Los inicios del protestantismo en Mallorca

El primer templo construido expresamente para cultos se inaugura en 1863 en Mallorca, en Sa Pobla, como capilla Anglicana,  en la casa de John Frederick Latrobe Batteman.

27 DE ABRIL DE 2016 · 12:08

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Ya hemos comentado que por 1863 Roberto Chapman visita por tercera vez España acompañado esta de vez de Guillermo Gould y Jorge Lawrence. Recorrieron toda España y también llegaron a Mallorca. En Mallorca visitaría al ingeniero inglés, amigo de Matamoros, Guillermo Greene y fruto de su trabajo en esta ciudad sería la formación de una congregación, anterior a la obra metodista, que en 1875 contaba ya con una asamblea de Hermanos de cuarenta miembros.

La asamblea de Hermanos establecida en 1898 en la calle Los Olmos, 18 de Mallorca, era el domicilio particular de Antoni Agustín, su principal impulsor. Dos años antes había conocido en la Isla a uno de los difusores del Evangelio de los Hermanos venido de Inglaterra, Mr. Lowe. Agustín viajaba con frecuencia a Barcelona y allí contacta con el vinatero mallorquín Gabriel Alberti, con quien promoverá la obra en Cataluña y el País valenciano. Agustín construirá en 1903 un mausoleo en el cementerio civil para poder enterrar a los protestantes de las diferentes denominaciones evangélicas con las que tiene buena relación desde su asamblea de Hermanos. A. Agustín ejercía la profesión de homeópata, especialidad que también practicaban Batolomé Alou y Miquel Pascual Morey, que trabajaban con pacientes también católicos, sin cuestionar su religión.

La Iglesia en Cap de Pera (Mallorca)
El primer templo construido expresamente para cultos se inaugura en 1863 en Mallorca, en Sa Pobla, como capilla Anglicana,  en la casa de John Frederick Latrobe Batteman. Latrobe era ingeniero inglés con importantes éxitos en ingeniería, responsable de la desecación de la laguna y fue el arquitecto de una modernización del abastecimiento de agua en Reino Unido. A su lado también estará el ingeniero William Greene, que trabajará en Mallorca durante un año en labores de evangelización ayudado por Nicolás Alonso Marselau, antiguo seminarista en Granada y barbero en Gibraltar que fue uno de los fundadores de la Internacional en España.  Al mismo tiempo William Wallis, Vice Cónsul, viaja a Ibiza con la Biblia bajo el brazo, no dejará de tener dificultades en su labor evangelística, aun cuando tuviesen el apoyo en Palma de los republicanos y progresistas que proclamaban la libertad de cultos. Sin embargo La Unidad Católica recogería firmas en Baleares por una unión católica en España, mientras el periódico El Iris del Pueblo promovía la libertad religiosa. Por un tiempo el estallido de libertades favorecería en 1869 el que William Greene pudiese abrir una librería evangélica en la plaza de Cort de Palma, en un barracón frente al Ayuntamiento, que poco tiempo después destrozarían jóvenes integristas católicos. El material de propaganda y literatura evangélica deberá ser trasladado a casa del grabador Juan Anckermman, en la calle Costa de la Pols, donde permanecerá al margen de agresiones.

La SBBE promoverá la difusión de la Biblia, en Baleares, a través de colportores, entre los que destacarán J. Rodríguez, A. Barrio, Francisco Ibáñez, Joaquín Calatayud, Manuel Jiménez Jordán y José Ríos. En Ibiza, los colportores venderán un importante número de biblias y nuevos testamentos, pero no llegarán a consolidar, todavía, ningún grupo. El avance evidente del protestantismo preocupará, cada vez más, las autoridades católicas, tanto las civiles como las eclesiásticas.

