Memoria tachada
Hace poco, en Montemolín, cuna de nuestro Casiodoro de Reina, su reconoció la fecha de su muerte, 15 de marzo, como referente de su recuerdo para cada año recordarlo.
22 DE JUNIO DE 2025 · 09:05
.jpeg)
Nuestra lengua es así. Tachar puede significar marcar algo para taparlo, para quitarlo del texto o del discurso, para que nadie lo pueda ver más; también atribuir una falta o delito, y que se mantenga bien explícito en el texto o discurso, para que todos lo vean siempre. Tapar o resaltar.
Así, resumiendo, la Reforma Protestante, especialmente en su versión que podemos llamar “calvinista”, en España ha sufrido de las dos tachaduras. Y eso sigue.
De todos modos, la modalidad de moda es aún peor. Se trata de tachar con un nuevo y moderno instrumento que unifica opuestos.
Por ejemplo, no es que te tachen a la Inquisición para borrarla de la memoria colectiva, sino que la tachan con la pintura que la unifica al consistorio calvinista. En esas se mueven hoy los que, algunos al menos, mueven la historiografía. Tales miserablones y miserablonas nos tendrán siempre en contra.
Esta doble motivación de tachar se hace explícita en la actuación inquisitorial. A unos condenados se los colocaba bajo el borrón de la historia. Constantino de la Fuente, aquí en Sevilla, con sus huesos sacados y quemados delante de su efigie para borrar su memoria. Otros, sin embargo, condenados a sambenito para conservar en la memoria de la sociedad su condición infamante por generaciones.
Así ocurrió incluso con la casa donde se reunía la iglesia clandestina, que la derribaron y sembraron con sal, pero pusieron un aviso en mármol para que todos vieran y recordaran. (Por desgracia ese sitio se perdió de la memoria y del callejero, y ahora no sabemos dónde estaría, que estaría muy bien saberlo. En Valladolid hubo más suerte.)
No sólo a las personas y sus circunstancias, que unas veces las tapan y otras las resaltan como señal de ignominia, pues ya se sabe que a los renegados malos españoles solo les queda el olvido o el infame recuerdo, sino también, y eso seguro es lo peor, a sus ideas.
Durante siglos, ya se sabe, por poner un caso, Lutero hizo la Reforma para poder casarse, encima con una monja. (Como si un monje tuviera necesidad de hacer una reforma par poder tener cama.)
Las ideas de la Reforma se tacharon de nuestro suelo, borradas las más de las veces, otras señaladas como injurias. ¿Recuerdan a los próceres de la patria imperial del siglo XIX proponiendo que todos los males de la revolución social provenían del libre examen de la Reforma Protestante? Con tales mimbres no es extraño que se torne extraño el examinar libremente nuestra historia.
No desde hace tanto tiempo, para ya hace algún tiempo, algunas cosas cambiaron, especialmente en el ámbito universitario. Ahí están los trabajos ejemplares. También en algunos sitios de la sociedad.
En ese camino, con cosas locales, pero de recuperación de la memoria de las tachaduras de uno y otro signo, se han realizado algunas actividades. Hace poco, en Montemolín, cuna de nuestro Casiodoro de Reina, su reconoció la fecha de su muerte, 15 de marzo, como referente de su recuerdo para cada año recordarlo.
El pasado jueves 19, el corpus, en Santiponce, donde el convento de San Isidoro del Campo, que allí estuvo nuestro Casiodoro y otros, entre ellos, aunque poco tiempo, Cipriano de Valera, de siete a nueve, en la Casa de la Cultura, presentamos un libro sobre Cipriano de Valera. Su autor el Dr. José Algaba, antiguo médico de familia de la localidad, su localidad, y referente social en deporte y otras actividades, y ahora dedicado a rescatar la memoria de su pueblo en la época de esplendor de Al Andálus. De siete a nueve significa empezar con 42º y terminar con 40º (no es exageración), ¡y hubo gente!
En Santiponce (premio Unamuno hace poco) existe una asociación de Amigos del Monasterio que realizan una labor muy notable para la vivencia de su monasterio. El episodio “protestante” o de disidencia del XVI, lo tratan con objetividad y afecto.
Con ellos y el alcalde del municipio presente, hicimos público, lo que ya estaba conversado, que también la localidad de Santiponce se hermane con Montemolín en el común referente de la fecha de la muerte de Casiodoro, el 15 de marzo, para ambos convivir y vivir la historia, sin tachaduras.
Gracias a todos los que colaboran en estos asuntos. ¡Al final nos va a salir una plana sin tachaduras!
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Reforma2 - Memoria tachada