María, firme ante el mundo, sumisa ante Dios

El significado de María está muy relacionado con el de Myriam, y quiere referirse a “la elegida de Dios”.

19 DE DICIEMBRE DE 2019 · 08:30

María en el film 'Natividad History',María en el film 'Natividad History'
María en el film 'Natividad History'

Ya sale de su casita

el cántaro a la cintura

la más bella criatura

que hoy, en Nazaret habita.

Ufana está la ciudad

con esta joya tan bella;

belleza que solo ella

desconoce en su humildad.

Cuando pasa por las calles

difunde, flor pudorosa,

la fragancia deliciosa

de los lirios de los valles.

Hace unos días, Gabriel

a esta joven nazarena

la llamó “de gracia llena,”

bellísimo, en el dintel.

Ella, encendida en rubor,

sumisa al querer divino,

dijo, abrazando su sino:

 “Soy la esclava del Señor”

Y en ese instante cabal,

sin ninguna algarabía,

el Verbo de Dios venía

a su seno virginal.

Mas, tamaña maravilla

su vida en nada cambió,

porque María siguió

siendo humilde y muy sencilla.

Tampoco alguna vecina

notó en ella algo especial,

pues siguió tan servicial

y como siempre, tan fina.

Y así, cuando iba a la fuente,

llevando dentro al Hijo de Dios 

nunca nadie, de ella en pos

vio a un ángel resplandeciente.

¿Qué alma no se ve atraída

por esta Madre-Doncella

si era normal todo en ella

igual que la misma vida?

Autor anónimo

Estoy segura de lo que estáis pensando ¿Cómo puede elegir a María para escribir en una plataforma que intenta recuperar el feminismo bueno, no el que acampa por estos días y estos lares? Os aseguro que entre mis mujeres favoritas, elegidas y escritas o comentadas, María sería una de las últimas… Pero cuando estamos en época de Navidad, sin querer, tal vez huyendo de muchos prejuicios, de cosas erróneas, es que intento mirar a María la madre de Jesús, como una mujer más que especial.

Sumisa ante Dios, pero muy fuerte ante los demás. Ella sabía demasiado bien lo que le podía ocurrir a una chiquilla de 15 años prometida con José, y encinta sin haber tenido relaciones con nadie. Bendito José al que un ángel se le apareció en sueños, bendito que comprendió y obedeció; pero ¡claro que si! El bendita tu eres entre todas las mujeres, tenía y sigue teniendo mucha razón de ser.

Creo sinceramente que los evangélicos, intentando escapar de cosas como la adoración mariana y demás, hemos visto a María, un tanto desde lejos, cuando fue la elegida por Dios, casi una niña que se tuvo que enfrentar a retos muy profundos… Sumisa ante su Dios, sabedora de todo; pero fuerte y firme ante todo el mundo, esa es mi querida María, una mujer tremendamente especial.

El significado de María está muy relacionado con el de Myriam, y quiere referirse a “la elegida de Dios”. Otra lectura que se puede hacer es como “la amada del Señor”.

Me gustaría comentar cuatro virtudes especiales de María, madre de Jesús:

 

1-Una mujer humilde:

Esta es una de las mayores virtudes que debemos cultivar. La humildad tiene como cimiento la verdad, nos lleva a reconocer nuestras propias limitaciones y debilidades; así como nuestras propias fortalezas.

María, en la Anunciación, reconoce su propio ser, se sabe la más pequeña de todos y por eso, fue exaltada sobre todas las criaturas. Dios pudo hacer en ella grandes cosas, gracias a su pequeñez y su humildad.

¡Qué difícil le es al hombre alcanzar la humildad! Pero para alcanzar esta virtud, comencemos por reconocer nuestras limitaciones, sabiendo que todo lo que somos y tenemos nos viene de Dios. Pero también, la humildad nos lleva a reconocer nuestros talentos y virtudes, para ponerlos al servicio desinteresado de los demás, aceptando y alegrándonos también por los dones y talentos de los otros.

