Iván Espinosa: ‘Con 14 años, viví en EE. UU. con una familia evangélica’

Nos hemos reunido en el Congreso de los Diputados con Iván Espinosa de los Monteros, vicesecretario de Relaciones Internacionales y portavoz de VOX en este mismo Congreso.

Le entrevistamos ante las elecciones generales en España el próximo 23 de julio.

Nuestro propósito es realizarlas con los tres grandes partidos de ámbito nacional, PSOE, PP y VOX. Los dos primeros han recibido nuestra solicitud y la están gestionando. VOX (que la recibió en la misma fecha) es quien primero nos ha contestado, concretando este encuentro.

Dada su extensión, la hemos dividido en dos partes. La pasada semana abordamos el trato de los medios a VOX, el ataque a la familia natural y los derechos de los padres, el descenso demográfico, y la violencia contra la mujer.

En esta segunda (y última) entrega las preguntas tratan sobre las limitaciones a las libertades de expresión, religiosa y de conciencia, la inmigración y la inseguridad ciudadana, el pluralismo religioso (y en especial el protestantismo), los cristianos perseguidos, el “voto útil” en los partidos de la derecha española, y la experiencia y valoración personal de Espinosa de los Monteros de las iglesias y ciudadanos de fe evangélica.

Pregunta.- La Ley trans y la Ley antihomofobia van más allá de lo que afecta a la familia, lesionando cuestiones fundamentales como la libertad de conciencia y de expresión. Hay pastores e iglesias que han sido amenazados por simplemente defender con respeto el ideal cristiano sobre la sexualidad, ¿Ven salida a esta situación legal de limitación de libertades?

Respuesta.- Es cierto, la Ley contempla esta posibilidad, Pero la Ley de Irene Montero es floja comparada con la que lleva en vigor 7 años en la Comunidad de Madrid. Se confunde no discriminar con premiar, y se sanciona de forma muy dura a cualquiera que se manifiesta en contra de las convicciones de la propia Ley, por disentir. Incluso proponer derogarla, como es nuestro caso, se considera transfobia y fuertemente punible.

Es más, la propia Ley trans y LGTBI a las personas que estén “transicionando” puede tener asistencia psicológica; pero se prohíbe apoyar a quienes quieren iniciar el camino inverso. No se trata de que la homosexualidad sea o no una enfermedad (algo de lo que falsamente nos acusan), sino que la persona pueda tener el derecho a recibir apoyo psicológico sin ser coaccionado por motivos ideológicos en uno u otro sentido, tampoco el profesional. Es una batalla de sentido común que no dejaremos de dar.

P.- Ante la inseguridad ciudadana muchos interpretan que VOX fomenta una perspectiva negativa de la inmigración y el inmigrante en su conjunto ¿cuál es su perspectiva del fenómeno de la inmigración? Hay muchos evangélicos en España que vienen de otros países, unos legalizados y otros en trámites para conseguirlo, ¿estos últimos tienen de su parte algún apoyo o propuesta de protocolo para conseguirlo?

R.- De nuevo partimos de una cosmovisión que es la del sentido común. España tiene unas fronteras que se pueden traspasar si se cumplen ciertas condiciones, como turista o trabajador. Pero no se puede entrar o vivir saltándose la legalidad, eso es un Estado de derecho. Es cierto que los trámites son muy complejos, o se demoran mucho, y esa es la burocracia española, que hay que mejorar.

Pero no se puede permitir que entre de manera indiscriminada un mundo infinito de personas en función de los intereses de las mafias que trafican cada vez más, con graves riesgos y abusos económicos (a veces empeñando sus vidas por préstamos que reciben). A esto se añade que los inmigrantes ilegales viven en un mundo marginal que empuja a la delincuencia. Por eso, en los barrios más humildes donde este colectivo se asienta la situación lleva a inseguridad, ocupación, delincuencia en la calle y rotura de la convivencia.

