Modelo en la colina, de Winthrop a Trump

Con John Winthrop (1588 [nació en enero, depende cómo se cuente]-1649) tenemos a un personaje formidable para estudiar, y una situación social y política digna de estudio.

16 DE FEBRERO DE 2025 · 07:25

John Winthrop. / <a target="_blank" href="https://www.worldhistory.org/">World History Encyclopedia</a>,
John Winthrop. / World History Encyclopedia

Lo único que tienen en común los dos personajes del título es que ambos, y entremedias otros que asumen la metáfora, quieren que su actuación suponga un modelo, una ciudad, en la colina para iluminar al mundo, a todas las naciones.

Con John Winthrop (1588 [nació en enero, depende cómo se cuente]-1649) tenemos a un personaje formidable para estudiar, y una situación social y política digna de estudio.

De él se ha escrito que “aunque muchos puritanos eligieron separarse del mundo y vivir en la pequeña celda de su justicia-propia, él eligió, siendo estricto puritano, ayudar a otros en el mundo”.

Su ciudad en la colina estaba construida con materiales de moderación y flexibilidad práctica.

El Taller de estudios norteamericanos, de la universidad de León, llevó a cabo desde 1992 un notable trabajo al editar, con formato sencillo y bilingüe, obras que deben leerse. (La Declaración de la Independencia. La Declaración de Séneca Falls; Discursos inaugurales, de varios presidentes; La vida y experiencia religiosa de Jarena Lee; Incidentes en la vida de una esclava de Harriet Ann Jacobs; Discursos, de Martin Luther King; Pecadores en manos de un Dios airado, de Jonathan Edwards; y un largo etcétera.

Todos con buenas introducciones.) En esa colección, con el n.º 38, apareció Un modelo de caridad cristiana, (1997) la obra clásica de John Winthrop que aquí uso. -Sobre Winthrop siempre nos quedará la biografía y contexto de referencia obligada de Edmund S. Morgan (-2013): Puritan Dilemma. The Story of John Winthrop, 1958-.

Un modelo de caridad cristiana es el “sermón laico o secular” que Winthrop “predicó” a bordo del Arbella (en el puerto o ya navegando), en abril de 1630, como uno de los responsables de la colonia a la cual iban. (Le acompañaban dos de sus hijos, en el conjunto de la flota acudían 700 personas en familias.) Esta circunstancia, con mucho previo, y mucho más después, es un modelo puesto en la plana de la historia para ver un momento crucial de la misma.

Todas las familias eran puritanas (término complejo que suena con música muy variada, pero en esos momentos era lo que era), y las razones de su abandono de Inglaterra y asentamiento en las colonias, con legalidad procedente de la corona que les había dotado de carta para conservar derechos y propiedades en las nuevas tierras, tienen una triple condición: religión, economía y política.

Carlos I había perdido el norte (todavía no la cabeza), con la disolución del Parlamento incluido, y eso provocó la convicción de sectores puritanos de que allí solo cabía esperar la ira de Dios.

Algunos, de momento, habían sufrido la del rey. La conclusión era evidente: se tenía que abandonar la ciudad que sería arrasada y buscar otro lugar de bendición.

-No parece que el triunfo de la Revolución con Cromwell le supusiera a todos un lugar de bendición donde regresar o quedarse, que se lo digan a los presbiterianos escoceses-.

“En el sermón Un modelo de caridad cristiana, Winthrop armoniza, como aún hará con mayor claridad ese republicanismo puritano o calvinista, virtud política, virtud cristiana y virtud del homo economicus.

Es decir, lejos de sublimar algunas de estas esferas y establecer una jerarquía de fines, subraya la necesidad de hacer compatibles los distintos fines del hombre”. (Antonio Rivera, 2002.)

Como se hacía en las iglesias, componiendo un pacto que tenían que aceptar los miembros, la comunidad de familias que van a la nueva tierra, firman un pacto, que ya no es solo religioso, sino también económico y político: “… buscar un lugar de cohabitación y consorcio bajo una debida forma de gobierno tanto civil como eclesiástico.

En tales casos como este, la responsabilidad de lo público debe anteponerse a todas las consideraciones privadas, a lo cual nos obliga no solo la conciencia (conscience), sino la mera política civil (civil policy); pues es una norma cierta que los bienes particulares (particular estates) no pueden subsistir en la ruina de los públicos.”

“En conclusión, ‘si tu hermano está en la necesidad y puedes ayudarle, no tienes que dudar, lo que debes hacer si amas a Dios es ayudarle’.

Para Winthrop, la riqueza no es mala, siempre y cuando entendamos que, como señala Calvino, más que propietarios ‘somos administradores de los bienes de Dios’”. (Antonio Rivera, Id. citando la Institución y su obra Republicanismo calvinista.)

Les pongo un poco más, y más si tenemos en cuenta que los evangélicos tantas veces se hallan mendigando alguna migaja caída de la mesa de la política, sin despertar a tanta política como ha sido creada por el pueblo redimido.

“Hemos entrado en alianza con Él para esta empresa. Hemos aceptado un encargo; el Señor nos ha dado libertad para que tracemos nuestros nuestros propios detalles... [aunque bajo la tutela legal de la corona, tenían concedida libertad para establecer leyes propias] Ahora bien, si el Señor se complace en oírnos y nos lleva en paz al lugar que deseamos, entonces es que ha ratificado esta alianza y sellado nuestra comisión, y entonces esperará un estricto cumplimiento de las cláusulas contenida en ella; pero si descuidamos la observancia de estas cláusulas, que son los fines que nos hemos propuesto y, siendo hipócritas con nuestro Dios, caemos para abrazarnos a este mundo presente e ir en pos de los propósitos de nuestra carne, buscando grandes cosas para nosotros mismos y nuestra descendencia, con seguridad estallará el Señor en su ira contra nosotros y nos hará conocer el precio de la violación de la alianza… debemos considerar que seremos como una ciudad erigida sobre una colina; los ojos de todas las gentes están sobre nosotros”.

¿Y de Trump no dices nada? No. De momento, con ver los rotuladores gordotes con los que firma, ya se ve.

Desde luego un asunto que tiene migas, y mucha tela que cortar, de momento aquí corto. La semana próxima, d. v., seguimos con esto. No se olvide que esta Massachusett es donde luego no puede vivir Roger Williams, donde se hacen leyes sobre esclavitud, el juicio contra Anne Hutchinson, etc.

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