Se espera que Giorgia Meloni se convierta en la primera mujer Primera Ministra de Italia, tras ganar su patido, Fratelli d'Italia, las elecciones parlamentarias celebradas este pasado domingo.

La presidenta de Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia, nombre tomado del himno nacional) recibió el apoyo del 26,1% de los votos, en unas elecciones marcadas por la participación más baja de la historia (64%, por debajo del 73% en 2018, que también fue un mínimo histórico). Esta abstención muestra el cansancio de la población italiana con su élite política, con seis gobiernos diferentes en una década.

Tras la caída del gobierno tecnocrático de Mario Draghi en julio, los socios de Meloni en su coalición de extrema derecha serán el exministro del Interior Matteo Salvini y el exprimer ministro Silvio Berlusconi, que obtuvieron malos resultados, con un 8% de los votos. No obstante, los tres partidos políticos tendrán mayoría en el parlamento (alrededor de 240 de 400).

El PD socialdemócrata del ex primer ministro Enrico Letta ocupó el segundo lugar con un decepcionante 19%, seguido en tercer lugar por el movimiento Cinco Estrellas de Giuseppe Conte con un 15%.

El partido de Meloni ha sido descrito a menudo por los medios internacionales como de extrema derecha y nacionalista. En su juventud fue militante de movimientos neofascistas pero recientemente ha dicho que el fascismo en Italia pertenece al pasado. Tiene experiencia de gobierno como Ministra de la Juventud entre 2018 y 2020.

Tras su victoria, prometió gobernar “para todos los italianos con el claro objetivo de unir a este pueblo”.

La primera mujer en dirigir Italia

Durante la campaña, se centró en temas candentes como el aumento de los costos de la energía, el desempleo, las “élites tecnocráticas” que impusieron las fuertes restricciones de Covid-19, la inmigración ilegal y las ideologías progresistas que chocan con los valores cristianos tradicionales. Los analistas dicen que su estilo populista la ha ayudado a conectar emocionalmente con los votantes desencantados.

Meloni, proveniente de un barrio de clase baja de Roma, explicó en sus memorias que su madre estuvo cerca de abortarla pero cambió de opinión para convertirse en madre soltera. Ella misma, madre de una niña de seis años y pro-vida en su narrativa, también se opone a la ideología de género.

La próxima Primera Ministra no está casada con su pareja, pero se define a sí misma como una cristiana católica romana que a menudo no asiste a misa los domingos. Meloni dijo que tiene un gran interés en los ángeles, que tiene muchas de esas imágenes en su casa y en las oficinas donde trabaja, esperando protección. Meloni dice que la lealtad y la determinación en los valores tradicionales son las fortalezas clave de un político.

Conexiones en Europa

El partido ha sido claro en su apoyo a Ucrania contra la invasión rusa, aunque sus socios de coalición más pequeños (Salvini y Berlusconi) han expresado a menudo su admiración por Vladimir Putin.

Giorgia Meloni también ha exigido a la Unión Europea que respete más a Italia aunque su partido no aboga por salir de la Unión. En el continente, Georgia Meloni ha construido alianzas con el líder húngaro Viktor Orbán, la francesa Marine Le Pen y el partido Vox en España.

Una perspectiva evangélica

Antes de las elecciones, el líder evangélico Giacomo Ciccone lamentó la fragmentación de la sociedad italiana. En una entrevista con Protestante Digital, djo que “probablemente Fratelli d'Italia será recompensada electoralmente por la linealidad y simplicidad de sus posiciones en oposición a los cambios retorcidos de los otros partidos durante la última legislatura”.

El presidente de la Alianza Evangélica de Italia (AEI) dice que los cristianos del país “necesitan desarrollar una alternativa sociopolítica eficaz que se nutra del Evangelio”. “Nuestro documento "Por el bien de Italia" (2008), así como nuestro compromiso por la libertad religiosa, la familia, la separación de Iglesia y Estado y el pluralismo social van en esta dirección”.