Rocío Monasterio: ‘Para mí, los evangélicos han sido un ejemplo’

Estamos en una terraza del centro de Madrid con Rocío Monasterio, candidata por VOX a la presidencia de la Comunidad de Madrid en las próximas elecciones del 28 de mayo (*). Les animamos a escuchar la entrevista completa en el audio al final de estas líneas (les pedimos disculpas por el ruido de fondo, aunque se escucha bien el contenido de la entrevista).

Aunque, como ciudadanos, a los evangélicos nos importan multitud de temas como la economía, la sanidad, los estudios de nuestros hijos, la corrupción, la violencia contra la mujer, la vivienda y los okupas, la sequía, la guerra en Ucrania; hemos querido centrarnos en plantear algunas cuestiones que nos son especialmente sensibles a día de hoy.

Pregunta.- A la hora de defender la familia hay muchos aspectos en los que la ideología está afectando las políticas como el adoctrinamiento en las aulas, el derecho a educar en valores a los hijos, el papel de los padres con hijos menores de edad en decisiones sobre el aborto o la transexualidad. Un tema muy amplio pero fundamental, ¿cuáles creen que deberían ser las medidas en esta defensa de lo que se considera la célula fundamental de la sociedad?

Respuesta.- Nosotros creemos que la familia es el pilar fundamental de la sociedad. Sin familia se deshace la sociedad. El abandono de la defensa de la dignidad humana es la raíz de todo el problema, un camino que no respeta la defensa de la vida y lleva a leyes en las que se da el “derecho” a las madres de acabar con la vida en el vientre materno. Como también ocurre con la eutanasia. Y finalmente las leyes de género, que son un ataque frontal a la dignidad de la persona en las que la identidad sexual se escribe y se sobrescribe, con un daño brutal a los niños; como ya está ocurriendo en la Comunidad de Madrid, donde se enseñan prácticas sexuales, adoctrinando y pudiendo hormonarse para el cambio de género con 12 años, sin respetar -e incluso atacar- el modelo de familia natural que michos padres tenemos.

Sin olvidar un aspecto tan importante como es el compromiso en el matrimonio y con la crianza conjunta de los hijos. Unos valores y modelo que dan seguridad y estabilidad; y que muchos denostan, no desde luego nosotros.

Esta es una lucha contra agendas tremendas, verdaderos gigantes que llevan a una sociedad con una vida muy triste, donde la vida no vale nada y triunfa el materialismo. Todo esto lleva a la soledad y a los problemas de salud mental de tanta gente, especialmente jóvenes y mayores.

P.- A la hora de afrontar el grave descenso de natalidad poco se está haciendo en conciliación laboral y las cargas económicas y fiscales que suponen los hijos. ¿Tienen propuestas concretas de Vox para lograr revertir en lo posible esta situación?

R.- Los hijos son siempre una bendición. Nosotros hemos llevado ya medidas para ayudar a las madres adolescentes en la legislatura anterior, para que no tengan que dejar sus estudios. Ahora tenemos que conseguir ampliar las políticas de natalidad a madres con más de 30 años, porque la edad media de tener un niño en Madrid es de treinta y pico años.

Hay que animar a las familias a tener un nuño más porque lo que nos rodea lleva al temor de tener más hijos. Hay que poner más financiación en la ayuda y la apuesta por la vida; porque los gobiernos que tenemos financian más los abortos que la vida.

Otro aspecto importante es educar a las mujeres a favor de la maternidad, y no en contra como hace el actual feminismo que dice que no hay que tener hijos para ser exitosas. Hay que respetar y no menospreciar a las mujeres que priorizan a sus hijos, incluso abandonando unos años su trabajo para dedicarse a ellos. Yo creo en madres (y padres) fuertes, que educan a sus hijos. Por eso creo en devolver la autoridad a los padres, y a los profesores.

Este feminismo actual está en realidad enfrentado a las mujeres porque borra la identidad de la mujer. Y además nos enfrenta con nuestra naturaleza, porque en realidad queremos ser madres. La maternidad no está reñida con la sociedad actual.

Todo esto exige darle una vuelta cultural a través de la educación, que es fundamental. También derogar todas las leyes de género e impulsar políticas provida y de apoyo a la familia y la natalidad.

P.- Con respecto a la Ley trans, va más allá de la familia y afecta a cuestiones fundamentales como la libertad de conciencia y de expresión. Aunque de ámbito nacional, su aplicación corresponde a las autonomías ¿Tiene margen de actuación una Comunidad autónoma y de qué forma piensan actuar ante ella?

