Mi paz os doy, no como el mundo la da

Nuestro lenguaje, nuestra palabra, tiene sentido con la memoria.

01 DE JUNIO DE 2025 · 19:45

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Croacia durante la guerra en 1991. Peter Denton, Wikimedia Commons.

Entre Ucrania (tengo familia ucraniana), Gaza, y lo que nos borren de la tele y los medios, cada vez es más difícil el lenguaje.

¿Qué se puede decir al ver la desgracia de esa médico pediatra que ha perdido a nueve de sus diez hijos, mientras curaba niños?

Iba a poner en nuestra conversación algo así como “un poco de injerencia humanitaria”, por favor. Es la ironía de la Historia, pues así llamaron a lo que fue inicio de lo que ahora sigue.

Cuando la OTAN bombardeó lo que quedaba de Yugoslavia, sin declarar la guerra, y sin aprobación de la ONU. Crearon tribunales de justicia internacionales cuando habían puesto bajo los escombros por sus bombas al Derecho Internacional.

Y todo ello en nombre de la paz, ya se sabe. (Una intervención humanitaria a bombazos que duró desde el 24 de marzo al 11 de junio de 1999.)

Antes y durante los bombazos siempre te cuentan un cuento de propaganda. No es nada nuevo bajo el sol. Pero nuestro lenguaje, nuestra palabra, tiene sentido con la memoria. Unos usarán la palabra para ocultar o falsificar la memoria, pero nosotros con la memoria tenemos palabra.

Todo el derribo del mínimo derecho internacional reconocido entre pueblos, que se desplegó con los vuelos de los aviones de la OTAN (no pusieron soldados en tierra), tuvo su inicio con la declaración unilateral de independencia de la antigua federación yugoslaba, y posterior guerra civil, de Croacia.

Aquello era un verdadero lío diplomático. Estamos en 1991. Y el Vaticano, la Santa Sede, tan lenta en otros menesteres, de inmediato, de un día para otro, reconoció al “nuevo” estado. Fue la primera. Luego, quizás por mala conciencia del nazismo croata de la guerra, le siguió Alemania. El desastre. Pero eso tiene consecuencias… Dirán paz, paz, cuando no hay paz.

Buscando un dato, me salió este artículo. Es de febrero de 2012, pero me parece que son reflexiones que cubren un poco el estupor de lo que vemos. [Política: para tu bien y el de todos, 4 febrero 2012]

Que nuestro Dios consuele a esa médico y lo que le quede de familia, y traiga sus juicios contra los miserables que derraman sangre inocente.

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