Solución al aumento del coste de la vida

¿Te preocupa el aumento del coste de la vida?

Que si los carburantes, que si la cesta de la compra, que si la inflación, que si la pandemia, que si las guerras, que si la escasez de materia prima, que si la inseguridad energética... Vamos, que termino el presente párrafo antes de que nos deprimamos todos.

Dios protegerá a los suyos como cuidó de Jacob y su familia durante el tiempo de la hambruna a través de José (de Génesis 37:23 a Génesis 47:28) como se confirma en Génesis 50:20.

Una forma en la que Dios nos guarda dentro del contexto económico es proporcionando ciertos principios que nos pueden ayudar en momentos difíciles.

• Comprende que todo lo que tenemos es de Dios: Deuteronomio 8:17-18, Salmo 24:1, Salmo 115:16, Job 41:10-16, Hageo 2:8.

Sí, es cierto. La Biblia tiene mucho que decir sobre el dinero: Proverbios 22:7, Mateo 6:21. El que ama el dinero solo lo verá desaparecer (Proverbios 23:5, Eclesiastés 5:10-11), pero la Biblia no nos instruye a tomar el voto de pobreza (1ª Timoteo 4:3-4, 1ª Timoteo 6:17d).

• Un trabajador merece su salario: Deuteronomio 25:4, Jeremías 22:13-17, Lucas 10:7, 1ª Timoteo 5:18, Romanos 4:4, 1ª Corintios 9:11-14, Gálatas 6:6, Santiago 5:4. Trabaja pues.
• Trabaja bien y Dios te prosperará: Proverbios 22:29.
• Pero no dejes que el aumento de las riquezas transfiera tu amor de Dios al dinero: Salmo 62:10c.
• A fin de cuentas, nacimos sin nada e nos iremos sin nada: Job 1:21, Eclesiastés 5:15, 1ª Timoteo 6:7, Lucas 12:16-21.

Es más, las riquezas obtenidas pecaminosamente traerán juicio: Sofonías 1:18, Santiago 5:1-6. Los ladrones no irán al cielo: 1ª Corintios 6:10. Si has robado o si robas, deja de hacerlo y trabaja (Efesios 4:28). Prohibido robar pues: Éxodo 20:15, Deuteronomio 5:19, Levítico 19:11-13, Malaquías 3:8-10, Efesios 4:28.

• La Biblia también prohíbe los sobornos: Proverbios 29:4.
• Endeudar a otras personas tampoco está bien: Proverbios 17:18, Proverbios 22:26.
• Los creyentes debemos tener una actitud diferente: Mateo 10:10, 1ª Corintios 9:14, 2ª Corintios 9:5, 1ª Timoteo 5:18, Efesios 4:28. Veamos que apariencia tiene esto en la práctica:
• Paga tus deudas: Salmo 37:21, Ezequiel 18:7. Si no puedes pagar, no te endeudes (Proverbios 22:27).
• No gastes dinero en cosas que no importan: Isaías 55:2-3.
• Usa los recursos sabiamente: Lucas 16:9-14, 1ª Timoteo 6:17-19, 1ª Corintios 7:30c-31. Cuida de tus finanzas: Proverbios 27:23.
• Cuando puedas, ahorra: Proverbios 13:10, Proverbios 21:20, Proverbios 30:25.
• No codicies: Éxodo 20:17, Eclesiastés 5:10-11, Lucas 12:15, Romanos 13:9, Hebreos 13:5.
• Ejercita contentamiento (lo opuesto a la codicia), que proviene del griego "afiletoarrgyros", que significa literalmente "alfa, prefijo negativo", "fileto", es decir, "amor" y "plata": Proverbios 30:8b-9, Mateo 6:19-34, Filipenses 4:11-12, 1ª Timoteo 6:6-8, Hebreos 13:5.
• La suficiencia que trae contentamiento no está en nosotros, sino en Cristo: 2ª Corintios 3:5, 2ª Corintios 8:9, 2ª Corintios 9:8. Para ejercitar contentamiento, considera lo que te mereces y luego sé agradecido por lo que tienes.

Si quieres ignorar lo que ya he escrito, bueno. Pero no ignores lo más importante:

Jesús era rico, pero se hizo pobre para hacernos ricos (Salmo 69:4, 2ª Corintios 8:9). Si consideras las riquezas de Dios y de lo que se despojó para traernos salvación, verás lo mucho que te valora Dios. Tanto que estuvo dispuesto a dar a Cristo para redimirte. Para que te quede claro, te pongo algunos versículos debajo:

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

“el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:6-12).

“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios” (1ª Pedro 1:21).

Nuestra confianza pues no está en el dinero sino en Dios. ¿Es esa tu confianza también?