Nadie muere por algo que sabe que es mentira: evidencias de la resurrección de Cristo

Negar a Cristo y su resurrección es lo que hace que la fe cristiana se mantenga en pie o muera. Por Adrián Butrón.

26 DE AGOSTO DE 2024 · 12:00

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Imagen de Esteban Amaro, Unsplash.

Nadie muere por algo que sabe que es mentira. En 2018, se estrenó en la gran pantalla una de las películas “cristianas” mejor dirigida de las últimas décadas, con alto nivel audiovisual y fiel al texto bíblico llamada. Pablo, el Apóstol de Cristo. Causó gran admiración en el mundo cristiano, debido al nivel de explicitud y crudeza de lo que fue la vida para los creyentes del primer siglo. 

En esta película, el director, Andrew Hyatt, nos muestra lo que fue la vida del apóstol Pablo en sus últimos días, mientras espera encarcelado en Roma a la espera de su ejecución. El director también nos muestra un flashback de la vida pasada del apóstol, incluyendo sus persecuciones a los cristianos antes de convertirse en uno de los más grandes apóstoles de Cristo. En una de las escenas de la película, Pablo, junto a Lucas, se encuentra delante del prefecto Mauritius debido a las revueltas que se estaban causando en Roma a causa de la persecución por parte de Nerón a los cristianos. Mauritius, increpando a Pablo, quiere hacerle ver que su causa no tiene sentido y que está luchando por una mentira. Sin embargo, Pablo, firme y sereno contesta: “Nadie muere por una mentira”. Y es que como dijo el apóstol, y utilizando una expresión que usó Martin Lutero, negar a Cristo y su resurrección es lo que hace que la fe cristiana se mantenga en pie o muera. 

Mucho se ha escrito a lo largo de los siglos sobre este tema, siendo muchos los detractores que han negado e intentado echar por tierra la evidencia de la resurrección de Cristo. Es por eso que mediante este artículo daré algunas de las evidencias más satisfactorias y bien datadas para la afirmación a favor de la resurrección de Cristo, ya que existen fuentes cercanas al suceso de la resurrección dando mucho valor y peso. 

Como decía anteriormente, es cierto que ,desde temprano, después de la resurrección se han dado ciertas explicaciones naturales a la tumba vacía. La primera es el robo (Mateo 28:13). Después surgieron otras explicaciones y leyendas tales como la teoría del desmayo, la del hermano gemelo, la teoría de la alucinación por parte de los primeros cristianos, la teoría de la equivocación de la tumba, e incluso, por medio de la moda de la ufología, se ha llegado a decir que Jesús era un alienígena.1

Richard Dawkins, el ateo más famoso de las últimas décadas, en su libro El espejismo de Dios, argumenta y considera que la resurrección de Cristo es un mito o una leyenda sin base histórica ni científica. Sin embargo, ¿alguien puede vivir sabiendo que algo es un mito y llegar a morir por ello? No lo veo probable. Y es que al igual que Pablo en el film, y cientos de personas a lo largo de los primeros siglo, no murieron por una mentira, leyenda o especulaciones. El mismo apóstol Pablo en su primera carta a los corintios les dijo: “Si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también vuestra fe.”2 La resurrección para los primeros cristiano fue un hecho real y así lo documentaron. 

A continuación veremos algunas de las evidencias que hacen de la resurrección la explicación más plausible. 

Comenzaré argumentando que la resurrección de Cristo no está solo datada en textos cristianos, sino que además hay fuentes extrabíblicas de este acontecimiento. Se podría llegar a pensar que el relato de la resurrección fue un invento de unos pocos discípulos y de los más cercanos a Jesús, sin embargo, las creencias de la vida y resurreción de Jesús estaban muy extendidas. Se han reunido más de 17 fuentes no cristianas en las que se mencionan más de 50 detalles de la vida, enseñanzas, muerte y resurrección de Jesús.3 Por ejemplo, el historiador romano Tácito, al otro lado del Imperio Romano, habla de este hecho junto con otros contemporáneos. Personajes como Suetonio, Thallus, Josefo, Luciano, entre otros muchos, hacen referencia a las creencias cristianas sobre la vida, muerte y resurrección de Cristo.4 Estas son fuentes muy próximas al acontecimiento dando peso a favor de que la creencia en la resurrección era tan cercana a los acontecimientos que no hay tiempo suficiente para el desarrollo de mitos y leyendas. El argumento que muchos proponen, entre ellos Dawkins, en cuanto que la resurrección fue un evento trasmitido y exagerado de boca a boca como en el juego del teléfono, no tiene fundamento. 