En Capdepera, por las fiestas de Navidad ya se formará el primer núcleo de la futura comunidad metodista. Dirigida por Bartomeu Alou, con toda la energía juvenil de sus 22 años y el convencimiento entusiasta de quien acaba de descubrir la verdad de la nueva fe,  los primeros creyentes habrá que buscarlos entre el círculo más cercano de familiares y amigos. Dice Carod Rovira: “El protestantismo tiene, en todas partes, ciudades o regiones enteras que, debido al arraigo social de esta confesión religiosa, han acabado convirtiéndose en todo un referente geográfico de fe, como sinónimo de lugar-castillo, en el interior del cual la religión reformada ha encontrado el refugio adecuado. Sin menospreciar la importancia real de muchos de estos casos, es cierto que, en ocasiones, se ha otorgado a algunos municipios un peso específico superior al que en realidad tenían y un porcentaje destacado, pero, sin embargo, minoritario de ciudadanos protestantes, ha acabado adquiriendo una significación de casi presencia hegemónica. Sea como sea, lugares como Marín (Galicia) Besullo, Pradejón o Villaescusa (España), la región de Cévennes o el pueblo de Chambon-sur-Lignon (Francia) o en nuestro país, La Escalera, Terraza, Turís o Elche , son un buen ejemplo. Y, obviamente, Capdepera”. A pesar de tener todos elementos represores católicos en contra, a la muerte de Tudirí en 1888, el avance espectacular del protestantismo era bien visible. Por esta causa las circulares de Cervera recomiendan e incitan a recoger los libros y escritos protestantes, como en tiempos de la Inquisición del XVI.

 

Bartolomeu Alou

Esta congregación de Capdepera tiene el privilegio de estar bien estudiada (i) y haber tenido un ciclo de Conferencias en el 75 Aniversario de la muerte de Bartholomew Alou,  “Capdepera y Alou” La historia de una disidencia”, sobre el Metodismo calvinista en Capdepera. La variedad de autores y el prólogo de Joseph Lluis Carod Rovira hacen que la monografía refleje la más próxima realidad al hecho histórico de una congregación tan destacada como la de Capdepera y un hombre singular como Bartholomew Alou. También recurriremos a las Conferencias de Director de la Cátedra sobre Diversidad Social de la Universidad Pompeu Fabra, Joseph Lluis Carod Rovira, que las ha publicado.

Capdepera pertenece a esos pueblos que lograron hacer que el protestantismo fuese predominante, como lo fueron Besullo en Asturias, Toral de los Guzmanes en León  Villaescusa en Zamora o Marín en Galicia por citar unos cuantos. Este pueblo costero de Capdepera, como el de Besullo enclavado en la alta montaña asturiana, representan no solo la disidencia religiosa sino el poder transformador del protestantismo español cuando este lo dejan arraigar. La maquinaria represora del catolicismo empezaría más tarde cuando los frutos de una congregación bien formada ya eran bien visibles. “A los ochos años de la fundación de la iglesia gabellina, -dice Carot Rovira- la prensa protestante de la época recoge que, en verano de 1886, en Capdepera hay tres puntos abiertos de actividad evangélica: en la calle de San Pedro, con capilla evangélica y escuelas de niños y niñas; en la calle de Palma, donde tienen lugar reuniones de evangelización cada jueves, sábados y domingos y, finalmente, en la calle del Pozo, local activo sábados y domingos”

Bartholomew Alou y Pons nació en Palma de Mallorca en 1855, siendo el líder del protestantismo mallorquín y contemporáneo de John Hood y Pons, nacido en Mahón, fundador de una saga familiar de pastores y figuras destacadas del protestantismo Metodista, padre de Joseph Berger, John y Samuel y abuelo de Alfred y Humbert. Sus padres eran Juan Alou y Magdalena Pons, el uno de Felanitx y ella nacida en Lloseta. Se fueron a vivir a Capdepera en 1862. Se instalan en la casa nº 20 donde había un horno de pan y posteriormente trabajarán de panaderos toda la familia siendo llamado Bartolomé Alou como el maestro Panadero. B. Alou debió de ir a la escuela de los seis a los doce años con el maestro Toni Ferrer (Cofeta) en un ambiente liberal. Esto propiciaría que a la llegada de la Primera República, Alou, en 1873, participara activamente en política. Sobre el año de 1876,  B. Alou se fue a vivir y trabajar en Palma. Quería ser médico y en Capdepera no encontraba forma de hacerlo.

