La UE ignora la petición de renovar el cargo del enviado especial para la Libertad Religiosa

La Unión Europea ha estado enviando señales de que no sigue interesada en edificar su capacidad para promover la libertad religiosa más allá de sus fronteras. El rol del enviado especial de la Unión Europea para la Libertad Religiosa y de Creencia fue creado en 2016, bajo una Comisión Europea liderada por Jean-Claude Juncker.

El excomisario europeo y exministro eslovaco Ján Figel’ fue designado para el cargo por un mandato de cuatro años, desempeñando el rol de visitar a países fuera de la Unión Europea para encontrarse con gobiernos, grupos sociales, organizaciones de los derechos humanos y líderes religiosos en esta cuestión de derechos humanos. 

Al finalizar su mandato en noviembre de 2019, Figel’ había visitado 17 países y había abordado varias crisis difíciles de libertad religiosa. Según Christian Solidarity Worldwide, tanto Asia Bibi como Peter Jasek han reconocido que el trabajo de Ján Figel’ ha sido clave para garantizar su libertad: “La Comisión Europea había enviado una señal contundente a todos sus socios internacionales sobre la eficacia y los resultados concretos que el enviado especial produce para la Unión Europea y el enfoque internacional más amplio basado en los derechos humanos. No renovar el mandato enviaría mensajes mixtos y renunciaría a cuatro años de trabajo constructivo”, remarcan desde la organización.

En este momento, muchos han llegado a la conclusión de que la posición de enviado especial de la Unión Europea para la Libertad Religiosa y de Creencia desaparecerá en la nueva Comisión de Ursula von der Leyen. La Alianza Evangélica Europea, que representa a 23 millones de cristianos evangélicos en Bruselas, ha abogado, junto con la Plataforma Europea contra la Intolerancia Religiosa y la Discriminación (EPRID, por sus siglas en inglés), para que se renueve el cargo. Su representante en la capital belga, Arie de Pater, ha respondido a unas preguntas en Evangelical Focus.

Pregunta: ¿Cómo evalúas el trabajo de Ján Figel’ durante cuatro años promoviendo la libertad religiosa fuera de la Unión Europea?

Respuestas: El señor Figel’ es diplomático y gracias a sus habilidades diplomáticas dar forma al cargo de enviado especial de la Unión Europea para la Libertad Religiosa y de Creencia e implementarlo de manera efectiva. El señor Figel’ se encontraba en la dirección general de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Unión Europea y, como tal, no estaba relacionada directamente con el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) y el Alto comisionado, el representante especial para los Derechos Humanos o los expertos de los países. Él ha podido establecer buenas relaciones con estos departamentos. Teniendo en cuenta, especialmente, el tiempo limitado y los recursos disponibles, ha realizado 16 o 17 visitas a países y ha podido abordar varias situaciones delicadas.

P: ¿Habéis tenido oportunidades de trabajo junto al enviado especial?

R: Hemos estado regularmente en contacto con el señor Figel’ y su asistente en Bruselas.

P: ¿Por qué crees que la Unión Europea no está respondiendo a las peticiones para renovar la figura de enviado especial? ¿Hay grupos que preferirían que la Unión Europea no tuviese un representante para las relaciones exteriores en el área de la libertad religiosa y de creencia?

R: El enviado especial de la Unión Europea para la Libertad Religiosa y de Creencia tuvo un inicio bastante difícil, ya que el presidente de la Comisión Europea anunció la creación del cargo durante un encuentro con el Papa. Sorprendió a muchas personas (incluidos los funcionarios del SEAE) y suscitó la sospecha de que el mandato se centraría principalmente en los cristianos perseguidos, en lugar de en la Libertad Religiosa y de Creencia para todos.

Aunque el señor Figel’ ha hablado en una amplia variedad de reuniones, incluidas las organizadas por entidades no religiosas, estas organizaciones todavía sentían que estaba más interesado en la libertad religiosa que en la libertad de creencia. Y no todos en las instituciones de la Unión Europea están convencidos de que necesitamos un enviado especial para la Libertad Religiosa y de Creencia, además del trabajo del representante especial para los Derechos Humanos.

P: ¿Qué retos hay por delante en el área de la libertad religiosa que ponen de manifiesto la necesidad de un enviado especial de la Unión Europea?

R: No renovar el cargo daría una señal errónea a esos países en los que la libertad religiosa y de creencia está en riesgo, como si ya no fuese una prioridad para la Unión Europea, y el representante especial para los Derechos Humanos debería trabajar muy duro para mostrar que todavía lo es. 

Los desafíos generales para la libertad religiosa y de creencia son darla por sentado o tomarla como un caballo de batalla de los grupos religiosos. En ambos casos, no lo tomaremos lo suficientemente en serio como un derecho humano. A nivel mundial, la libertad religiosa y de creencia está bajo amenaza y realmente no está mejorando. En todo el mundo, tanto los grupos religiosos como los no religiosos enfrentan limitaciones de su libertad. Es importante que la Unión Europea lideres el ejemplo en esto y demuestre que la libertad religiosa y de creencia es un derecho humano precioso para todas las personas.

La libertad de pensamiento, de conciencia y religión está vinculada a otros derechos humanos y es fundamental para una sociedad abierta y libre. Por eso parece justificado un esfuerzo especial para promover y defender este derecho por parte de la Unión Europea.