Ahora, veamos varias evidencias de la realidad de la resurrección de Cristo. Nos apoyaremos en algunas evidencias fundamentales que nos proporciona el filósofo y teólogo William Lane Craig. Dr. Craig, en su libro Fe razonable, nos proporciona y argumenta lo que para él son los tres grandes hechos sobre las que descansa la veracidad de la resurrección de Cristo. Estos son: la tumba vacía, las apariciones y el origen de la fe cristiana.5

Craig comienza con el hecho de la tumba vacía, narrado en Mateo 28:1-10 (cf. Mr. 16:1-8; Lc. 24:1-12; Jn. 20:1-10). Su primer argumento es el hecho del conocimiento de la tumba por los primeros cristianos y judíos, lo que sugiere que era un lugar real y concreto. Craig, sigue diciendo que si la tumba de Jesús no hubiera estado vacía, sus seguidores nunca habrían predicado su resurrección tan abiertamente y con tanto celo. Además, nos da una amplia argumentación sobre el hecho de que la tumba vacía no puede explicarse mediante teorías como el robo del cuerpo, la confusión en la tumba o la teoría del desplazamiento del cuerpo6, ya que ninguna de estas explicaciones puede dar cuenta de cómo un grupo de hombres desanimados y temerosos se convertirían en apóstoles valientes y comprometidos con la causa del Resucitado. 

El segundo argumento que nos da es en base a las múltiples apariciones de Cristo después de su muerte. Solo durante las primeras once apariciones, Jesús se apareció a más de quinientas personas durante un periodo de cuarenta días. En las cuales, Jesús, fue visto y oído, tocado, e incluso comió con sus seguidores.7 Estos hechos son narrados en fuentes independientes en los Evangelios y el libro de los Hechos. Entre estas personas encontramos a María y las mujeres que hallaron la tumba vacía, los discípulos y otros cientos. 

Por último, Craig, desarrolla que sin la resurrección de Cristo no hubiera surgido la fe cristiana ni se hubiera diferenciado del judaísmo de su época. Craig, argumenta que la fe cristiana se origina precisamente en el testimonio de los primeros discípulos de Jesús que afirmaron haber presenciado su resurrección. Sostiene que este evento fue lo que impulsó y consolidó la expansión de la fe cristiana, ya que los discípulos creían firmemente en la resurrección de Jesús y estaban dispuestos a morir por esta creencia.

En conclusión, nadie muere por algo que sabe que es mentira. A lo largo de este breve artículo hemos tratado de dar razones y argumentos convincentes para defender la racionalidad de la creencia en la resurrección de Cristo. A pesar de que a lo largo de la historia muchos autores intentaran desbancar y no dar crédito a este hecho histórico, la resurreción de Jesús sigue siendo la explicación más plausible a lo que pasó hace casi dos mil años.. Negar este hecho y pasar por alto las evidencias históricas de la resurrección es una negligencia. Cristo resucitó de los muertos, siendo esta afirmación la culminación del cristianismo y la esperanza final para la humanidad. 

 

Adrián Butrón Vega es graduado en teología por la Facultad Internacional IBSTE y tiene estudios en mecatrónica industrial.

'Razones de la fe' es una sección impulsada desde la asignatura de Apologética que se imparte en la Facultad Internacional de Teología IBSTE.​​

 

Notas

1 Antonio Cruz., Introducción a la apologética cristiana., 225.

2 1 Corintios 15:14 RVR60

3 Delmer Wiebe., apologética en 10 respuestas, 129. 

4 Ibíd., 129. 

5 William Lane Craig, Fe razonable, 376.

6 William Lane Craig, Fe razonable, 386-392.

7 Norman L. Geisler., El gran libro de apologética Cristiana, 585.

 

Bibliografía

Craig., William Lane., Fe razonable: Apologética y veracidad cristiana, Salem (Oregón): Publicaciones Kerigma, 2017.

Cruz., Antonio, Siemens., Rainer, Wiebe., Delmer, Apologética en diez respuestas, Viladecavalls (Barcelona): Editorial Clie, 2020.

Cruz., Antonio, Introducción a la apologética cristiana: La evidencia de Dios, Viladecavalls (Barcelona): Editorial Clie, 2021.

Geisler., Norman L, El gran libro de apologética cristiana, Florence: Monsgo, 2022.

 

 

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