‘Me siento parte de Dios’, poema de Araceli Sagüillo

Nacida en Palencia (España), Araceli Sagüillo, ha  sido hasta 2018 coordinadora del reconocido ámbito cultural “Los viernes del Sarmiento”, que se celebraba semanalmente en Valladolid y que sumó más de 2000 actos literarios.

Tiene publicados una decena de poemarios, como La charca de los lirios (1994), Mujer (1996), Tiempo de silencio (1999), Las voces (2003), el poema dramático En la alameda (2004), El ático vacío (2009), Treciembre existe (2011), Las Moiras (2016) o Nosotros (2018), aparecido bajo el sello de Ediciones Vitrubio, de Madrid, por citar algunos.

Su poesía ha sido traducida al italiano, croata, búlgaro, árabe y  portugués.

Este poema fue uno de los cuatro que leyó en Toral de los Guzmanes (León), dentro del XVI Encuentro ‘Los poetas y Dios’, celebrado el 14 y 15 de diciembre pasado bajo el lema ‘Dios en el Pesebre’.

ME SIENTO PARTE DE DIOS

Os aseguro que mi garganta dormida se ha puesto hoy a cantar,

y a pesar que el camino sea corto
los pasos en el sendero se clavan, y ante

la mañana ilusionada me siento parte de Dios, 
con todas las horas juntas.

Voy en busca de una gota más de vida, y mis ojos se clavan

en la pared del temblor atizado en llantos,
se desnuda la voz y grita. ¡Niño, blancura del sol,

cielo de los mares, arrullo de mis versos!, 
y se desata el sueño de todos los caminos,

pronunciando el romance antes que la Navidad termine. 

Borro la nieve, y la languidez de las mariposas se clavan,

y silencian los versos más ardientes. 
Me decido por el sol, que me ayuda a vivir,

por la calma que disimula la pena,

por el refugio abriendo ventanas

para que penetre en las paredes sobredosis de claridades. 

En este lugar lejano aseguran que entre los árboles

las hojas caídas buscan el rincón tranquilo
donde las ilusiones ven caer la tarde.

En mi última canción guardaré las palabras, los recuerdos,

la dura realidad, y un enjambre de tiempo marchitado

descansará donde el silencio grita.