En 1878 se convierte al metodismo y comienza a estudiar libros y opúsculo evangélicos. En Navidad reúne a la familia y les explica su conversión y manifiesta su fe en Cristo. Alou mantiene aquel grupo de amigos y a la llegada de Guillermo Brown, el 3 de marzo de 1879  se hace el primer culto en Capdepera. Hasta 1888 el número de convertidos va creciendo de manera que es necesaria otra capilla, pero en este año tendrá que cerrarse como iglesia al haber disminuido el número en un 50% y convertirse en escuela y local de evangelización. La organización metodista tenía cuidado del adoctrinamiento y estaba encargada la enseñanza a jóvenes como Bartolomé Alou (25 años), Serafín Nebot (26 años), Antonio Sanxo (17 años) y María Alou (20 años). Esta enseñanza también tenía una actitud paternalista y a veces no respetaba el terreno personal e íntimo. Las reuniones de clase tenían lugar en la capilla de la calle san Pedro (Vila Nova), en el número 10 de la calle de la Ciudad y en la casa número 5 de la calle la Paz (Vila Roja). Gran parte de las entradas económicas se hacán por medio de colectas en las clases.

Aunque la congregación y la escuela metodista casi formaban una identidad al ser Bartolomé Alou pastor y maestro, es necesario precisar los detalles de la enseñanza metodista, aunque todo el protestantismo se ocupó de este aspecto social y cultural. La enseñanza, la sanidad y el trabajo misionero protestante hacen la aparición en unos momentos en que se activan de nuevo las desaparecidas ordenes religiosas como franciscanos y teatinos. Esto creará un ambiente educativo mayor, aunque en ocasiones solo fuese solo un activismo apologético por parte del catolicismo. En Capdepera los franciscanos se establecerán en 1888, así como otras órdenes y con el claro propósito de atacar la comunidad evangélica metodista. Hay testimonios de que los monjes cuando pasaban delante del edificio de la Escuela Metodista, cantaban insultando a los protestantes. “Protestants de la punyeta /sempre volen comandar/el dimoni els se’n durà/embolicats  dins una senalleta.”

El clima de tensión se hará más irrespirable con la llegada de los Padres ligorianos (de Alfonso María de Ligorio) que abren su escuela el mismo años que cierra la Escuela Metodista y en el mismo lugar donde estaba previsto la edificación de las Escuelas Metodistas. Es en el año 1896 cuando se cierra la escuela y la iglesia metodista, aunque los cultos siguieron realizándose clandestinamente sin interrupción. Pasado este año la escuela vuelve a abrirse, en un ambiente más liberal y sobre todo con el pueblo buscando una buena educación para sus hijos. En Capdepera las escuelas se repartían entre las monjas con una escuela de niñas, las escuelas municipales de niños y niñas, la escuela de niños de las “Hermanos”, la Escuela Metodista de niños y niñas,  y de adultos cuyas clases se impartían en el local de los “Hermanos”, además de las numerosas clases particulares de los Metodistas. Permanecerán estas escuelas hasta 1936 cuando se inicia la Guerra Civil española y no se abrirá nunca más.

Las características de la educación de estas escuelas metodistas en Capdepera no son muy conocidas. Se sabe que Alou usaba textos para las clases y donde se hacía patente la importancia de la lectura. Era conocida La Cartilla Ilustrada, para la enseñanza de las primeras letras o Granos de Oro que era un libro más de lectura. También tenía una biblioteca donde se podían leer temas diversos. Como elemento innovador estaría la gimnasia que se impartía al final de las clases para quienes quisiesen prolongar el ejercicio. Sobre todo destaca que en esta escuela no había castigos corporales, lo cual era una excepción en la enseñanza en el resto del pueblo, y el cariño hacia todos los niños. Sin embargo podríamos decir que todas estas innovaciones estaban enmarcadas dentro de una enseñanza tradicional (ii).

Los incidentes represivos se multiplican – dirá Carod Rovira-: Artà, Campos, Capdepera, Inca, Pollença, san Juan, Valldemossa, en cualquier lugar donde la presencia protestante hace algún paso adelante o, simplemente, se hace conocer, topa de inmediato con una reacción airada del integrismo católico. En 1889, en Pollença, es negada sepultura al panadero José Bonnín y Bonnín, por el hecho de pertenecer a la iglesia metodista y, en Capdepera, integristas católicos provocan incidentes con motivo de la inauguración de las escuelas nocturnas protestantes. El año siguiente, el matrimonio de la alemana Clara Hammerl, protestante luterana, con el mallorquín Guillem Cifre de Colonya, alimenta las críticas de los sectores integristas de Pollença contra las iniciativas sociales y educativas del marido, de carácter laico, acusándolas de protestantes, en particular la escuela donde hará de maestra Hammerl, la cual promoverá la enseñanza de las lenguas vivas, práctica habitual en todas las escuelas auspiciadas por los protestantes, pero también en publicaciones suyas”.