Cuando nos equivoquemos, seamos capaces de reconocerlo, y aprendamos a pedir disculpas cuando sea necesario. Estas prácticas nos ayudarán para poder ser humildes como María, recuerda las palabras ... “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lucas 1, 38).

 

2.-Una fe inquebrantable:

María, frente a las palabras del ángel, de que sería la madre de Jesús, creyó firmemente. Ella no tenía la certeza humana de que lo dicho por ángel fuera a suceder, pero no pidió garantía ni señal alguna.

Por lo que ella demostró una fe auténtica, que no necesitaba ninguna explicación, sólo se limitó a decir “Sí a través del hágase”. Por eso, su prima Isabel la proclama dichosa por haber creído en el poder de Dios.

Como dice Agustín de Hipona: “Ella, antes de concebir a Jesús en su seno, lo concibió en su mente”.  María siempre caminó en la fe. Es muy triste ver cómo en el mundo se vive una brutal crisis de fe. El hombre busca la seguridad en las cosas que puede percibir por los sentidos y no por el corazón.

La fe es dar un salto en el vacío, la fe no es seguridad; sino abandono en Dios, es creer en Dios y creerle a Dios. Pidámosle a Él que aumente nuestra fe, para que como a María puedan decirnos... “¡Dichosa la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!” (Lucas 1, 45).

 

3.-Obediencia con gozo:

María siempre demostró su obediencia a Dios, desde pequeña fue educada para cumplir con todo lo que marcaba la ley del Señor. Por ello, cuando dijo “si” a la tarea que le había sido encomendada, no se detuvo a pensar en las consecuencias que traería tal decisión, fue generosa en su respuesta; porque antes había sido generosa en su obediencia.

Vemos que María obedece siempre, nunca se quejó ni contradijo a Dios, al contrario, meditaba todo en su corazón, pues confiaba en los designios de su Señor. Esta es la actitud que Dios quiere formar en cada uno de nosotros.

 

4.-Amor generoso:

María después de escuchar el mensaje del ángel, parte con su prima Isabel, por el deseo ardiente de amar a Dios a través de su prójimo. Asimismo, en las bodas de Caná, fue la primera en saber de la necesidad de aquellos novios por la escasez del vino, y esto es porque ella “estaba en todo”, siempre estaba sirviendo y preocupada en ayudar a los demás. Ella no podía nunca quedarse de manos cruzadas ante una necesidad.

Incluso, también estuvo a los pies de la cruz, acompañando a su Hijo y siendo consuelo para los demás. Debemos aprender de María esta actitud de darse a los demás generosamente, sin esperar nada a cambio ante quien lo necesita.

Soy gallega, una gallega profunda hija del mar, eso me hace ser una gallega con la dulzura implícita en mí de Rosalía de Castro, y de tantas mujeres que, mientras sus hombres estaban en la mar, luchaban como jabatas en el trabajo, cuidado de los hijos y la casa….. Una mujer gallega es muy profunda y muy especial.

Mi otra parte es muy latina y me puede muy mucho, eso me hace ser muy decidida, sincera, y poner cara al viento sin miedo antes todos mis imponderables.

Me he quedado encantada de poder estudiar un poquito en profundidad a María, y en tiempos de Navidad. La mujer más bendita entre todas las mujeres, y que me enseña que la sumisión a Dios, es una bendición; al mismo tiempo que la decisión profunda cara al viento y a lo que sea por obedecer a mi Dios y por defender mis propias convicciones, en este caso... Traer a Jesús al mundo, sufrir como madre a lo largo de 33 años, sabiendo la verdad y teniendo que ocultarla, merece todos mis respetos y mi admiración.

¡Quisiera ser como María!

¡Toda la bendición de Dios!

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Seneca Falls - María, firme ante el mundo, sumisa ante Dios