El primer foro católico-musulmán concluye pidiendo un sistema financiero «ético»

El primer foro de líderes católicos y musulmanes convocado por el Vaticano concluyó con un pedido público a favor de un sistema financiero "ético" ante la pobreza que reina en numerosos países del mundo. La declaración suscrita por los líderes de ambos credos de los cinco continentes, resumida en 15 puntos, reitera la importancia de la "libertad religiosa" y "de conciencia" y pide el "respeto de la vida humana" en "todos sus estadíos". El foro, que congregó a 29 delegados de cada religión, se celebró en un "clima cariñoso y cordial", sostiene la declaración divulgada después del encuentro en el Vaticano con el papa Benedicto XVI. El texto condena "la opresión, la violencia y el terrorismo, en particular el cometido en nombre de la religión" y defiende el principio de "la justicia igual para todos". Han llamado a los creyentes a trabajar «a favor de un sistema financiero ético cuyos mecanismos tengan en cuenta la situación de los pobres y desheredados» Los líderes religiosos llamaron a los creyentes a trabajar "a favor de un sistema financiero ético cuyos mecanismos tengan en cuenta la situación de los pobres y desheredados (...) así como el de las naciones endeudadas". Iniciativa inédita del Vaticano La idea de reunir durante tres días a líderes católicos y musulmanes para tratar de mejorar sus relaciones bajo el lema "El amor de Dios, el amor al prójimo" surgió después del llamado al diálogo lanzado en octubre de 2007 por 138 religiosos e intelectuales musulmanes de todo el mundo. Los líderes y representantes religiosos debatieron por dos días a puerta cerrada dentro de los palacios vaticanos. Al recibirlos, el papa Benedicto XVI defendió la importancia de "la libertad individual de conciencia". El Papa manifestó también su "esperanza" de que "los derechos fundamentales sean garantizados para todos y en todas partes". En la tarde los delegados celebraron un encuentro especial con el público en la Universidad Pontificia Gregoriana, en el centro de Roma, durante el cual respondieron libremente a preguntas de los asistentes. El foro fue organizado dos años después del controvertido discurso del papa Benedicto XVI en la universidad alemana de Ratisbona, considerado ofensivo por el islam y que generó manifestaciones y protestas en numerosos países islámicos.