Los relatos de atropellos y denuncias llenarían por si solos libros enteros, pero es necesario citar en este caso que en 1891  un cortejo fúnebre de la fallecida Catalina Ferrer Verger, fue denunciado al Obispo de Mallorca por el vicario Gabriel Artigues, por el simple hecho de pasar por la calle el cortejo fúnebre. Ya había tenido trabas para autorizar su enterramiento  por la autoridad civil y religiosa y ahora volvería a tener consecuencias su sepultura, por haber presidido la comitiva los pastores Bartolomew Alou y J. Castillo. No tardaría en ser denunciado Alou al Gobernador civil por el obispo de Mallorca en 1892 por no inclinarse o quitarse el sombrero ante el viático y que ya unos años antes le había multado con veinte pesetas en el barrio de la Vileta por el mismo hecho.

En Capdepera se funda Esfuerzo Cristiano en diciembre de 1905 y en 1909 ya cuenta con 25 jóvenes miembros. Amadeu Alou, pintará el pendón para acudir a la convención de Barcelona del Esfuerzo Cristiano, en 1909. En vida de Alou, siempre existió una presencia gabellina del Esfuerzo Cristiano, más o menos organizada. El secretario de la entidad sigue siendo Amadeu Alou, con la misma dirección, mientras que el maestro Rafael Miguel Preto, domiciliado en la calle Cotoner, 24, en el barrio de Santa Catalina, es el responsable en la localidad de Capdepera como otro grupo existente en la isla, el cual cuenta con 14 miembros activos, 6 de honorarios y 4 de simpatizantes.

Un año después, el secretario de la entidad es Bartolomé Bibiloni, con domicilio en la calle de San Pedro, 8, con 18 jóvenes como socios activos y 1 de honorario, mientras que la sección infantil es integrada por 12 niños como miembros activos y 1 de honorario. La primera Guerra Mundial afectó a los miembros de la comunidad metodista, como al grupo de jóvenes de Capdepera que hacían excursiones a las playas mas cercanas y las suspendieron en 1915. Según Carod Rovira:

“la guerra afectó también, dramáticamente, la comunidad metodista y protestante en general, por lo que Franklyn G. Smith perdió dos hijos en el campo de batalla, primero el hijo segundo, Douglas, en el frente occidental  y después el mayor, con una diferencia de siete meses. El joven teniente italiano Luigi Awersari, miembro de la iglesia presbiteriana de San Pablo, la más antigua de las iglesias protestantes de Barcelona, murió también en ese conflicte y Alexander L. Empaytaz, pastor suizo en la capital catalana durante casi cuatro décadas, perderá su nieto Douglas, en un ataque cerca de Ypres (Flandes), donde se empleará por primera vez el gas mostassa. La guerra se llevará también el joven Guido Hector Agostini, de la legión extranjera francesa, hijo de Luigi Agostini, vicecónsul estadounidense en Tarragona y promotor activo del protestantismo en esta ciudad ya Reus.

Allí, sin embargo, donde el eco de los combates afectaba la cotidianidad y donde más consecuencias negativas tuvo la deflagración fue, lógicamente, en Cataluña Norte, el único territorio catalán que había entrado en el conflicto. Un personaje autóctono tan destacado en el pequeño universo protestante rosellonés como el infatigable colportor José Cortés, de Argelès, perdió la vida y también el evangelista Pablo Landas, de San Lorenzo de la Salanca, en el Rosellón, siendo su viuda, Évodie Espaze, la que asumió con decisión la dirección de la comunidad local. El pastor de Perpiñán, C. Leenhardt, padre de seis hijos, fue, finalmente, desmovilizado y volvió a la capital rosellonesa, después de haber hecho de capellán militar y enfermero en aquella guerra que empezó siendo europea y acabó como primera guerra mun-dial.68 El estallido de la guerra y la movilización de la población masculina en edad militar había obligado al pastor Rivales, de Collioure, a hacerse cargo del mantenimiento del culto protestante en Perpiñán.”

