A mi manera

Cuando conocemos a Dios vivimos haciendo el bien porque ese es el carácter de nuestro Padre celestial.

22 DE MAYO DE 2023 · 09:00

Imagen de <a target="_blank" href="https://unsplash.com/es/fotos/ioyEITUD2G8#:~:text=Foto%20de-,Tegan%20Mierle,-en%20Unsplash">Tegan Mierle</a>, Unsplash.,
Imagen de Tegan Mierle, Unsplash.

Pocos conocen la historia de una de las melodías más conocidas del pop, la canción My way. Fue compuesta por Claude François (Se titulaba originalmente “Comme de habitude”) e inspirada por France Gall, para quién Claude la escribió, pero lo curioso del caso es que no llegó a tener prácticamente ningún éxito. Un día, el famoso Paul Anka la escuchó, le hizo algunas variaciones y se la cantó a Frank Sinatra, al que en principio no parecía convencerle pero, más tarde, decidió grabarla. Con el paso de los años se convirtió en la canción más famosa de su repertorio, la que el público le pedía que cantase una y otra vez.   

La melodía comenzaba diciendo “Ahora que el fin está cerca…” Muchos cantantes la grabaron (El propio Elvis Presley lo hizo) pero no llegaron a tener el éxito de la versión de Sinatra. Sid Vicious la cantó poco antes de su muerte, así que algunos comenzaron a proclamar que la canción estaba “maldita” por lo que decía… La verdad es que al escucharla es difícil saber las intenciones del compositor: la letra nos da la impresión de que nada importa si vivimos “a nuestra manera”, haciendo lo que queremos en cada momento; ¿Era ese su objetivo?

Déjame ir un poco más allá para darle otro enfoque a la canción: si vivimos  intentando hacer lo que es correcto en cada momento, entonces “cuando el fin se acerque” los demás no tendrían derecho a juzgarnos. Cuando vivimos haciendo lo que es bueno, podemos hacerlo “a nuestra manera”, porque la murmuración y las críticas no pueden dañarnos. ¡Tampoco dependemos de los elogios! Hacemos lo que tenemos que hacer y punto. Recuerda que el que murmura dice a tus espaldas lo que no se atreve a decir a tu cara; mientras que el que te adula te dice a la cara lo que no se atrevería a decir a tus espaldas. 

Los dos, tanto la crítica como la adulación, son impostores ¡Más vale que lo recordemos siempre! Porque lo ideal es seguir viviendo, haciendo lo que creemos que debemos hacer, sea cual sea el resultado. Seguir sembrando el bien aunque haya “pájaros” que se coman la cosecha ¡Siempre habrá alguien para quién el fruto de nuestro trabajo será trascendental! Siempre encontrarás a alguna persona que pueda “comer” y salvar la vida por el bien que hemos sembrado. Aunque muchos se empeñen en proclamar que perdemos el tiempo ayudando a otros, para aquellos a quienes estamos socorriendo nuestra vida es una bendición. 

Es más, cuando conocemos a Dios vivimos haciendo el bien porque ese es el carácter de nuestro Padre celestial. Revolucionamos el mundo defendiendo a los que no tienen nada, porque nuestro Padre nos enseñó a vivir así. Intentamos seguir siempre lo que es bueno, tomando buenas decisiones porque el mismo Señor Jesús, nuestro hermano mayor nos guía: “Dios irá abriéndoles camino, y ellos le seguirán” (Miqueas 2:13).

Somos así, y esa es nuestra manera de vivir.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - A mi manera