Yo sé que mi Redentor vive

Uno de los textos más compartidos, y del que muchos creyentes tiran en los momentos más difíciles, cuando se ve con dificultad un horizonte sin fronteras lleno de obstáculos y muros que se levantan delante de nosotros cortando el paso como barrera infranqueable, está en el libro de Job.

13 DE FEBRERO DE 2010 · 23:00

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Se trata en concreto del capítulo 9, y los versículos 25 al 27. Job expresa lo siguiente: Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí. Mientras Job se deshacía en dolores, sufrimientos y quebrantos con la pérdida de sus hijos, sus riquezas y su salud, su esperanza estaba aún más allá de la muerte, donde la esperanza es infinita y sobrepasa todo entendimiento del ser humano. Pero no sólo el dolor de sus pérdidas afligía a este hombre de Dios, sino también las palabras de su mujer -falta de entendimiento y llenas de quejas contra el Creador-, y al calor de los amigos que finalmente en un compás de espera no podían articular palabras, no se atrevían a decirle nada porque sabían que difícilmente consolarían a un hombre en semejante circunstancia. Hay una pregunta interesante y que me imagino que tú mismo te la podrás hacer en condiciones semejante ¿qué se puede esperar ya de la vida, a no ser algo que venga de la mano de Dios? Pues Job buscó en el + y no en el –; en el después y no en el ahora. Y encontró consuelo en ver a Dios en tiempo futuro, mediante la fe, sabiendo que si Él vive, nosotros también viviremos. Esta es la manera positiva de superarse. Acogerse a sus promesas a no mirar el presente como estado permanente, sino como moneda de tránsito en nuestras manos; sabiendo que a veces el coste del peaje puede ser alto, pero a Dios no hay que seguirle por lo que nos da o por lo que nos quita, sino simplemente porque Él es Dios sobre todas las cosas. DESPUÉS DE MUCHO TIEMPO ESPERANDO EN DIOS ALGUNA RESPUESTA, ESTE HOMBRE LLAMADO JOB, AÚN CON SUS CONTRADICCIONES INTERNAS, VIÓ DIOS SU FIDELIDAD Y FUE RECOMPENSADO EN TODO Y POR TODO, GRACIAS A SU INTEGRIDAD. EN LA VIDA NO TODAS LAS PREGUNTAS TIENEN RESPUESTA Dios te bendiga

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