En Capdepera, la vida de iglesia  giraba en torno al liderazgo indiscutible de Bartolomew Alou. De personalidad fuerte y aspecto rabínico, trasmitía una cierta dureza, Alou fue el primer y único pastor de Capdepera desde la fundación de la iglesia en 1878 hasta su muerte en 1938, fue también su predicador habitual.

En 1922 Alou recibe el doloroso impacto por la muerte de dos personas queridas la del predicador y maestro que durante años se había hecho cargo de la iglesia en Palma y la muerte de su esposa. Isabel Oleo y Chequía murió el 22 de mayo a los 77 años de edad, diez años mayor que él y que había sido una gran maestra y ayuda idónea de Alou. La escuela de niñas se quedaba sin maestra con esta muerte. “Al año siguiente, sin embargo, Alou se vuelve a casar, en segundas nupcias, con una gabellina quince años más joven que él, la también metodista Francisca Bibiloni y Rigo, viuda de Serafín Nebot, finado en octubre de 1910 y que había sido uno de los convencidos de la primera hora y comprometido evangelizador por diferentes lugares de la isla, en el matrimonio del cual el maestro Panadero había tenido un cierto papel decisivo. Alou tiene en esos momentos 68 años y su nueva esposa 53. El destino los reservará quince años de vida conjunta” –dice Carod Rovira.-

Las Baleares viven momentos de avivamiento con la llegada en 1924 de Samuel H. G. Saunders quien confirma a  Josep Capó como su nuevo ayudante. Sin embargo no dejará de seguir habiendo actos inquisitoriales como la quema en Soller, en la puerta de la parroquia, de ocho sacos de libros quemados en plena campaña de evangelización por los colportores, hecho que no dejo indiferente a la prensa que condenó la quema en escritos de Gabriel Alomar. Por 1927 Saunders visita Palma y Capdepera, año en que muere a los 58 años Juan Bibiloni, antiguo monje, un convertido de Alou que había retornado del Alto Aragón a las Baleares en 1920.

Los años de 1930 y la proclamación de la segunda República son los años de más libertad y crecimiento protestante. Una muestra, podía ser la asistencia de la iglesia metodista de Capdepera, por primera vez y como institución oficialmente invitada, en un acto eminentemente político, cargado de significación: el derribo del muro divisorio entre cementerio católico y cementerio civil que se realiza en 1932. Es el mismo año de una concentración de 2.365 alumnos, donde Capdepera es la séptima por número de inscritos. El 19 de marzo, con motivo del 53º aniversario de la fundación de la iglesia local, cerca de 200 personas asisten a la acto conmemorativo en el que habla Bartolomé Alou y durante el cual tendrá lugar un concierto de la banda de música gabellina. El 6 de enero de 1933, una nueva colaboración de la misma banda actuará para los metodistas, con motivo de la fiesta infantil organizada por la iglesia, con ejercicios gimnásticos, recitación de poemas relativos al nacimiento de Jesús, parlamentos de Bartomeu Alou y Miquel Sierra, secretario del Esfuerzo Cristiano, ante 300 asistentes. El nuevo superintendente metodista, José Capó, en 1933 hará un culto de comunión en Capdepera, el domingo 26 febrero, con motivo de su visita a las iglesias de la isla. Por este tiempo la hermosa capilla de Capdepera, con capacidad para 200 personas, ya se ve muy concurrida en el verano, debido a la presencia numerosa de turistas extranjeros. Con la Guerra civil los protestantes mallorquines sufrirán más de lo que ya habían sufrido en el pasado, con el fusilamiento de Miquel Sierra y Sancho y el consejo de guerra a Miquel Pascual.

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(i) El protestantismo en Mallorca. Luis Alemany Vich. En Historia de Mallorca coordinada por J. Mascaró Pasarius, Volumen 4. 1971: El moviment catòlic a Mallorca Volumen 134 de Biblioteca Abat Oliba.Fullana Puigserver, Pere. L'Abadia de Montserrat, 1994: Educació i cultura, 7. (L’escola methodiste de Capdepera) Universitat de les Illes Balears.; El bisbe Josep Miralles i l'església de Mallorca: de la dictadura a la guerra civil. Josep Massot i Muntaner.     L'Abadia de Montserrat, 1991
(ii) L’escola metodista de Capdepera. Caterina M. Amengual Florit y Antonia Ballester Colón. Educació i cultura, 7, 1989

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