R.- La Comunidad de Madrid puede derogar su Ley trans, que tiene ya seis años. Un acto de rebeldía ante esta imposición, y también de contricción por estas políticas equivocadas que ha asumido un partido de derechas (el PP) como si fuera de izquierdas. Nosotros hemos intentado derogarla dos veces: la primera votó el PP en nuestra contra y la segunda dijeron iban a reformarla pero que ya no daba tiempo.

Aunque la ley se basa en la autodeterminación, y esto no se reforma, se deroga, como tampoco se reforma la no presunción de inocencia o el retirar la custodia a los padres que se oponen a la hormonación de sus hijos menores.

Lo mismo ocurre en lo que respecta a la educación en los colegios (privados, públicos y concertados), a los que obliga a impartir contenidos que son evaluados por los propios colectivos LGTBIQ y que pueden proponer retirar la subvención a un colegio. Nosotros creemos en la libertad de educación y no vamos a permitir que las leyes trans y LGTBI acaben con los colegios privados y concertados. También defenderemos los derechos de los padres en la educación de sus hijos.

Las leyes trans son una ideología perversa que destroza a los niños y las familias, y por eso no dejaremos de luchar con las fuerzas que tengamos y que nos dé el voto de los madrileños. No se trata ya de política, sino de defensa de nuestros hijos, de nuestras familias, de nuestros valores, de la libertad y de la dignidad de la persona.

P.- Ante la inseguridad ciudadana muchos interpretan que VOX fomenta una perspectiva negativa de la inmigración y el inmigrante en su conjunto ¿cuál es su perspectiva del fenómeno de la inmigración. Hay muchos evangélicos en Madrid y España que vienen de otros países, unos legalizados y otros en trámites para conseguirlo, ¿estos últimos tienen de su parte algún apoyo o protocolo para conseguirlo?

R.- Vox fue el único partido que llevó al Congreso el derecho de asilo a quienes huían de gobiernos comunistas y votaron todos en contra. Y aquí habla una cubana nacida en Madrid pero hija de cubanos y con familia exiliada por todo el mundo. Yo sé lo que es el dolor de salir de tu país dejando todo atrás y sin poder volver.

Creemos que todos quienes vienen a España, a Madrid, a trabajar y a prosperar debemos estar abiertos, hay que facilitarles la vida y los papeles. Y, por cierto, la homologación de los títulos porque hay muchos latinoamericanos médicos, ingenieros, etc. en esta situación. Porque compartimos lengua y valores, valores que son cristianos, y que son el fundamento de lo que llamamos hispanidad.

Vox da la bienvenida a todos quienes vienen a Madrid para integrarse y debemos facilitarle el camino. Una inmigración sin papeles, sin homologación, están condenada a la pobreza o a ser víctima de las mafias. Queremos una inmigración ordenada, legal y con rapidez de trámites.

P.- En la lucha contra el islamismo radical VOX propone expulsar a los inmigrantes ilegales, cerrar las mezquitas que promuevan el extremismo religioso y prohibir el uso del velo integral en los espacios públicos ¿Cómo diferenciar islamismo radical de islamismo aceptable? Y en segundo lugar ¿la lucha contra el islamismo radical no puede suponer que se apliquen leyes o normas que afecten la libertad religiosa, no solo de los musulmanes sino también de los evangélicos? Porque el catolicismo queda fuera, al tener una libertad que está históricamente más que asentada.

R.- Nosotros defendemos la libertad religiosa, y que esto incluye que quienes vienen a España respeten nuestros valores, por ejemplo de respeto a la mujer. SI invitas a alguien a tu casa le das la bienvenida, pero le pides que respete tu casa. Y en cuanto al yihadismo y el salafismo, nuestra lucha frontal, porque para el yihadismo el enemigo a aniquilar es el cristiano. Pero a quienes respetan nuestros valores y creencias también respeto absoluto.

P.- VOX defiende el patriotismo español, las tradiciones culturales y no arrinconar los valores judeocristianos de Europa, pero surge la pregunta de si este concepto de lo español y lo cristiano se limita al catolicismo; cuando Europa tiene raíces protestantes en las que la mayoría de los cerca de un millón de evangélicos españoles nos identificamos. ¿Son conscientes de esta realidad?

