Iván Espinosa: ‘La familia es la última célula de independencia y resistencia al intrusismo y autoridad excesiva del Estado’

Una entrevista de la que publicamos la primera parte: Vox y los medios, la familia, derechos de los padres, descenso demográfico y violencia contra la mujer.

26 DE JUNIO DE 2023 · 20:00

Iván Espinosa de los Monteros, durante la entrevista en el Congreso de los Diputados (Madrid),Iván Espinosa de los Monteros
Iván Espinosa de los Monteros, durante la entrevista en el Congreso de los Diputados (Madrid)

Nos hemos reunido en el Congreso de los Diputados con Iván Espinosa de los Monteros, vicesecretario de Relaciones Internacionales y portavoz de VOX en este mismo Congreso. Le entrevistamos ante las elecciones generales en España el próximo 23 de julio.

Nuestro propósito es realizarlas con los tres grandes partidos de ámbito nacional, PSOE, PP y VOX. Los dos primeros han recibido nuestra solicitud y la están gestionando. VOX (que la recibió en la misma fecha) es quien primero nos ha contestado, concretando este encuentro.

Dada su extensión, la hemos dividido en dos partes. En esta primera abordamos el trato de los medios a VOX, el ataque a la familia natural y los derechos de los padres, el descenso demográfico, y la violencia contra la mujer.

 

Pregunta.- Habría muchísimos temas que tratar, algunos que son de especial sensibilidad para los evangélicos. Pero antes, has dicho en el pasado que “hay muchos medios que tienen miedo de que su financiación se ponga en entredicho y estamos acostumbrados a trabajar sin medios de comunicación, no ya que nos ayuden, sino que nos traten con objetividad” ¿Ha cambiado algo desde el inicio de VOX hasta ahora?

Respuesta.- Ha empeorado. Los medios de comunicación son parte del sistema. El sistema se defiende ante la aparición de un grupo extraño, como casi en cualquier mercado. Las barreras de entrada a cualquier mercado son difíciles de superar. Si uno intenta competir con Coca Cola, pues le van a poner todo tipo de dificultades. Si uno intenta competir con BBVA, pues lo mismo. Y si uno intenta entrar en un mercado tan cerrado como es el mercado político mediático de este país y lo hace sin haber pedido permiso ni a los bancos, ni a las compañías del IBEX, ni a las redes de comunicación, ni a aquellos que creen que tienen el derecho exclusivo de manejar un país, pues las dificultades crecen. Y si además uno demuestra que es capaz de llegar hasta una cierta medida, que no es todavía la que queremos estar, pero que no está mal. Ser la tercera fuerza política a nivel nacional, consolidar 52 diputados, consolidar nuestro poder y presencia municipal, autonómico, estar en todas las instituciones que hay; todo esto en contra o a pesar de todos los medios de comunicación, pues las cosas no mejoran, empeoran. Pero estoy seguro que la Iglesia evangélica sabe lo que hablo, porque también tiene una trayectoria de superar dificultades y operar en un mercado agresivo.

 

Iván Espinosa: ‘La familia es la última célula de independencia y resistencia al intrusismo y autoridad excesiva del Estado’

P.- Sin duda algo vital para la sociedad, y especialmente para los que somos cristianos, es la familia; que en muchos aspectos está siendo afectado por políticas que realmente son ideológicas, y que además suponen un adoctrinamiento de las aulas de los niños, apoyados en leyes que tienen que ver sobre todo con la sexualidad, quitando el derecho a educar en valores los padres a los hijos ¿Cuál crees que debería ser la actuación ante estas leyes? ¿De qué forma se podría defender desde la política que esto cambiase?

R.- Hay que partir del deseo de cambiar las cosas. Y esto que parece una perogrullada, tiene su enjundia. ¿Por qué? Porque el ataque contra la familia no es de este gobierno. El ataque contra la familia arranca más de 20 años atrás, con la llegada de Zapatero, con las primeras leyes que en ese momento parecían muy reaccionarias y muy duras contra las instituciones como la familia, la del divorcio express, o la creación de la ley de nuevas familias equiparando todas las familias como si fuera igual una cosa que otra. A partir de ahí, el tema del aborto sin consentimiento paterno para las menores de edad. A partir de ahí, todo tipo de medidas, este gobierno ha ido adelantando también ataques fiscales, por ejemplo, a las madres trabajadoras y luego toda una cultura de denigrar a la familia, desde todos los puntos de vista.

