Meguidó y el rey Josías

Meguidó es una ciudad enclavada en el borde del valle de Jezrael al norte de Samaria, en plena “Vía Maris”, donde se controlaba la principal vía de comunicación desde Egipto a través de la costa Palestina hacia Tiro y Sidón por un lado y Siria y Mesopotámia por otro.

08 DE ABRIL DE 2006 · 22:00

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Desde que se iniciaran las excavaciones arqueológicas en abril de 1903 por Gottlieb Shumacher, en sus niveles estratigráficos se han encontrado alrededor de 30 ciudades construidas a lo largo de 6 milenios, donde se pueden estudiar las diferentes sociedades que la habitaron. De la época cananita se ha localizado entre otras construcciones, la fortificación de la ciudad, un palacio y un templo, además de un gran altar de piedra. Con Meguidó se relaciona personajes como los faraones Tutmosis III, Sisac, Necao II; los reyes asirios, Tiglat-pileser III, Esarhadón; los reyes bíblicos Salomón, Josías... Egipto, siempre intentó controlar la Vía Maris, a veces enfrentándose ante coaliciones de príncipes cananeos, como es el caso de la batalla de Meguidó donde el faraón Tutmosis III narra su victoria en la estela del Templo de Karnak. Igualmente en el reinado de Roboam hijo de Salomón el faraón Sisac, además de saquear el Templo de Jerusalén narrado en 1Reyes 14:25-26, aprovechando la debilidad causada por la división en los dos reinos (Israel al norte y Judá al sur), realizó una campaña militar en la que sometió a toda Palestina, incluida lógicamente las ciudades del valle de Jezrael, también narrado en las paredes del Templo de Karnak.
 
En Meguidó se han localizados edificaciones monumentales, tales como los restos de una puerta defensiva de 6 cámaras para el acceso a la ciudad (ver foto de la izquierda), el muro colindante de la parte norte, varios edificios adicionales y el palacio, atribuidos al rey Salomón 1Reyes 9:15, según indican algunos arqueólogos entre ellos Yigael Yadin y Baruch Halpern. Aunque otros como David Ussishkin las asignan al siglo siguiente. También hay hallazgos de época Omrida, tales como unas grandes caballerizas, parte de ellas construida sobre el estrato del palacio, con igual disposición que las de Hazor. De la gran fuerza de caballería desplegada por el rey Acab de Israel con 2000 carros de guerra, hace referencia el rey asirio Salmanasar III en su estela conmemorativa de la batalla de Karkar en el 853 AC. En la que narra el enfrentamiento contra una coalición de 12 reyes por el control de la zona Siria-Palestina, y en la que participó Israel.
 
De esta misma época, se construyó bajo el subsuelo de la ciudad un sofisticado sistema de recogida de agua, así como un gran silo para almacenar cereales. En Meguidó se halló a principio de siglo XX un sello perteneciente a Shema (se puede ver a la izquierda). Shema era un alto dignatario del reinado de Jeroboán II; y en lainscripción del sello se lee “Propiedad de Shema, servidor de Jeroboán”. En el año 732 AC el rey asirio Tiglat-pileser III conquistó Meguidó, haciéndola capital de provincia del imperio. En ella se aprecia hoy los restos de esa importante delegación asiría, manifestada en un palacio fortaleza, una construcción octogonal de la ciudad y una ordenación urbanística en manzanas rectangulares. Tras cien años de dominio, después de Asurbanipal (669-627 AC) empezó el declive del imperio asirio y el surgimiento del babilónico. Este periodo de transición lo aprovechó el rey Josías, para extender las fronteras de su reino, llegando hasta Meguidó (incluso Hazor) en el norte de Israel y hacia el Neguev por el sur de Judá. En el estrato II de Meguidó fue edificada una fortaleza que se le atribuye a Josías (aunque otros autores lo asignan a los egipcios). De éste reinado tenemos una ostraca que registra un suministro de plata al templo. La traducción de Mario Liberani es la siguiente: “Así ordena Josías el rey: que se dé de manos de Zakaryahu plata de Tarsis para el templo de Yahweh, tres siclos.Podría ser una referencia directa a las obras de restauración del templo expresada en la Biblia en 2Reyes 22:3-8. Estas obras originaron el hallazgo en el templo del libro de la ley (presumiblemente los libros del Pentateuco), cuya lectura impactó al rey Josías llevándolo a una renovación espiritual, que le impulsó a realizar una gran reforma religiosa en Israel, centralizando el culto en el Templo de Jerusalén, además de eliminar diferentes cultos a otras divinidades tales como Baal, Asera, Moloc, etc.
 
A la muerte de faraón Psametico I de la XXVI Dinastía, le sucede su hijo Necao II. Éste al año siguiente de su reinado, en el 609 AC hace una expedición contra Babilonia, (1) para apoyar a lo que quedaba del imperio Asirio, cuyo rey se había refugiado en Harán, tras la destrucción de Ninive, con la finalidad de controlar toda la franja Palestina. Josías se opuso 2Reyes 23:29 y 2Cronicas 35:20-24, el motivo no está claro, pero es evidente que la reforma emprendida no solo en Judá sino en todo el territorio del antiguo Israel, se veía en peligro con las intenciones de Egipto. El rey Josías fiel a sus ideas, salió a cortar el paso al faraón Necao II en el enclave estratégico de Meguidó, haciéndole frente a un poderoso ejército muy superior a las fuerzas que disponía. Su heroica hazaña le costó la vida. El nivel II del estrato de la ciudad, muestra la destrucción que originó el enfrentamiento. Posteriormente Asiría, fue destruida por la coalición medo–babilónica. Cuatro años mas tarde el faraón Necao fue vencido en Karkemish por Nabucodonosor II, y tras varios enfrentamientos con éste, tuvo que ceder el control de Palestina volviéndose a Egipto. La Biblia lo narra en Jeremías 46:2-12. “...el ejército del faraón Necao rey de Egipto, que estaba cerca del río Eufrates en Carquemis, a quien destruyó Nabucodonosor rey de Babilonia...”. El proyecto de reforma de Josías, a pesar de que a priorí pareciera acabarse con él, sin embargo, proporcionó a su pueblo un sentimiento nacional alrededor de una fe centralizada en el Templo de Jerusalén.
(1) La crónica Babilónica indica como el rey de Asiría, recibía ayuda de Egipto.

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