R.- Nosotros hablamos de los valores judeocristianos que dieron lugar al nacimiento de Europa. Y ahí están los primeros monasterios y las órdenes de Cister y Cluny, donde se resistió a la invasión musulmana como origen de Europa y las raíces de libre albedrío para que el ser humano elija el camino, de salvación o no. Europa se basa en esa libertad.

P.- Su entrada en VOX surgió empujada por la pregunta de una de sus cuatro hijos: ¿qué estás haciendo para cambiar esto? ¿qué cree que ha cambiado o aportado VOX en la Comunidad de Madrid en particular y España en general?

R. Es verdad. Fue viendo un programa de los cristianos perseguidos en Siria. Hoy he estado con jóvenes en la Universidad y me he dado cuenta de que estamos abriendo una senda del discurso a la libertad, de no someterse al pensamiento único, a agendas como la 2030 que ataca a la familia, promociona el aborto y quiere imponer leyes como la Ley Trans. Porque somos el único partido que no se somete a toda esa ideología, con valentía ante ese tsunami a los valores fundamentales; y por eso otros se están animado a alzar la voz, entre ellos muchos jóvenes.

Gracias a eso se ha debatido lo que supone la Ley Trans, que se hable de que una madre tiene en su seno latido del niño que gesta. ¿Cuándo se había hablado en España? Nunca.

Sólo por eso Vox ya ha hecho un trabajo importantísimo, aunque nos queda por delante una labor enorme, pero para eso nos tienen que dar fuerza con el voto. Estamos comprometidos, dispuestos a partirnos la cara y que nos la partan, a defender lo que creemos, aunque seamos injustamente estigmatizados o llamados ultras. Queremos dar testimonio de lo que creemos porque es nuestra obligación.

P.- Una cuestión que puede plantearse el votante es el “voto útil”, en cuanto al resultado efectivo de apoyar a Vox con el voto. Tras su experiencia de apoyo al Gobierno de la Comunidad de Madrid sin integrarse en el mismo, y la más reciente formando parte del Gobierno de Castilla y León ¿creen que su presencia y actividad política marca una diferencia práctica y real en la ciudadanía?

R.- Yo creo que sí. Pero pueden verlo en toda su expresión los madrileños si nos dan más fuerza. Ya hemos conseguido abrir debates. Logramos que se dijera que se iba a reformar la Ley Trans, y si nos dan más fuerza conseguiremos derogarla e implantar verdaderas políticas en favor de la familia y que ésta sea puesta en primer plano.

Depende de lo que quieran los madrileños, yo lo que les pido es su confianza. De esto depende que hablemos de nuestros valores sólo en la cena de casa o que alcancemos las políticas de los gobiernos para que apliquen esos valores a la vida pública de forma que nos representen; porque tenemos derecho a ser representados a que se hable de nuestros valores, a que no se nos arrincone. Aspectos que el resto de los partidos o han atacado frontalmente, o han renunciado a defender. El mundo no es de los tibios, es de los valientes.  Llegaremos donde vayamos juntos los que pensamos igual. Adelante, sin miedo a nada ni a nadie, porque ¡allá vamos!

P.- Finalmente ¿cuál ha sido su experiencia en este tiempo en política en su relación con la ciudadanía de fe evangélica o protestante? ¿Qué ha descubierto o sorprendido?

R.- Para mí han sido un ejemplo. Creo que los evangélicos han entendido muy bien la valentía, el sacar a la calle sus convicciones, cosa que a lo mejor los católicos no hemos sabido hacer, y hay que reconocerlo. Los católicos nos hemos quedado en la misa de los domingos, y a veces ni eso.

Yo envido cómo las comunidades evangélicas no sólo hacen sus celebraciones, sino que también son una comunidad social de ayuda, donde al que cae se le ayuda a levantarse, con fuerza económica, que lucha para que se hable de sus valores en los gobiernos (ahí está el ejemplo de Brasil). Eso para mí es admirable y los católicos debemos tomar ejemplo, y salir con valentía a decir todo esto, porque si no vamos a convertirnos en perseguidos en lugar de cristianos sin miedo que defiende sus creencias, respetando a los que no piensan igual; es el deber de dar testimonio y hacerlo desde todos los ámbitos: en la familia, en la política, en la calle.

P.- Algo más que quiera añadir.

R.- Creo que va a triunfar la verdad, la belleza y el bien. Sólo tenemos que unirnos para defenderlos.

Aquí tienen la entrevista completa en audio. Les pedimos de nuevo disculpas por el ruido de fondo, aunque se oye bien el contenido de la misma.