Aprendiendo a orar de una manera diferente 

Tenemos que aprender a pensar en plural, a mirar a nuestro lado para ver a nuestros hermanos, a darnos cuenta de que somos parte del cuerpo de Cristo.

04 DE AGOSTO DE 2025 · 12:30

Foto de <a target="_blank" href="https://unsplash.com/es/@raulescobarf?utm_content=creditCopyText&utm_medium=referral&utm_source=unsplash">Raúl Escobar</a> en Unsplash,
Foto de Raúl Escobar en Unsplash

«Vosotros, pues, orad de esta manera: “Padre nuestro que estás en los cielos”». (Mateo 6:9)

Cuando el Señor Jesús nos enseñó a orar, la primera frase que pidió que pronunciáramos es «Padre nuestro». Eso ya nos enseña que la oración no depende solo de nosotros, sino que tenemos que aprender a pensar en plural, a mirar a nuestro lado para ver a nuestros hermanos, a darnos cuenta de que somos parte del cuerpo de Cristo. Que yo no tengo que dirigirme a mi Padre Celestial personalmente, sino teniendo en cuenta a todos los que me rodean.

Precisamente el Señor Jesús dijo que a los que somos sus discípulos nos conocerían por nuestro amor los unos a los otros. Escribiendo a los Corintios, el propio apóstol Pablo nos enseñó que debemos tener cuidado con no discernir el cuerpo del Señor Jesús, y eso lo hacemos cuando menospreciamos o despreciamos a otras personas, o incluso llegamos a juzgarlas pensando o diciendo que no son creyentes sencillamente porque no piensan como nosotros. 

Lo que tenemos que demostrar es ese amor de nuestro Padre Celestial y amar a los demás tal como el Señor Jesús nos amó a nosotros. Así que la próxima vez que ores y digas «Padre nuestro», para un momento, piensa en los demás, y después, sigue orando. 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Aprendiendo a orar de una manera diferente