¿Aprueba Dios el descanso vacacional?
¿Nos hemos preocupado mucho más del hacer y del tener que del ser, del propio ser que necesita descanso, reflexión y sosiego?
05 DE AGOSTO DE 2025 · 11:30

A lo largo de la historia se nos ha estado transmitiendo desde muchas de las religiones la idea de un Dios laborioso, trabajador incansable, pendiente de la marcha del universo, de los hombres y del mundo, y parece que la Biblia nos transmite solamente una ética del trabajo —algunos dicen que esta ética es propia del mundo protestante—, del estar ocupado y ser trabajadores que rinden lo máximo posible.
Pregunta: ¿Es posible que nos hayamos olvidado un poco de ese Dios que también nos habla del reposo como un mandamiento y del descanso como sumamente útil también para prepararnos para honrarle y servirle?
¿Hemos creado un Dios del trabajo, de la ocupación, del servicio continuo y nos hemos olvidado de ese Dios que también nos mandata el reposo, el sosiego y el dejar de un lado el ser personas excesivamente ocupadas y siempre en riesgo de estrés cuya causa, muchas veces, no es el servicio cristiano sino el trabajar para generar pingües beneficios materiales?
¿Nos hemos preocupado mucho más del hacer y del tener que del ser, del propio ser que necesita descanso, reflexión y sosiego?
Para Dios, creador del hombre, no pasa desapercibido la necesidad de descanso del ser humano.
Sin embargo, los humanos en nuestra necedad nos hemos sumergido en una idea de progreso y, si es posible, de las ganancias materiales que nos convierten en esos hombres grises, sin tiempo, siempre con la cartera o las herramientas en la mano, acelerados y buscando la admiración y aprobación de otros, mientras muchos de nosotros no vivimos, sino que sobrevivimos en medio de las prisas y ocupaciones que muchas veces son totalmente innecesarias. Leed un libro titulado “MOMO”.
Recordad la frase del Maestro: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar”.
En muchos casos queremos ver todas las frases y consejos bíblicos de una manera excesivamente espiritualizados, pero Dios también mira al hombre en su situación, en su aquí y su ahora de estrés y trabajo en tantos casos innecesarios y sin pensar en que debe descansar y relajarse incluso para poder adorar a Dios con una calidad digna de la vivencia de la espiritualidad cristiana.
Dios nos llama y nos dice: Yo también puedo haceros descansar, quizás porque la vida del hombre, como Jesús nos dice, no consiste en la abundancia de los bienes que posee ni en el hecho de lanzarse a una “religión” del trabajo como enfermedad que crea dependencia.
El estrés y el estar excesivamente ocupados nos puede separar del Dios de la vida que quiere ofrecernos descanso.
“Venid a mí los que estéis trabajados y cargados que yo os haré descansar”. “Mi presencia irá contigo y te daré descanso”, pero tenemos que dejar que la presencia del Señor nos acompañe también en las situaciones de estrés y de ocupación necia.
Dios es el Dios del día de reposo y él mismo descansó al ver terminada su creación: “Al séptimo día descansó”. No es una frase secundaria, no es una cuestión necia. Es una necesidad incluso para los adoradores del Dios vivo.
SIEMPRE EXISTE EL PROBLEMA. El problema de nuestro mundo es éste: No puede haber vacaciones para todos. Es necesario tener trabajo para poder tener acceso al tiempo vacacional. ¡Cuántos desempleados! ¡Cuántos excluidos del mundo del trabajo como un sobrante humano que no vale para nada!
Pues bien: Dios también es el Dios de los abusados, de los tirados al lado del camino, de los excluidos del mundo laboral, de los que no pueden tener derecho al descanso.
Seguro que Dios sufre con los abusados, con los injustamente tratados, con los esclavizados, con aquellos que tienen que trabajar horas y horas necesariamente para poder dar de comer un poco a sus hijos.
Esos no tienen vacaciones, no pueden tenerlas. Son los oprimidos, los que están dentro de las nuevas esclavitudes de nuestro mundo injusto en la actualidad. Los olvidados e injustamente tratados por un sistema injusto.
Los que podamos disfrutar de vacaciones debemos dar gracias a Dios por ello sin olvidarnos de tantos y tantos congéneres nuestros que, aún teniendo trabajos en donde se les maltrata y les roban sin darles el salario justo, no pueden tener vacaciones.
No podemos olvidarnos de ellos y estar dispuestos también a ser manos tendidas de ayuda para que el mundo cambie, para que haya justicia redistributiva de los bienes del planeta tierra, pero también de los bienes del descanso y reposo que Dios quiere para todos y para que puedan salir de esa situación y encontrar el necesario descanso.
Pensemos que Dios les puede dar relax a ellos a través nuestro, a través de nuestra acción comprometida con los desempleados, con los más pobres y necesitados, a través de nuestro trabajo en la práctica de la misericordia, de la denuncia y de la búsqueda de lo honesto en el mundo.
FELICES VACACIONES A TODOS LOS QUE LAS PODÁIS DISFRUTAR, pero sin olvidarnos de aquellos a los que la vida no les da descanso.
Que Dios los bendiga y cuide, que haga de nosotros agentes de liberación para ellos, para todos aquellos que son presa de la injusticia y de la maldad ene este mundo de dolor. Señor, dales descanso.
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