España necesita inmigración, pero siendo España quien organiza y decide cómo se produce. También qué tipo de cultura, por ejemplo el inmigrante latinoamericano se integra con facilidad, pero los hay que tienen ideas no ya diferentes, sino incompatibles. Como las que discriminan a la mujer.

Y no son opiniones mías, sino datos. El 70% de violaciones en manada por parte de desconocidos se producen por parte de inmigrantes ilegales, según datos del ministerio del Interior. Y el 40% de los casos de violencia llamada de género tienen a una persona extranjera (inmigrante o turista ) involucrada.

P.- VOX defiende el patriotismo español, las tradiciones culturales y no arrinconar los valores judeocristianos de Europa, pero ante estos conceptos se les etiqueta de una especie de nacionalcatolicismo; cuando por ejemplo Europa tiene raíces protestantes. ¿Son conscientes de esta realidad?

R.- SI quisiéramos decir catolicismo habríamos dicho catolicismo. Pero lo que queremos decir es que Europa (occidente en realidad) es deudora del pensamiento griego, del derecho romano y de la civilización judeocristiana; entendiendo que hay muchas formas de cristianismo (ortodoxo, los protestantes) que han sentado sus raíces en Europa y que han sido fundamentales para la configuración de la civilización que conocemos en su avance y desarrollo. Con un concepto muy importante que es el de la libertad, base de nuestra civilización y que no es un concepto natural inherente al hombre sino que arranca como concepto cristiano, como con los escolásticos del siglo XVI de Salamanca. Y es así porque sólo el cristianismo dice que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios. Esto supone que el ser humano tiene libre albedrío, que no está predeterminado por lo que otro “dios” ha predeterminado o decidido. Es algo característico de la fe cristiana que arranca de una religión pero que se desarrolla en paralelo a la religión. SI uno cree en el libre albedrío puede creer y en la libertad, y de ahí se derivan todas las ventajas del cristianismo en la civilización occidental.

Sin duda en España la religión católica tiene una fuerte raíz y componente histórico, pero eso no significa que en VOX estemos pensando solo en los católicos al hablar de cristianismo. Por otro lado, somos un partido aconfesional que respeta a los ciudadanos de toda creencia siempre que nos sometamos al conjunto de reglas que conforman un país. Por último, quiero reseñar la buena relación que tenemos con la iglesia protestante o evangélica en España.

P.- En su actuación VOX ha levantado bandera por los cristianos perseguidos ¿Cómo ve la sensibilidad al respecto en nuestra sociedad? ¿Hay alguna línea política en su agenda al respecto?

R.- Hemos hecho varias propuestas en este Parlamento que no se han llegado a aprobar, pero hemos hablado mucho de los cristianos perseguidos en China, en África y en otros países musulmanes; y de la intolerancia que se ha extendido sobre ellos. Es notoria la persecución a los cristianos en el mundo y el contraste con la libertad religiosa en Occidente, donde uno puede poner una mezquita en España, pero no puede ponerse con tanta facilidad una iglesia en muchos países.

Quiero decir que pese a esto, respetamos la existencia de mezquitas en España, pero matizando que no es así en el caso de mezquitas salafistas que promueven el odio, la guerra santa y la violencia; en ese caso no es tolerable, ya que bajo el manto de una religión en realidad pretenden acabar con una civilización desde dentro.

Pero quienes practiquen el islam de una manera pacífica, con sus propias convicciones (en la que un Estado no se tiene que meter) pueden estar tranquilos que nada tienen que temer de un Gobierno de VOX.

P.- Usted ha defendido la "fundamental presencia de Vox en las instituciones como herramienta para generar un cambio”. Una cuestión que se plantea es el “voto útil”. Tras su experiencia en la trayectoria política de VOX ¿creen que su presencia y actividad política han logrado y pueden lograr dejar una huella práctica y real?

R.- Es que no hay otra manera. Lamentablemente no hay ningún otro partido que esté dispuesto a dar las batallas culturales que estamos dando nosotros; y que tenga además la capacidad de gestión que tenemos nosotros simultáneamente para poder llevar a la práctica esas ideas.

