Desafiando gigantes

Los gigantes eran inmensos y enormes, pero el tamaño de su Dios era muchísimo, infinitamente mayor.

18 DE SEPTIEMBRE DE 2016 · 06:25

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“Las personas que se quejan de la batalla y se rinden justo antes de la victoria, nunca llegan a gozar de los frutos de la victoria; muchos desertores se han rendido, justo cuando Dios estaba a punto de darles la corona de vencedores….. No pierdas tu recompensa, rindiéndote antes de la victoria” (Comunidad Blackberry cristiana)

Hace mucho tiempo que vengo pensando en los “gigantes” de mi propia vida; esa clase de gigantes como los que pudieron percibir de un modo bien distinto Josué y Caleb, al lado de sus otros diez compañeros… El gigante Goliat, a quien un muchachito llamado David, vio y se enfrentó de un modo también completamente distinto al resto, obteniendo la más preciosa victoria.

Mientras me perdía en mis pensamientos, recordé una preciosa película que presupongo que la mayoría de vosotros conoce, DESAFIANDO GIGANTES, una preciosa película cristiana dirigida y protagonizada por Alex Kendrich.

Esta película, está basada sobre la vida real de un entrenador de un muy buen equipo de football americano de una Escuela Universitaria, Grant Taylor.

Por seis años consecutivos, no consiguen ni una sola victoria. Su jugador más influyente es trasladado a otro lugar y ahí todo va cabeza abajo.

Se entremezclan temas de problemática difícil familiar, como la propia infertilidad del entrenador, problemas entre padres e hijos, esposos y esposas…Problemas de todo tipo que, unido al tema principal, el desastre del equipo, hacen que todos, de modo muy especial el entrenador, sólo vean miedo, sensación de fracaso, derrota y gigantes enormes que aparecen como imposibles de vencer.

Si no la habéis visto, os recomiendo esta película; porque no tiene el menor desperdicio, y el mensaje que lleva dentro, hoy bendice de modo muy especial a mi alma.

Hay una escena impresionante que me emociona dentro de este film, y es cuando en uno de los peores días de entrenamiento, nuestro protagonista comienza a organizar el “gateo” es decir, un jugador se pone boca abajo simplemente sostenido por sus manos y sus pies y lleva sobre sus espaldas a otro jugador.

Aquel día, fue escogido el jugador más emblemático, se le pone sobre sus espaldas a un compañero de setenta y cinco kilos; pero además… Se le vendan los ojos y se le ordena recorrer así todo el campo. ¡Es impresionante!.... No puede, se queja una y otra vez, intenta tirar la toalla en varias ocasiones… Realmente era algo tremendo, pero el entrenador está a su lado hablándole constantemente y le grita bien fuerte cosas como…. ¡NO TE RINDAS!… ¡NO TE RINDAS HASTA QUE LO DES TODO!… AUNQUE TE DUELE…. AUNQUE TE QUEME… ¡DA EL CORAZÓN!…

Realmente ver y escuchar cada una de estas frases me conmueve las extrañas y, no puedo evitar el extrapolarlas a mi propia vida, ¡no puedo! Simplemente me parece que estoy escuchando la voz de Aquel que me llamó para Él un día lejano en el tiempo, cuando las rodillas de mi alma flaquean por la causa que sea.

Lo cierto es que aquel precioso jugador consigue llegar a la meta después de haber cruzado todo el campo, y las lágrimas y la risa y el agradecimiento… Se pueden observar en el rostro de los dos.. Y de todos.

No os voy a contar la película, pero lo cierto es que con fe, constancia, mucho ánimo por parte de los unos a los otros, todo se resuelve, no sólo a nivel de equipo, algo en lo que se insiste muchísimo; sino los grandes problemas familiares entre unos y otros, incluso aquella dolorosa infertilidad. Os recuerdo que está basada en un hecho real.

Y volviendo a la Biblia, que no me tendría sentido nada de esto sin un enfoque cristiano, pensemos por un momento en los doce espías enviados por Moisés a Jericó y demás Tierra prometida. Absolutamente todos vieron lo mismo, una tierra maravillosa que fluía leche y miel unos racimos de uvas y otras frutas maravillosos y enormes. Además…. Unos ENORMES GIGANTES. Hasta aquí todo bien, el problema fue el modo de mirar, el enfoque y el reportaje al regreso.

Diez de ellos, sólo podían destacar lo negativo, los gigantes.. Ufffffff.. Eso era imposible de vencer…. Sólo dos, Josué y Caleb, lo vieron de la forma correcta. Lo miraban desde el prisma de Dios. Los gigantes eran inmensos y enormes, pero el tamaño de su Dios era muchísimo, infinitamente mayor. ¡ESTA ES LA CLAVE!. No tengo que deciros como terminó todo. Cuarenta años dando vueltas y sólo Josué y Caleb, preciosos hombres de Dios entrarían en la Tierra prometida.

Y sólo un apunte acerca del muchachito que llegaría a ser el gran rey de Israel, David. Goliat era enorme, inmenso, aterrador y, además desafiante, malo, burlón…. Llegó a reírse y desafiar a los escuadrones de Israel, el pueblo de Dios y esto, creo que fue lo que le dio fuerzas a aquel muchacho que no entendía de mallas, cotas, armaduras ni guerra. Sólo tenía su honda y sus piedras. Pero mucho valor y coraje, y no podía ver toda aquella escena, la cobardía de los más fuertes, hasta la del maravilloso rey Saúl. Y no pudo soportar aquellos insulltos al Dios de su corazón. Pero tenía un secreto……

“ENTONCES DIJO DAVID AL FILISTEO: TÚ VIENES A MI CON ESPADA, LANZA Y JABALINA; MÁS YO VENGO A TI EN EL NOMBRE DE JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS, EL DIOS DE LOS ESCUADRONES DE ISRAEL, A QUIEN TÚ HAS PROVOCADO” 1ª Sam 17: 45.

Todos nosotros enfrentamos “gigantes” en nuestras propias vidas, algunos de ellos, el Señor permitirá que los tengamos sobre nosotros igual que hizo con el Apóstol Pablo, siempre habrá alguna razón poderosa para ello. Pero no olvidemos jamás que, en esas situaciones, Él nos dará la Gracia suficiente para sobrellevar el problema, y Su poder se perfeccionará en nuestra propia debilidad.

En muchos otros casos, la mayoría nos vamos a encontrar con “gigantes” poderosos, amenazantes y nuestras emociones, rodillas, miedos y todo lo demás, se van a tambalear. La tentación de rendirse vendrá una y otra vez a nuestro corazón. Pero hay algo que olvidamos con demasiada frecuencia…… NUESTRAS ARMAS NO SON CARNALES, SE TRATA DE UNA LUCHA ESPIRITUAL Y NUESTRO DIOS VA DELANTE DE NOSOTROS Y SE ENCARGARÁ….

Quiero terminar regalándote dos cosas.

La primera, una preciosa frase de la película que hemos estado comentando……

“DIOS NO NOS PONDRÁ PESO QUE NO PODAMOS SOPORTAR”

La segunda, la más preciosa canción de esta película, un tema delicioso, “VOICE OF TRUTH” La voz de la verdad. Me gusta más la versión original en inglés, pero os la pongo en castellano, subtitulada en inglés.

¿Estás desafiando gigantes?... Recuerda….¡Tu Dios va delante!

En el Amor del Vencedor, Beatriz.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Follas novas - Desafiando gigantes