger al que será su próximo presidente hasta 2027.
Unas elecciones que en los últimos años ya han planteado una complejidad especial, tanto con la segunda victoria del hasta ahora presidente Muhammadu Buhari en 2019, como con la derrota en 2015 del Partido Democrático del Pueblo (PDP), que supuso que por primera vez la oposición gobernase en el país y dejó centenares de muertos. También los comicios de 2011 acabaron con unas 800 personas asesinadas por los enfrentamientos entre partidarios de diferentes candidatos.
Las votaciones de ahora no rebajan la tensión. De hecho, en las últimas semanas, el Congreso de Todos lo Progresistas (ACP, por sus siglas en inglés), el partido en el gobierno, ha denunciado una supuesta reunión entre el candidato del PDP, Atiku Abubakar, y el ejército para organizar un posible golpe de Estado. “Las Fuerzas Armadas de Nigeria nunca formarán parte de ningún complot desleal para truncar nuestra democracia, que tanto nos ha costado conseguir”, ha señalado el portavoz del Cuartel General de Defensa de Nigeria, el general de brigada Tukur Gusau, en respuesta a las acusaciones.
“Entre el público en general existe la percepción de que estas elecciones se caracterizarán por la violencia”, explica a Protestante Digital un cristiano estadounidense que ha trabajado en dos universidades públicas en Nigeria desde 1988 y que ahora mismo trabaja en una universidad en el norte del país.. A título personal remarca que de estos comicios podemos esperar “algo de violencia y muchas acusaciones de manipulación por todas las partes”.
Musulmanes como principales candidatos
El hasta ahora presidente Muhammadu Buhari arrebató en 2015 la presidencia al católico Goodluck Jonathan. McCain recuerda que Jonathan “se dio cuenta de que las encuestas estaban en su contra y que, en lugar de fomentar más confusión y violencia, era mejor conceder las elecciones”.
No parece ahora que vaya a revertirse la tendencia y que Nigeria vuelva a tener un presidente cristiano, ya que los candidatos de los dos principales partidos son musulmanes. El que fuera gobernador de Lagos entre 1999 y 2007, Bola Tinubu, encabeza la candidatura del APC, mientras que el ex-vicepresidente de Nigeria también entre 1999 y 2007, Atiku Abubakar, la del PDP. “No veo mucha lealtad partidista en Nigeria. Desde mi punto de vista, hay muy poca filosofía de partido, por lo que los políticos saltan de un partido a otro con bastante frecuencia. Lo hacen, no por las creencias y la filosofía del partido, sino por las ventajas que perciben de pertenecer a ese partido”, añade el líder cristiano del norte que ha preferido conservar su anonimato por motivos de seguridad..
“No estoy seguro de que podamos decir que es una tendencia porque no parece que la política de partidos esté profundamente arraigada en el país. Sin embargo, creo que es una realidad que si la votación es libre y justa, es probable que la gente vote en contra del partido gobernante porque no están satisfechos con la actuación del gobierno actual”, remarca. No obstante, Abubakar ya perdió las últimas elecciones frente a Buhari, que consiguió un segundo mandato.
Lo que tampoco parece que se rebajará es la media de edad, dado que ambos son septuagenarios. El componente étnico, recuerda el profesor cristiano de una universidad en el norte, también es clave para comprender la complejidad electoral en el país más poblado de África. “Los nigerianos son extremadamente leales a las personas de su propio grupo étnico y, en menor medida, a las personas de su propia religión. Pero todavía lo son menos a los partidos políticos”, dice este líder cristiano..
La única opción para ver un presidente cristiano en el complejo de Aso Rock (la residencia oficial del mandatario nigeriano) es la candidatura de Peter Obi, del Partido Laborista, ex-gobernador de Anambra entre 2007 y 2014. Su partido solo cuenta con dos diputados y un senador en las principales Cámaras estatales, aunque eso no es algo que influya en las votaciones para las presidenciales.
Entonces, ¿qué votan los cristianos en Nigeria?
La intención de voto de la población cristiana en Nigeria (cerca o poco más de la mitad de la demografía total) es tan incierta como puede serlo en casos como el de los evangélicos en Brasil. De hecho, para muchos la condición religiosa del candidato ni siquiera es determinante para decidir su sufragio. Por ejemplo, señala el profesor cristiano de una universidad en el norte del país, “Buhari ganó las elecciones hace ocho años con un gran apoyo de los cristianos y de la gente del sur porque recordaban con cierta admiración cómo era de estricto y justo cuando era jefe del Estado militar”.
“En el momento de las elecciones, [Nigeria] sufría la guerra con Boko Haram y había otros focos de violencia en todo el territorio. La gente estaba cansada de la violencia y pensó que este ex-militar sería la mejor persona para resolver este problema. Por desgracia, a los ojos de la mayoría de personas con las que hablo, que obviamente son cristianas, se han llevado una gran decepción. Boko Haram ha sido destruido en gran medida, pero su hermano gemelo, el Estado Islámico de la Provincia de África Occidental (ISWAP, por sus siglas en inglés), continúa, de la misma manera que Boko Haram”, subraya el líder cristiano estadounidense afincado en Nigeria.
