Sepia

El camuflaje está bien para las sepias, pulpos y calamares. No obstante, en las personas suele ser un grave defecto, aunque hoy esté de moda en todas las sociedades humanas. En cuanto a los cristianos, la Escritura nos llama a llevar vidas transparentes.

17 DE JULIO DE 2015 · 05:05

Foto: Antonio Cruz.,sepia, mar
Foto: Antonio Cruz.

“…para que tengáis con qué responder a los que se glorían en las apariencias y no en el corazón” (2ª Cor. 5:12b).

Las sepias, como ésta con la que me topé en Blanes (Costa Brava), así como la mayoría de los cefalópodos (pulpos y calamares), pueden mimetizarse perfectamente con el entorno. Esto lo hacen para pasar desapercibidos a los depredadores, atraer a la pareja o incluso para amenazar y defenderse. Su apariencia les resulta muy útil en cada momento. Consiguen cambiar de color gracias a unas células de su piel llamadas “cromatóforos” que contienen pigmentos especiales.

Son capaces de controlar el tamaño de minúsculos sacos elásticos llenos de estos pigmentos, que están controlados por decenas de músculos. Cuando estos músculos se contraen, estiran el saquito y le hacen cambiar de forma, creando así parches que forman distintos patrones de colores cambiantes y sorprendentes. Mientras un cromatóforo está activado, el que está inmediatamente al lado puede no estarlo, lo que permite a estos animales crear complejos patrones de camuflaje. Gracias a la perfecta sincronización entre su excelente visión y las múltiples interconexiones de su sistema nervioso, esta serie de órganos complejos puede actuar en conjunto a una gran velocidad.

El camuflaje está bien para las sepias, pulpos y calamares. No obstante, en las personas suele ser un grave defecto, aunque hoy esté de moda en todas las sociedades humanas. En cuanto a los cristianos, la Escritura nos llama a llevar vidas transparentes. A no ser como sepulcros blanqueados. A no vivir de las apariencias, sino de la sinceridad de corazón. La ética de nuestro comportamiento debe prevalecer siempre sobre la estética o el maquillaje superficial que tanto predomina en la actualidad.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Zoé - Sepia