El arte y la creatividad pueden ser vehículos para explorar y descubrir la fe. Así lo han vivido y experimentado Aitor de la Cámara y Loida Fernández, que forman parte del equipo organizador del CREO Fest, un encuentro que celebrará su tercera edición en El Escorial (Madrid) del 10 al 12 de mayo.

Durante tres días, los asistentes a este festival podrán disfrutar de talleres, conciertos, charlas, exposiciones artísticas y espacios para conectar en torno a la fe en Jesús.

¿Por qué “Utopía”?

El lema del encuentro, “Utopía”, apunta esa idea de imaginar un futuro mejor, pero también a las decepciones que a veces se producen en nuestro camino. “Muchos cristianos idealizamos cómo debería ser la iglesia, nuestro ministerio, el plan de Dios para nuestra vida… Incluso tenemos un “Jesús ideal”, customizado a nuestra imagen y semejanza. Pero Jesús desafía los ideales de sus discípulos”, explica el programa del evento.

“Muchas veces hay decepción en el creyente e incluso hay personas que llegan a abandonar la fe”, explica Aitor sobre esta idea que quieren explorar. “Vamos a desafiar a los asistentes a que sigan a Jesús, que ofrece un camino difícil, pero mucho mejor de lo que imaginamos”, apunta.

“La generación Z busca lo auténtico, no se deja sorprender por las luces… Se dejan sorprender por Jesús, que es sencillo, accesible y auténtico. Desde el camino de Jesús es donde encontramos esperanza”, comparte Loida.

El impacto del arte

Tanto Aitor como Loida han estado involucrados desde hace muchos años en movimientos artísticos, sobre todo musicales, así como en la organización de eventos como fue Contracorriente a principios de siglo. Ahora, con CREO Fest quieren inspirar a una nueva generación de jóvenes para descubrir “la belleza de seguir a Jesús, aunque cueste”, reconociendo que “el llamado es Jesús, pero la forma de vivir la fe y expresarla varía”.

Ambos reconocen el impacto que el arte ha tenido en su trayectoria en la fe. “Desde niños hemos sido influidos, el arte también jugó un papel importante en nuestro camino. En mi caso -ciuenta Aitor- fue a finales de los 70 cuando hubo este movimiento en Burgos donde la creatividad tuvo un papel importante. Yo admiraba a seguidores de Jesús que eran artistas”, recuerda. Para Loida, su acercamiento al arte y la fe tiene una conexión profunda. “Mi familia se convirtió gracias al ministerio de Manuel Vidal, el padre de Marcos. Me crié escuchando a Marcos Vidal, me pasaba muchas horas en su casa y desde entonces viene mi amor por la música y el arte”, cuenta.

Superar momentos oscuros

El arte no está desconectado de la realidad, ni tampoco es un escape de las circunstancias difíciles que uno pueda atravesar. Aitor recuerda que durante la pandemia sufrió de ansiedad y depresión. “Pero algo que me ayudó fue la esperanza que tenemos en Jesús, y la resurrección como esa señal de un mundo nuevo que Dios va a crear”.

“En mi noche oscura, había oído como te puedes agarrar a una verdad aunque no la sientas. Fue una elección fiarme de Jesús. Memorizar textos bíblicos, recitar canciones, aunque no lo sintiera. Esa es la esperanza que podemos experimentar en Jesús, y poco a poco, esa semilla que plantas sale adelante. Eso es lo que queremos transmitir”, explica Aitor.

El arte que conecta con otros es un ejercicio de honestidad. “Incluso a veces pensamos que es imposible salir de la oscuridad, y nos preguntamos cómo Dios va a encontrarse conmigo en medio de esto. Pero es importante ser sinceros y honestos, admitir nuestra debilidad”.

Loida explica que, como sociedad, también atravesamos momentos que parecen oscuros. “Pienso mucho en el pasaje de los huesos secos”, comparte Loida. “Creo que hay un paisaje desolador en nuestro país, y hay muchos huesos secos, pero Dios quiere soplar ese aliento de vida, y empiezo a ver esos brotes verdes. Queremos que en Creo Fest se despierten esos huesos secos”.

Música, palabra, desafíos y silencio

El programa de CREO Fest presenta a comunicadores como Lucas Magnin y Almendra Fantilli, Josué Moreno del podcast El Cafetal; artistas como Jonathan Ogden, Mbassa, El Hermano y Luc Aswell entre otros. También espacios para reflexionar sobre justicia social, sobre la presencia de la fe en la universidad o en el ámbito de los negocios.

En el programa también se incluyen momentos de silencio y reposo, algo llamativo en un festival, pero que ha funcionado de forma positiva en anteriores ocasiones. “A veces en nuestras reuniones no hay espacio para estar en silencio, para respirar, para procesar lo que ha ocurrido durante la semana, y todo parece ser ruido y volumen -comparte Loida-. Me ha ayudado mucho tener momentos de calma, aunque sean breves. Y queremos que la gente pueda experimentarlo”.

También se organizará a los asistentes en grupos pequeños, de diez personas, “para que todo lo que reciban puedan aterrizarlo a un nivel práctico”. el Creo Fest ofrece también un espacio para conectar entre artistas de distintos lugares, con sinergias que luego llevan a proyectos nuevos e ilusionantes.

“El arte lo que hace es inspirarte, así que invitamos a todos lo que deseen ser inspirados a seguir a Jesús a que vengan”, concluye Aitor.

Toda la información sobre CREO Fest en su página web.