En este sentido, este académico de una universidad en el norte de Nigeria que atiende a las preguntas de Protestante Digital a título individual considera que ha habido una mejor gestión del pluralismo autóctono bajo el gobierno de presidentes cristianos como Olusegun Obasanjo o Goodluck Jonathan. “Creo que los presidentes Obasanjo y Jonathan hicieron un trabajo razonablemente bueno, siendo justos y garantizando que todas las voces estuvieran en la mesa. No estoy seguro de que Buhari haya tenido tanto éxito. Creo que el sentimiento general entre los cristianos nigerianos es que el propio Buhari es una persona bastante sencilla y que no es corrupto ni un musulmán extremista. Sin embargo, es bastante mayor, un líder débil y muchas personas que son corruptas y que impulsan la agenda islámica han adquirido puestos en su administración”, considera. “Él mismo tiene una agenda muy norteña, hausa-fulani. Aunque puede haber algo de eso en las administraciones cristianas, creo que hubo un mayor intento de ser justos de lo que vemos actualmente”, agrega.
Según este profesor, “hay muchos cristianos, y un número significativo de musulmanes, que creen que el candidato presidencial Peter Obi es la solución para Nigeria”. “La opinión general es que es más justo que los otros dos candidatos. El del APC, Tinebu, ha roto con la tradición al elegir a un musulmán del norte como vicepresidente en lugar de a un cristiano, para que haya un binomio musulmán-musulmán. Esto ha enfadado a la mayoría de la población cristiana y eso, entre otras cosas, ha abierto la puerta a Obi para tener una oportunidad razonable de ganar las elecciones. Si las elecciones son libres y transparentes, creo que hay muchas posibilidades de que Obi gane”, asegura.
Desde la Asociación de Cristianos de Nigeria (CAN, por sus siglas en inglés), que aunque es de carácter mayoritariamente católica también representa a buena parte de la diversidad de las familias cristianas en el país, se han mostrado neutrales de cara a la votación y han exigido a la Comisión Nacional Electoral Independiente que no se permita el más mínimo margen de error. “La comisión no tiene excusa para fracasar. Cuatro años es tiempo suficiente para que haya perfeccionado el proceso y eliminado los fallos que presentaban en las elecciones anteriores”, dicen.
En un comunicado con el título “La CAN pide elecciones pacíficas en 2023”, el arzobispo católico y presidente de la asociación, Daniel Okoh, se ha unido “al llamamiento a los ciudadanos para que se resistan a cualquier intento de causar discordia y desafección ante las próximas elecciones generales”. “Debemos ver las elecciones como un momento de transición pacífica del liderazgo y no de guerra. En consecuencia, es necesario que todos y cada uno de nosotros dejemos a un lado el fanatismo religioso y étnico y permitamos que prevalezca la voluntad de Dios”, añade.
Violencia y economía: claves electorales
La seguridad y la situación económica son dos de los factores que cualquier nigeriano tendrá en cuenta a la hora de decidir su voto. A pesar de ser considerada por muchos la potencia económica emergente en África, llamada a sustituir a Sudáfrica, la situación económica en Nigeria presenta desequilibrios y falta de garantías. Por un lado, es el país africano en el que se han financiado más empresas emergentes en 2022, con más de 1.200 millones de dólares de inversión. Sin embargo, aunque las grandes reservas de petróleo nigerianas atraen a muchos inversores al país, el gobierno de Abuya no ha podido evitar el impacto de la inflación, que en enero de 2023 ha situado la tasa de variación anual del IPC en un 21,8%, es decir, cinco puntos más que en diciembre de 2022.
El encarecimiento de la vida también ha llegado a la sociedad nigeriana, que además vive una crisis de efectivo de su propia divisa, la naira, que ha obligado al gobierno a permitir la circulación de billetes antiguos.
A esto se le suma las dificultades que tiene la población juvenil para acceder a un empleo. Una población juvenil que será determinante en los resultados electorales, ya que representan más de un tercio de los 93,4 millones de votantes. A principios de 2021, según el Instituto Nacional de Estadística de Nigeria, la tasa de desempleo juvenil en Nigeria se situaba en el 53,4%.
Otro factor clave es el de la seguridad y la violencia. Por ejemplo, solo en el Estado de Zamfara, en el último trimestre de 2022 se produjeron 1.090 secuestros según The New Humanitarian. A lo largo de 2021, Protestante Digital informó también sobre el masivo secuestro de 140 alumnos en la escuela bautista Bethel, en el Estado de Kaduna.
¿Perspectivas de cambio en la persecución religiosa?