Lo que hemos aprendido en estos últimos cuatro años de presencia en instituciones (y diez de existencia del partido) es que no nos podemos fiar de otros partidos con los que hemos llegado a acuerdos por escrito, porque no los han cumplido. Creemos que debemos asegurar el cumplimiento de lo que se firma (no de nuestro máximo ideal, sino de lo acordado); y para ello debemos ser nosotros mismos los que cumplamos o ejecutemos parte de ese programa y vigilando desde dentro del Gobierno que se cumpla el resto de lo firmado que no dependa de nuestras consejerías o concejalías. 

P.- Finalmente ¿cuál ha sido su experiencia en este tiempo de vida política en su relación con la ciudadanía de fe evangélica o protestante? ¿Qué ha descubierto o le ha sorprendido?

R.- Yo estoy muy familiarizado con el mundo protestante desde los 13 años, cuando estuve estudiando muchos años en Estados Unidos; además uno de ellos viví con una familia protestante, con la que compartía valores de manera muy profunda. Los domingos me dejaban en el templo católico y ellos asistían a su culto evangélico, y luego me reunía con ellos en su iglesia compartiendo un tiempo allí, que era en realidad una experiencia de comunidad. Y eso con 13-14 años te abre mucho la mente.

Permíteme reflexionar algo de si son tan grandes las diferencias más allá de los matices. Los más estrictos dirán que sí, pero en el contexto de lo que es hoy el mundo del siglo XXI, pero en mi impresión son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan.

Pero si tuviera que definir qué me ha impresionado de mi experiencia con los evangélicos en España, más allá de mi conocimiento previo en los años 80 de EEUU, han sido dos aspectos a destacar. El primero es el grado de compromiso y de cumplimiento con los valores en los que creéis. Le guste a la gente o no, mi experiencia es que es superior al de los católicos en España. Sois más coherentes en el cumplimiento de aquello que se predica.

El segundo aspecto, que me parece muy destacable, tiene que ver con lo que he visto y experimentado en estos años de relación, y es que no se limita a un movimiento religioso, sino que además crea comunidad. He visto un grado de compromiso con la comunidad que sois y con la sociedad en que vivís que supera con mucho el ámbito de lo religioso. Tenéis por supuesto vuestras celebraciones religiosas, pero a continuación yo veo que allí se forma una comunidad que se ayuda, que tiene su espacio social, que realiza muchos trabajos en aspectos muy diversos como ayuda a personas desfavorecidas, desintoxicación de drogodependientes, mercadillos para autofinanciar la obra social; y que creo que es parte importante de la fortaleza de vuestras feligresías, algo que los pastores y pastoras que he ido conociendo fomentan desde su labor.

Por eso, cuando he asistido a algunas de vuestras celebraciones, lo más interesante es lo que viene después, que es lo que os hace destacar, crecer y la clave de vuestro éxito.

P.- Algo más que quiera añadir.

R.- Estamos en precampaña y yo nunca pido el voto. Me da vergüenza, y considero además que los españoles tienen suficiente madurez como para decidir por ellos mismos. Pero sí quiero invito siempre es a la reflexión racional y lógica, más allá del sentimiento personal. Y en este sentido, me dirijo a la comunidad que representáis, que se define por su adherencia a valores, para que elija el partido que -con sus limitaciones y defectos- más y mejor recoja y defiende ese conjunto de valores en los que cree.

Pienso que, para una comunidad tan comprometida con sus creencias e ideas, no solo religiosas sino de convivencia, es importante que valore nuestros programas en este sentido, como en esta entrevista he intentado explicar, de aquellas cuestiones que más afectan a vuestro sistema de convicciones. Yo personalmente estoy convencido de que el partido que mejor representa a aquellos valores que yo he visto con distintos pastores y comunidades evangélicas, es el partido en que milito. Obviamente es una opinión interesada, y por tanto esto requiere una comprobación. Pero yo no animo a que se nos vote, sino a que se nos lea, estudia, escuche y se tome una decisión madura.

Pueden escuchar aquí en audio la entrevista completa: