¿Qué hacemos con el dinero?

En el libro de Nehemías, capítulo 5 a partir del versículo 11, encontramos una escena muy significativa. Nehemías se ve obligado a dirigirse a aquellos que habían regresado de la deportación para pedirles que devolvieran los terrenos que le habían quitado a sus propios hermanos. Algunos israelitas, al no poder pagar sus deudas, habían perdido sus tierras, que terminaron en manos de otros compatriotas. Sin embargo, esto era algo que iba en contra de la ley de Dios.

A veces pensamos que con cumplir ciertos requisitos —dar nuestras ofrendas y diezmos, por ejemplo— ya hemos hecho lo que Dios espera de nosotros con nuestro dinero. Pero no es así. La fe cristiana nos llama a vivir siempre poniendo todo lo que tenemos en las manos del Señor. No hay nada más espiritual que el uso que hacemos del dinero.

No se trata de darle a Dios una parte y luego hacer lo que queramos con lo que queda. Se trata de saber usar todos nuestros recursos para ayudar a los demás, para actuar con justicia, para no hacer cosas que vayan en contra de la ley de Dios. Todo lo que recibimos viene de Él. Aunque dediquemos una parte específica a Su obra, lo cierto es que todo lo que tenemos le pertenece.

Solo cuando entendemos esto, nuestra vida económica y nuestra vida espiritual están verdaderamente en las manos del Señor.