He dado un salto muy largo, he empezado con Zapatero y ha acabado con Sánchez. Pero en medio, no hay que olvidar que hubo seis años largos de gobierno del Partido Popular, y uno se pregunta qué cambió en esos años. No cambió absolutamente nada. Se consolidaron todas las políticas de todo tipo. En este caso estamos hablando de los ataques a la familia. Pero también de todas aquellas políticas que el Partido Popular dijo que corregiría o que cambiaría y no hizo absolutamente nada. Por ejemplo presentó un recurso de inconstitucionalidad contra el aborto, como recurso legítimo de quien está en la oposición intentando evitar una ley porque no se corresponde con la Constitución. Pero cuando llegan al gobierno no cambian la ley aunque tiene la capacidad legislativa para hacerlo ya que pueden suprimir aquellas leyes que no le parecen bien, o reformar las que parezcan mejorables e introducir leyes nuevas de apoyo a aquellos valores, en que cree. En sus seis años de gobierno no pasó nada de lo anterior. Y hemos llegado hasta este año, donde la resolución del Tribunal Constitucional, que después de más de 15 años de recursos se ha resuelto en pocas semanas desde la renovación de Tribunal Constitucional, con la aquiescencia del Partido Popular, el Partido Popular ha dicho que le ha parecido muy bien.

Entonces, vuelvo a lo que estaba diciendo, primero hay que tener el deseo de defender una idea y luego ya vemos qué medidas se pueden tomar. ¿Qué medidas se pueden tomar? Pues todas las medidas legislativas, fiscales, normativas, que lleven aparejada una defensa absolutamente abierta, frontal, sin complejos de la familia. ¿Y por qué? Pues por muchos motivos. Algunos pueden ser de carácter religioso, pero la mayoría entran en motivos puramente de la sociedad civil, porque la familia es el mejor ambiente en el que se cría un niño, porque la familia es la última célula de independencia y resistencia ante el intrusismo y la autoridad excesiva del Estado. Porque la familia da estabilidad y genera niños con mejores notas, con mejores capacidades cognitivas, con más estabilidad emocional, porque la familia, si uno cree en ello, e insisto, no tiene por qué ser desde un punto de vista religioso, sino que lo puede ser desde un punto de vista puramente humanista (aunque, claro, un humanismo cristiano,) tampoco nos lo vamos a engañar, si uno cree en la familia, o si uno tiene esas ideas, pues uno tiene que defender a la familia.

Ya sabemos que la familia es también una célula imperfecta, donde no todo funciona siempre como nos gustaría y hay muchos casos muy dolorosos de rupturas o de reconfiguraciones. Pero sigue pareciéndonos que no hay un sustituto después de miles de años de evolución humana. Y si uno mira también otras civilizaciones, comprenderá que no hay un sustituto con la familia de calidad superior. No hay nada mejor que una familia. Por tanto, conviene protegerla. Y a partir de esa convicción profunda, uno puede empezar a ser ya creativo con la legislación, de todo tipo, para proteger, fomentar y desarrollar el concepto.

Iván Espinosa: ‘La familia es la última célula de independencia y resistencia al intrusismo y autoridad excesiva del Estado’

P.- Dentro de esta misma área de la familia, algo que se refleja perfectamente en lo que has comentado es el brutal descenso de la natalidad. Esto tiene que ver también con una falta de consideración laboral. Las cargas fiscales y económicas que no tienen ningún tipo de ayuda, ha desaparecido a la familia numerosa. ¿Hay propuestas concretas de VOX, si pudiera gobernar o influir en los gobiernos para mejorar estas situaciones?

R.- Hemos presentado muchas y si de nosotros dependiese, hemos hablado incluso de la creación de un Ministerio de la Familia para poner en práctica todas estas ideas, y las tenemos aquí registradas. Pero quiero destacar un par de conceptos que no siempre son bien entendidos.

Un aspecto es que es frecuente oír hablar a la gente de que “no puedo tener una familia porque no tengo dinero, porque no me dan los ingresos”. Entonces, uno tiende a pensar que en los países donde la natalidad cae es por falta de recursos económicos. Pero la realidad es exactamente la inversa. Precisamente, los países que más avanzan y más crecen en recursos económicos, suele coincidir con los países que más caen en natalidad. No hay ninguna duda de que la natalidad era superior en España hace 20 años que hoy, y superior hace 40 años a la natalidad de hace 20. Y yo creo que nadie, nadie podrá negar que la riqueza per cápita en España se ha disparado en este tiempo. Es decir, que cuanto más ricos hemos sido, menos familia hemos tenido, menos niños hemos tenido. Luego no debe ser la causa de esa caída de natalidad. No hay ninguna correlación con el nivel de renta, sino correlación inversa en todo caso.

