Los cristianos de Hong Kong piden oración ante “el totalitarismo que viene”
En la ciudad, el desconfinamiento se produce en paralelo a nuevas manifestaciones masivas.
HONG KONG · 02 DE JUNIO DE 2020 · 17:30
La aprobación de la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong por parte del gobierno chino, el pasado 28 de mayo, ha generado una nueva oleada de protestas en la ciudad asiática que han acabado con las fuerzas de seguridad disparando gas lacrimógeno sobre los manifestantes y con 360 personas detenidas, según el medio local Hong Kong Free Press, un centenar de las cuales son menores de edad.
Algunos de los puntos del documento, según ha publicado la agencia gubernamental de noticias Xinhua, son la adopción de “las medidas necesarias para establecer y mejorar el sistema de ‘un país con dos sistemas’ y los mecanismos de aplicación de la Región Administrativa Especial de Hong Kong para salvaguardar la seguridad nacional, así como prevenir, detener y sancionar actos y actividades que pongan en peligro la seguridad nacional”, la oposición a cualquier “interferencia” por parte de una “fuerza extranjera” y la obligación de la ciudad de “salvaguardar la soberanía nacional, la unidad y la integridad territorial” y de “informar periódicamente al Gobierno Popular Central”. Todo ello, señalan con el fin de “prevenir, detener y castigar efectivamente los actos y actividades para dividir el país”.
El texto ha sido catalogado de “decisión desastrosa” por el secretario de Estado de la Casa Blanca, Mike Pompeo, que en una declaración institucional ha asegurado que la aprobación de la ley por parte de la Asamblea Popular Nacional de China “es la última de una serie de acciones que fundamentalmente minan la autonomía y la libertad que China prometió a Hong Kong en la Declaración Conjunta Sino-Británica de 1984”. Las palabras del gobierno estadounidense, sumido en una crisis por las manifestaciones históricas a causa del asesinato de George Floyd, no han sentado nada bien en Pequín, que ha acusado a Estados Unidos y a Reino Unido ante la ONU de “hacer comentarios injustificados, interfiriendo y obstruyendo para su propios propósitos políticos”. “Cualquier declaración o acción que perjudique los intereses de China se encontrará con un firme contraataque”, ha señalado el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Zhao Lijian.
Una ciudad en plena desescalada
La reanudación de las protestas en Hong Kong no se ha hecho esperar tras las primeras medidas para el desconfinamiento a causa de la epidemia del coronavirus. “La situación es bastante estable en Hong Kong. De hecho, no tenemos una propagación seria del virus en la sociedad. Podemos mantener nuestras actividades sociales bajo cierto control”, explica a Protestante Digital el representante de la Comunidad de Estudiantes Evangélicos de Hong Kong (FES, por sus siglas en inglés), Barry Cheung.
La ciudad, que a fecha del 1 de junio tenía registrados 1.088 casos desde que se contabilizase el primero, el 23 de enero, según datos oficiales del gobierno regional, ha ido adoptando diferentes medidas de desconfinamiento durante las últimas semanas, aunque todavía hay limitaciones. Por ejemplo, las llegadas de viajeros de Taiwán, Macao y China siguen estando restringidas hasta el 7 de junio, y para los viajeros de otros países la prohibición de viajar a Hong kong se alarga hasta el 18 de septiembre. De hecho, según la prensa local, las autoridades han decidido ampliar la restricciones en cuanto al distanciamiento social al haber registrado un leve repunte de infectados y no permiten, por ejemplo, encuentros de más de ocho personas. “Esperamos poder reunirnos en persona pronto. Tenemos previsto reiniciar nuestros cultos presenciales a partir del 7 de junio”, asegura el pastor de la Iglesia Anglicana Shatin, Heewoo Han.