Aunque la religión es un factor a considerar en las elecciones, las candidaturas no han dado grandes muestras de cambio en la situación de persecución religiosa que vive una parte de la población cristiana en el país. En este sentido, el segundo mandato de Buhari ha estado marcado, por ejemplo, por manifestaciones multitudinarias de cristianos pidiendo al gobierno seguridad y secuestros de cristianos, como el de la escuela Bethel en Kaduna o el del máximo responsable de la Iglesia Metodista en Nigeria.
Desde el norte, el profesor de universidad cristiano que ha accedido a responder las preguntas de este medio matiza que es cierto que hay persecución contra los cristianos en Nigeria “desde hace muchas décadas, especialmente en el norte”. “Los indígenas cristianos no pueden obtener becas de los gobiernos de los estados del norte, controlados por musulmanes. Los cristianos no pueden acceder a terrenos para construir sus iglesias. Los cristianos no pueden enseñar religión cristiana en las escuelas públicas de algunos estados del norte, aunque forme parte del plan de estudios. Y, a veces, las crisis étnicas se vuelven cada vez más religiosas, de modo que no solo se ataca a los miembros del otro grupo étnico, sino especialmente a los cristianos del otro grupo étnico”, explica. No obstante, remarca, “la mayoría de problemas en Nigeria son más étnicos que religiosos”.
Este líder cristiano recuerda el 60% de las víctimas de las organizaciones yihadistas que operan en territorio nigeriano son musulmanes e insiste en el factor étnico. “La mayoría de los conflictos que hemos experimentado especialmente en el cinturón central, son étnicos, políticos y religiosos, en este orden”, puntualiza.
“El conflicto más conocido es el de los pastores fulanis contra los agricultores locales, la mayoría de los cuales pertenecen a grupos étnicos más pequeños y son cristianos. Estos conflictos suelen acabar en incendios de iglesias o mezquitas, pero hay que recordar que en esta parte de África hay poco laicismo. Una iglesia o una mezquita es simplemente el símbolo de esa otra parte de la sociedad. Así que para el mundo exterior, cuando se quema una iglesia, se ve como una persecución a la iglesia. Sin embargo, desde mi perspectiva, esto no es más que la continuación de una antigua crisis. Durante cientos de años, los fulanis han estado luchando con los agricultores locales cuando su ganado entra en las granjas de la población local. Un granjero local dispara a una vaca y los fulanis toman represalias atacando la aldea del granjero. Los ataques de venganza se intensifican y nunca desaparecen”, resume.
Cristianos armados para autodefenderse
“Sí, hay pastores e iglesias que se arman. Uno de mis colegas fue a una reunión de la Fraternidad Pentecostal de Nigeria hace unos años y una buena parte de la discusión fue sobre conseguir armas para proteger sus iglesias. Incluso utilizaban nombres en clave para ciertas armas. Una escopeta de dos cañones se llamaba “King James”. Personalmente he estado muy preocupado por la radicalización de algunos pastores por estas crisis”, explica el profesor cristiano de una universidad en el norte. “No tengo conocimiento personal de quién y tiene o no armas entre los líderes cristianos, pero creo que es bastante común que muchas iglesias se han armado. Y creo que es bastante común que mucha gente tiene armas en sus casas, aunque sea ilegal. Creo que la mayoría de los que poseen armas las ven específicamente para la autodefensa”, añade.
Aunque ni desde la CAN ni desde ninguna otra organización que reúna a diferentes confesiones y denominaciones cristianas del país han hecho nunca una defensa pública del uso de armas, este profesor señala que “algunos cristianos, incluidos algunos pastores, parecen estar volviendo a sus viejas prácticas tradicionales del uso de las armas y las represalias, en lugar del enfoque más pacífico enseñado por Jesús”. “En Nigeria se suele argumentar que la iglesia del norte de África se perdió a manos de los musulmanes. Algunos líderes musulmanes han declarado públicamente que no estarán satisfechos hasta que hundan sus espadas en el océano Atlántico, habiendo conquistado toda Nigeria para el islam. Algunos cristianos creen que el empuje hacia el sur del islam debe ser detenido aquí mismo, en el cinturón medio, y debe ser detenido por la fuerza si es necesario”, añade.
Por eso la cuestión de la seguridad está vinculada al hecho religioso en estas elecciones. “Hay una sensación en la comunidad [cristiana] de que debido a que el gobierno no puede protegerlos, tendrán que protegerse a sí mismos. Esa sería sin duda una de las motivaciones para conseguir armas. Es solo un pequeño paso del argumento que dice que ya que el gobierno no proporcionará justicia en la sociedad, se tomarán las cosas en sus propias manos y se asegurarán de que se haga justicia a los autores de la violencia étnica y religiosa”, subraya.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Internacional - Elecciones en Nigeria: “Esperad algo de violencia y muchas acusaciones de manipulación por todas las partes”
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