En mis dos últimos años de trabajo, he podido comprobar en carne propia cómo la inteligencia artificial puede convertirse en una herramienta muy útil para quienes lideramos un negocio. No para reemplazar personas ni delegar nuestra responsabilidad, sino para liberar tiempo, mejorar procesos y comunicar mejor.

Gracias a herramientas como ChatGPT he podido redactar propuestas, estructurar formaciones, generar ideas para contenidos y hasta preparar artículos como este. Lo más interesante es que, bien usada, la IA no te desconecta de las personas: te permite enfocarte más en ellas.

En este artículo quiero compartirte algunas ideas sobre cómo aprovechar esta tecnología de forma práctica, ética y con propósito. Porque si bien la inteligencia artificial está cambiando el juego, lo que nunca debería cambiar —como empresarios cristianos— es nuestro deseo de servir, construir con excelencia y marcar la diferencia en el mundo real.

La IA no sustituye tu propósito, lo potencia

El gran peligro de usar la IA sin criterio es que acabemos buscando solo rapidez o resultados superficiales. Como en tantas otras cosas, la tecnología no es buena ni mala: depende del uso que le demos.

Antes de usar la IA para mejorar tu marketing, pregúntate: ¿cuál es mi mensaje? ¿qué quiero aportar? ¿cómo puedo servir mejor a mis clientes?

Como dice 1 Corintios 10:31: “Hacedlo todo para la gloria de Dios”. Esto incluye también cómo usamos las herramientas que tenemos a nuestra disposición.

Generar ideas, manteniendo tú siempre el control

La IA puede ser una gran compañera creativa. Puedes pedirle ideas para una campaña, títulos para un artículo, formas de explicar mejor lo que haces o incluso maneras de diferenciar tu marca. Pero recuerda: la responsabilidad última sigue siendo tuya.

No todo lo que dice la IA es correcto, ni se adapta a tu público o a tus valores. Usa estas herramientas como un punto de partida, no como una fuente infalible.

Mejorar tu comunicación, sin perder tu voz

Uno de los grandes beneficios de herramientas como ChatGPT es que pueden ayudarte a escribir mejor, más claro y con más impacto. Pero eso no significa que debas sonar como una máquina.

Si algo valoran hoy las personas es la autenticidad. Deja que la IA te ayude a ordenar ideas, mejorar textos o ajustar el tono… pero asegúrate de que sigue sonando a ti, tú debes seguir siendo la esencia de tu comunicación.

Optimizar el tiempo, no eliminar el trabajo

La IA puede ayudarte a responder correos, hacer resúmenes, traducir textos, crear borradores, diseñar imágenes… Pero eso no quiere decir que puedas desconectarte del proceso. Más bien, te permite dedicar tiempo a lo importante: cuidar clientes, pensar con visión, liderar con propósito.

Usarla bien no es de ser “flojo”, es de ser sabio. Como decía Proverbios 24:3: “Con sabiduría se construye la casa, y con prudencia se afianza”. Eso también aplica a tu agenda.

Evaluar los riesgos desde los valores cristianos

No todo lo que se puede hacer con IA es conveniente. Hay usos que rozan la manipulación, el engaño o la explotación de datos personales. Como empresarios cristianos, debemos tener una ética clara y actuar con integridad.

La pregunta no es solo: “¿funciona?”, sino también: “¿es correcto?”, “¿edifica?”, “¿respeta a los demás?”. Recordemos que somos llamados a ser luz también en nuestras decisiones tecnológicas.

Tecnología con sentido

La IA puede ayudarte a crecer, pero no puede definir quién eres ni qué representas. Eso te corresponde a ti. En tiempos de automatización, nuestra humanidad y nuestros valores deben brillar más que nunca.

Usa la inteligencia artificial para multiplicar tu impacto, no para perder tu esencia. Y como dice Santiago 1:5, si te falta sabiduría, pídela a Dios: Él la da abundantemente.

Porque en este nuevo escenario, lo que marcará la diferencia no es solo cuánta tecnología uses, sino cómo la usas… y con qué propósito lo haces.

José Manuel Castellón es consultor de negocios, formador y coach con más de 30 años de experiencia profesional. Es el fundador de Ventagy, empresa especializada en soluciones empresariales.