Y la segunda gran idea que hay que transmitir y hemos observado desde hace mucho tiempo, yo incluso antes de estar en Vox, o antes de que fundáramos Vox (formaba parte de la Fundación Renacimiento Demográfico, donde esto se ha estudiado con mucho detenimiento) es que el renacer de las familias y de la natalidad es una cuestión puramente cultural, puramente de convicción, puramente de creencias. Claro, la legislación tiene que ayudar y a su vez vuelvo a lo de antes, si uno tiene la convicción, la creencia profunda de que esto es bueno, pues pondrá todas las medidas para que el Estado colabore del desarrollo de esa idea. Si uno cree que esto es una cosa de ultraderecha o fascista, pues entonces pondrá todas las medidas en el sentido de inverso. Pero cuando digo que es un cambio cultural el necesario, porque el apoyo, por supuesto, legislativo, administrativo, el cambio cultural implica muchas cosas más. El cambio cultural implica valorar, apreciar, poner en valor a las madres que deciden tener hijos, sean trabajadoras o decidan quedarse en casa. No menospreciar o despreciar a las mujeres que se deciden a tener un hijo más o que deciden dejar su trabajo o que deciden quedarse en casa o que deciden simultanear todo.

Por supuesto que hay que tener una legislación mercantil, laboral, civil, que fomente la maternidad, y la maternidad en el mundo laboral también; porque las grandes discriminaciones que existen en nuestra sociedad no son contra la mujer en el ámbito laboral, sino contra la madre. La madre trabajadora sí que vive una realidad absolutamente desigual respecto a un hombre, porque si la mujer no tiene hijos, su carrera laboral podrá discurrir exactamente igual que la de un hombre, con las peculiaridades que tenga cada individuo. Pero si una mujer que trabaja decide tener hijos, ahí sí se encuentra en una situación de desventaja colectiva. Pues como es lógico tiene que tener su baja, tiene además algunos condicionantes que los hombres no tienen. Pero las feministas lo que quieren es que el hombre tenga el mismo condicionante y borrar todo el rastro de diferencia entre los sexos (que ellos llaman género). Y yo creo que la solución no va por ahí, la solución va por el lado de aceptar que esto existe, que hay dificultades superiores cuando una mujer quiere ser madre y seguir trabajando, y para eso hay que buscar medidas que también hemos propuesto en este Congreso para favorecer y hacer un poco de contrapeso para las desventajas que tiene en el mundo laboral una mujer que quiere ser madre o que ha sido madre.

La cultura de bienestar que está originalmente pensada en ayudar a todo el mundo, y eso está muy bien, ha ido derivando hacia una cultura del asistencialismo y finalmente una cultura del estatalismo total. Y por eso hemos visto en esta legislatura en España (y en otros sitios también) a ministros decir que los niños no son de sus padres, y que es el Estado quien tiene prácticamente que asumir la tutela de los niños; por eso podemos ver ciertas legislaciones no ya del ministerio de Igualdad en temas LGBT, sino en el PP de la Comunidad de Madrid que se ha negado a derogar reiteradamente (pese a nuestra petición) de la ley en la que se puede llegar a perder la patria potestad de un niño si el padre se niega a someter a su hijo menor de edad a un cambio de sexo, porque el Estado está por encima; algo que sería asumible en casos como el maltrato de los hijos pero no en el caso de valores morales.

 

P.- Un tema delicado y fuente de polémica es la violencia contra la mujer. VOX habla de violencia intrafamiliar, que se interpreta como aquella que la mujer sufre en el seno de la familia, dejando fuera las violaciones y maltratos fuera del hogar. ¿Cuál sería la postura de VOX al respecto?

R.- Los términos son muy importantes, porque lo que ha hecho la izquierda tradicionalmente ha sido cambiar primero el vocabulario, después cambiar la cultura, luego crear visibilización y finalmente crear la necesidad de subvencionar a un determinado colectivo victimizado y por último cambiar la legislación.

