Los Insights de Jesús

¿Alguna vez estuviste atentamente escuchando una anécdota que alguien contaba y casi como un impulso te sorprendiste a ti mismo interrumpiendo el relato para decir efusivamente: "eso también me ha pasado”? Esa es la mejor definición de lo que es un Insight en publicidad. Es el alma detrás de cualquier campaña publicitaria y el secreto mejor guardado de las empresas más exitosas. Déjame decirlo a la manera de un spot publicitario: El insight es para la publicidad lo que las 95 tesis son para Lutero, lo que la estrella de poder es para Mario Bross, lo que Excalibur es para el rey Arturo. 

Piensa por ejemplo en Coca Cola. Desde 1891 la marca prácticamente se ha apropiado del color rojo casi como si lo hubiese inventado. Pero su éxito universal radica en los conceptos que promueve: magia de verdad, juntos es mejor, destapa la felicidad, entre otros. Es típico ver en navidad estos idílicos spots de nochebuena cuando se reúne toda la familia en una gran mesa, en donde el rojo se mezcla con las luces decorativas y una botella de Coca Cola es la gran protagonista. Las reuniones en torno a la familia y los encuentros inesperados crean situaciones fácilmente reconocibles en las que el individuo puede sentirse identificado y empatizar con la marca. De alguna manera se está creando un vínculo emocional con la misma, que está asociado con aquellas situaciones con las que el consumidor se siente parte. Esto es el efecto del insight y el real éxito de ventas detrás de toda marca.

Cuando se presencia un insight se genera una emoción interna de la que se es poco consciente hasta que se verbaliza, porque entiendes de lo que el otro habla ya que también te ha pasado, ¿o quién no se ha emocionado al encontrar sorpresivamente un billete en el bolsillo de su pantalón? Todos sabemos que las mujeres van juntas al baño y que no nos gustan tanto los lunes como sí los viernes. Estos son clásicos insights y son una revelación, en tanto que nunca nos habríamos dado cuenta de que esa cosa que nos pasó y que creemos que es una experiencia individual, le pasa con frecuencia a muchísimas personas. Es entonces cuando descubrimos que dicha verdad siempre estuvo ahí, guardada en el inconsciente. El trabajo de un buen publicista es, por lo tanto, lograr identificar esas verdades universales ocultas en la cultura, para luego revelarlas en una historia que genere sentido de identidad y conduzca a una acción concreta por parte del consumidor.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con el evangelio? Aunque insight es un término acuñado en el siglo XX, hace más de 2000 años, Jesús lo empleaba como herramienta pedagógica para enseñar verdades eternas. Jesús fue indudablemente un gran orador. Tenía ese don divino de contar buenas historias que nunca dejaban indiferente a los oyentes. Hablaba de verdades reconocibles a través de historias cotidianas a las que llamamos parábolas, aunque estás tienen en su mayoría cierto grado de misterio, eran al mismo tiempo fácilmente identificables por su audiencia, ya que incluía elementos arraigados en el colectivo de la cultura judía. Cabe mencionar además que Jesús conocía demasiado bien a su audiencia. 

Una parábola que se me ocurre para ilustrar lo que digo, es la historia de la mujer que perdió una moneda en Lucas 15: 8-10. Es posible leer esta historia y considerar que la reacción de la mujer es exagerada al haber encontrado una simple moneda, pero piensa en los oyentes originales. Un dracma en aquel tiempo, equivalía a un denario romano, que es aproximadamente el salario de un día para un trabajador¹. La historia dice que, de 10 monedas, la mujer perdió una. Considera que no era muy común que un judío tuviera dinero guardado en casa, de hecho, era una rareza. Tal vez esta cantidad de dinero representaba los ahorros de toda la vida de la mujer y había perdido el 10% de este. Luego consideremos las típicas casas judías. Estas eran oscuras debido a la ausencia de ventanas, por lo tanto, no entraba suficiente luz por lo que incluso de día era necesario el uso de lámparas. De ahí que la mujer necesite encender una y ayudarse con una escoba en un intento desesperado por encontrar la tan valorada moneda. La casa además contaba con suelo de tierra polvoriento, lo cual dificultaba la búsqueda. Seguramente la mujer oró a Dios desesperadamente, contó lo sucedido a sus vecinas y ellas se entristecieron también, quizás después de algún tiempo perdió la esperanza de recuperar la moneda, hasta que un día la encontró. Como puedes ver, esta no era una simple moneda y los judíos entendían perfectamente la referencia.