Como comunidad, dice Han, han mantenido los cultos a distancia y han desarrollado actividades especiales también online, como la celebración de la Pascua, un coro virtual, testimonios grabados en vídeo y un culto conjunto online para toda la ciudad con otras iglesias. “Hemos atravesado una serie de etapas de pena, como la ira, la negación, la negociación, la depresión, la aceptación y la nueva normalidad. Pero, también, muchos de nosotros lo hemos tomado como una oportunidad para descansar, pasar más tiempo en familia, enfocarnos en evangelizar a través de la tecnología y pasar tiempo concentrándonos en Dios”, señala. “Estamos agradecidos de poder abrir otra vez”, añade.
La apertura de los centros de culto, como en otro países, se prevé gradual y, tal y como apunta Cheung, “algunas iglesias están considerando mantener una parte de sus actividades online después de que se reanuden los encuentros presenciales”.
Las iglesias colaboran con los más vulnerables en medio de la crisis
Como en otros países, las iglesias de Hong Kong también se han implicado en las necesidades sociales que han surgido a raíz de la irrupción de la epidemia. “Hemos creado un fondo de 35.000 euros para ayudar especialmente a nuestros misioneros y miembros de la iglesia más afectados”, afirma Han. A pesar de ser una iglesia angloparlante y de clase media, subraya su pastor, la comunidad de Shatin también “ha participado en un campaña” y ha distribuido “ 30 cajas con bienes,incluyendo mascarillas, juguetes y alimentos en conserva”.
También Cheung confirma que, aunque “muchas iglesias en Hong Kong son de clase media” y “no entienden la situación de vida de los pobres”, durante este tiempo “han aprendido a ser más humildes para enriquecer su experiencia alcanzando a las minorías y pudiendo ampliar su visión de la misión y el ministerio”.
“La ley de Pequín hará difícil disfrutar de libertad de expresión”
“Personalmente, he disfrutado este tiempo en el que las protestas han cesado”, explica Han, que considera que “se acercan más protestas”. Precisamente este junio se cumple un año del inicio del actual movimiento de protestas que durante los últimos doce meses ha trasladado la situación de la ciudad a las principales portadas de la prensa internacional y que la ha convertido como un herramienta de uso en el transcurso de la relaciones diplomáticas entre China y Occidente.
En paralelo a la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional desde Pequín, el gobierno regional también ha prohibido por primera vez en 30 años la vigilia anual por la masacre de Tiananmen. Los cristianos en la ciudad se preparan para un contexto de mayor control. “Pequín ha promulgado la Ley de Seguridad Nacional, que hará que para la gente de Hong Kong sea muy difícil disfrutar de libertad de expresión o del derecho de reunión”, señala Han. “Esto va a ser difícil para la ciudad y estoy seguro de que solo provocará más protestas. El gobierno de Hong Kong no está gestionando muy bien esta crisis y la percepción es que es realmente una extensión de Pequín, a pesar de que se supone que la ciudad disfruta de un grado mayor de autonomía hasta 2047”, añade Han.
Para Cheung, a pesar de los cientos de detenciones de los últimos días, la tensión irá a más. “La presión política es más seria y explícita, así que la gente de Hong Kong mantiene las protestas de diferentes maneras. Las fuerzas policiales son más brutales ahora que antes. El gobierno de Hong Kong no puede tomar el rol de representar a la ciudad sino que solamente rinde su voluntad a las órdenes de Pequín”, remarca Cheung, que indica que algunos sectores cristianos ya se han añadido a las movilizaciones. “Los cristianos experimentarán otra etapa de desafío en su fe. Por favor, orad para que los cristianos de Hong Kong mantengan su fe ante el totalitarismo que viene”, señala.
También, reflexionando una vez más sobre la implicación de la iglesia en la situación de la ciudad, el pastor de Shatin manifiesta que “queremos crecer en madurez y en amor al Señor, para que podamos resistir a los cambios políticos que quizá se produzcan en los próximos días”. “Queremos estar preparados para cuando China tome el control total de Hong Kong, pero más que eso, queremos estar preparados para el regreso de nuestro Señor. No creo que esa segunda venida sea más inminente que hace 2000 años, pero debemos estar preparados para ello cada día”, asegura Han.
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