Este miércoles 17 de noviembre representantes de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) fueron recibidos en La Moncloa por el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática del Gobierno de España, Félix Bolaños.

En representación de FEREDE asistieron, su presidente, Manel Rodríguez; el secretario ejecutivo, Mariano Blázquez; la adjunta a la secretaría ejecutiva, Carolina Bueno; y el vocal de la Comisión Permanente, Manuel García.

El de hoy era el primer encuentro institucional entre los representantes de la Federación Evangélica y el actual titular del Ministerio de la Presidencia tras asumir éste el cargo el pasado mes de julio, cuando Bolaños sustituyó a la vicepresidenta Carmen Calvo.

Los representantes evangélicos fueron recibidos en La Moncloa por la subdirectora de Libertad Religiosa, Mercedes Murillo. Ya en la reunión, el ministro Bolaños estuvo acompañado de su subsecretario de la Presidencia, Alberto Herrera.

El Ministro comenzó la reunión expresando su respeto a la confesión protestante evangélica y a todas las creencias religiosas de la sociedad, y su sentir por no haber podido atenderlos antes (por la pandemia, el volcán, y todos los asuntos que son gestionados por el Ministerio de la Presidencia).

Bolaños mostró su disposición a comenzar a trabajar para resolver, de manera especial, algunos de los asuntos más urgentes y que llevan más tiempo esperando a ser resueltos (entre ellos, el asunto de la situación de los pastores jubilados a los que no se permitió cotizar antes de 1999).

Asuntos presentados

FEREDE manifestó al Ministro que, “en primer lugar, nos gustaría ser de ayuda”. “En un contexto de laicidad o neutralidad del Estado, queremos promover de manera práctica la paz y la concordia, el respeto a los derechos humanos, la tolerancia, la convivencia pacífica y constructiva de todas las religiones y creencias”, expresaron los representantes de la Federación evangélica.

“Estamos convencidos de que la confrontación religiosa pertenece al pasado y de que las confesiones religiosas podemos hacer una aportación positiva y solidaria para la superación de los males sociales que nos afectan a todos, todo ello en un marco de libertad religiosa, igualdad de trato y respeto a la identidad propia de nuestra confesión, así como de la del resto de los grupos y ciudadanos”, añadieron.

Los representantes de FEREDE entregaron al Ministro una carta con el resumen de sus solicitudes y los asuntos más importantes. 

La reunión también fue la oportunidad para presentar a Carolina Bueno como nueva adjunta a la Secretaría Ejecutiva y, ante el interés del Ministro y su Subdirector, se les explicó el procedimiento de selección y búsqueda de consenso en el proceso de elección de la transición paulatina en la Secretaría Ejecutiva, estableciendo un plazo de trabajo de ambos Secretarios Ejecutivos y la elección y ratificación democrática mediante el voto positivo de las 2/3 partes de los representantes asistentes de las diferentes congregaciones evangélicas o protestantes.

Agenda de trabajo

Para los representantes evangélicos lo más destacable de la reunión ha sido la disposición del Ministro a poner en marcha una agenda de trabajo con el Subsecretario de la Presidencia y con la Subdirectora de Libertad Religiosa.

También llamó la atención de los evangélicos el conocimiento que el subsecretario Herrera demostró sobre algunos asuntos y las dificultades que afectan al colectivo, así como su compromiso a involucrarse en la solución de los más importantes con una agenda de trabajo y fechas concretas, con la participación de FEREDE en el proceso de trabajo y en negociación con otros ministerios implicados.

FEREDE: valoración positiva

Los representantes evangélicos han valorado muy positivamente la reunión. Ahora esperan que, el nivel de interlocución institucional con el actual Gobierno, el más alto tenido nunca por la minoría protestante evangélica en la historia de España -al depender directamente de Presidencia- permita avanzar de una vez por todas en aquellos asuntos urgentes que han sido relegados durante tantos años, fundamentalmente por falta de voluntad política, y que mantienen situaciones de vulneración de derechos y trato discriminatorio hacia las minorías religiosas, de modo particular hacia la minoría protestante.