Imagina a Jesús contando la historia a los judíos. Algunas mujeres se habrían codeado y mirado con complicidad porque tal vez conocen a alguien que le pasó lo mismo. Otros se ríen de solo imaginar la tragicómica escena. Todos sabían que cuando la mujer encontró por fin la moneda, tenía razones de sobra para alegrarse. No es exagerado que llame a sus amigas para celebrar. Para cuando Jesús acabó de contar la parábola, ellos habían entendido con claridad lo que les quiso decir: la misma alegría que sintió esta mujer cuando al fin halló el 10% de todos sus ahorros, es el mismo gozo que sienten los ángeles de Dios cuando un pecador se arrepiente. ¡El reino de los cielos ha llegado! Ellos nunca olvidarían esta enseñanza. 

Pero no dejes que la distancia temporal te engañe, esta es una historia relevante para nosotros aun hoy. El insightde “La alegría que sientes cuando encuentras algo que estaba perdido” funciona para nosotros también. Un estudio en 2019 de IKEA ha demostrado que la mitad de los españoles pierde algo en su casa una vez por semana. “En España de media dedicamos 65,9 minutos de cada semana, 2,38 días al año y 6.5 meses de nuestra vida a encontrar objetos en nuestro hogar”². Además, agrega el estudio, que perder cosas en casa genera estrés y ansiedad.

Aunque la ilustración se queda corta, cuando por fin encontramos el móvil o las llaves que creíamos perdidos, podemos de alguna manera entender el gozo que siente el cielo cuando un pecador se arrepiente. Aquí tienes un tremendo recurso pedagógico para ilustrar de manera sencilla hoy, las grandes verdades bíblicas y exhibir sus riquezas.

He descubierto en mi propia vida que los insights son el puente natural para iniciar buenas conversaciones, porque nos permiten partir de lo general y conocido, para llegar a temas más profundos. En una ocasión, conversaba con una compañera de trabajo sobre temas triviales y de pronto identificamos un insight “los jóvenes de nuestra generación viven tremendamente estresados y ansiosos”. No es un secreto que la ansiedad es el trastorno metal número uno en los millenials y la generación Z. Ella me compartió sus métodos para lidiar con esto. Práctica yoga y mindfulness, pero reconocía que se sentía insatisfecha después de todo. Entonces respondí contándole algunas experiencias difíciles que he vivido y cómo en mis peores momentos, la biblia ha sido mi ancla. Aproveché para mostrar la importancia y necesidad de este libro, tanto para la sociedad actual como para su propia vida. Ella me escuchó atentamente y al final, me manifestó su interés de obtener una biblia.

Otros buenos insights los encontramos en las parábolas de Mateo 9:17, cuando todo judío sabía que era una torpeza echar vino nuevo en odre viejo, ya que el vino nuevo seguiría fermentándose hasta que la presión haría que se reventara el odre viejo. Los judíos entendieron la referencia. O la historia del samaritano en Lucas 10: 30 – 37, cuando estos eran consideraros despreciables por los judíos por su sincretismo religioso y por su origen racial. Jesús demuestra a través de está parábola la verdad universal de que es difícil de amar al prójimo como Dios lo demanda. Así podríamos identificar un sin fin de insights más en la historia de las 10 vírgenes, el trigo y la cizaña o el sembrador. 

Cuando apreciamos estas historias a la luz de los oyentes originales, notamos que Jesús buscaba intencionalmente crear sentido de identidad con las parábolas, pero no solo quería despertar emociones, lo que seguramente conseguía a menudo, sino que buscaba una respuesta concreta de los oyentes. Si el Insight es el arma secreta de una buena campaña publicitaria, el evangelio es el gran Insight impreso en el corazón humano. Es esa verdad universal y liberadora que el hombre tanto busca y no sabe que necesita. Una buena historia cargada de verdades identificables en nuestra cultura que puede ser la herramienta que el Espíritu Santo use para mostrar la necesidad de arrepentimiento y fe en nuestra sociedad.

Contar buenas historias requiere conocer la cultura en la que nos encontramos y conocer el grupo objetivo al que nos dirigimos: personas sin esperanza que buscan sentido en un mundo caído. Cuando entendemos que el evangelio es tan poderoso que puede ser llevado a cada persona en un formato diferente, pero con el mismo mensaje inmutable y poderoso de siempre, nos sorprenderemos de lo que Dios puede llegar a hacer a través de simples historias cotidianas que esconden la belleza reveladora del evangelio.

Jeniffer Díaz tiene realizados estudios en marketing y publicidad y actualmente estudia teología en la Facultad Internacional IBSTE.

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Notas

1 G. Hendriksen, El evangelio según San Lucas, 708