Pongo un ejemplo. Hace 25 años nadie hubiese pensado que un país eminentemente familiar como España hubiese aprobado una ley de eutanasia. Pero se comenzó a hablar y se impuso la idea de muerte digna, un término con el que nadie puede estar en desacuerdo. A partir de ahí se inició un cambio de cultura, utilizando el sector cultural y del cine, como vemos en “Mar adentro” con el caso del tetrapléjico Ramón Sampedro. Un caso extremo ante el que nadie puede dejar de conmoverse, pero que es un caso excepcional y que es utilizado para que la eutanasia se contemple como un acto humanitario que es la bandera de la Asociación por la Muerte Digna, fuertemente subvencionada con el impuesto de todos los españoles y politizada, que además va creando toda una industria subvencionada por el Estado. Comienza entonces a presionarse pidiendo una Ley de Muerte Digna, que finalmente se aprueba.

Vamos a ver ahora los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas. Una sola mujer, una sola, que muriese en España a manos de su pareja es demasiado. Pero se comienza a cambiar el nombre de las cosas y desde Zapatero se llama violencia de género, con lo que se sugiere que se atribuye la violencia a ser de un determinado género (como la izquierda denomina a ser de un determinado sexo), es decir la violencia realizada por el mero hecho de ser hombre. Y por lo tanto los hombres son violentos, o como ha dicho la secretaria de Estado de Igualdad, los hombres son violadores y los hombres españoles son bastante violadores. Por el mero hecho de ser hombres. Por lo tanto, debe haber una legislación penal exclusiva para hombres, es decir asimétrica: no es lo mismo que mate un hombre a que mate una mujer. Esto que es la Ley aprobada en España acaba con dos mil años de derecho romano, al romper dos principios: la igualdad de todos ante la Ley y la presunción de inocencia del acusado (ya que se invierte la carga de la prueba). Esto es una barbaridad.

Si miramos las cifras de mujeres asesinadas anualmente en España, vemos que no ha cambiado en absoluto en los últimos 20 años; lamentablemente son asesinadas entre 45 y 55 al año. Por lo tanto, todas las políticas aplicadas en estos 20 años han tenido un resultado cero. Pero si uno ve las noticias en España, la impresión es que somos uno de los países más peligrosos para ser mujer. Sin embargo de los 197 países reconocidos en la ONU en este tema está en el percentil 95, es decir somos uno de los países que está en el 5% de países mejores del mundo en cuanto a tasa de feminicidios más baja.

Otro dato. España tiene 47 millones de habitantes y unos 67 millones de visitantes al año. SI un turista extranjero mata a su pareja en suelo español se incluye en las estadísticas por asesinatos por violencia de género en España. Y el 40% de los asesinatos tiene al menos a una persona de la pareja de nacionalidad no española (inmigrante o turista). Es decir, que si hablamos de una media de 50 asesinatos de mujeres (por violencia de género en España) la cifra desciende a 30 de parejas españolas. Un solo asesinato es mucho, repito, pero 30 en un país de 47 millones de habitantes nos colocaría en ser el país más seguro del mundo para la mujer; algo que no se corresponde con la imagen y alarma social creadas.

Y finalmente, contrasta que no se hable de otras muertes lamentables como son los suicidios, más de tres mil al año. Se dice que no se habla en los medios porque hablar de ellos es promocionarlos, y sin embargo se está hablando todos los días en las noticias de asesinatos por violencia de género.

Entonces, ante todos esto ¿qué dice VOX? Pues VOX es el único que defiende a la mujer, que pide endurecer las penas contra cualquier hombre que levante la mano contra una mujer, sea su esposa, hija, madre o vecina. Con el agravante de fuerza del hombre ante la mujer. Pedimos cadena perpetua para los asesinos de mujeres, pederastas, y violadores. Nada que ver con la Ley del “sólo sí es sí” que redujo penas e incluso excarceló a agresores sexuales fruto de un ministerio que tiene más de 500 millones de euros de presupuesto. VOX defiende a la mujer sin rendirse en la batalla ideológica ante los cambios de terminología de paradigmas que la izquierda ha impuesto a todos los demás partidos, y que el PP ha llegado a asumir como propio y lo lidera para demostrar que son más progres que nadie.

Iván Espinosa: ‘La familia es la última célula de independencia y resistencia al intrusismo y autoridad excesiva del Estado’

En la segunda (y última) entrega de esta entrevista, las preguntas tratarán sobre las limitaciones a las libertades de expresión, religiosa y de conciencia, la inmigración y la inseguridad ciudadana, el pluralismo religioso (y en especial el protestantismo), los cristianos perseguidos, el “voto útil” en los partidos de la derecha española, y la experiencia y valoración personal de Espinosa de los Monteros de las iglesias y ciudadanos de fe evangélica.

Pueden escuchar aquí en audio la entrevista completa:

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