La estrategia del desengaño
En los primeros años me costó aprender a ver que no estaba ahí por mis fuerzas o por mis habilidades naturales, sino que el Señor se quería glorificar de un hombre débil como yo.
25 DE MARZO DE 2023 · 19:00
Después de haber reflexionado sobre la primera toma de contacto con la misión en el campo rural español, y haber reflexionado sobre qué actitud tomar, todo esto bajo mi experiencia subjetiva, pero tratando de dar luz a ciertos temas que poco se han comentado, en esta ocasión vamos a hablar de la estrategia del desengaño. Pero tú lector, que estás leyendo esto, te estarás preguntado a qué me estoy refiriendo. Pues nada más y nada menos que a la caída de ciertos mitos que hasta ese momento hubieras creído, esta caída es necesaria para creer en quien realmente debes creer, y no me refiero especialmente a creer en ti mismo, sino en Aquel que hizo el cielo y la tierra, Aquel que está por encima de todas las cosas, Aquel que te encomendó a esa misión, Aquel que es todopoderoso.
Contra el mito del «no se puede»
Recuerdo nada más llegar al pueblo, hice amistad con gitanos evangélicos que se congregaban en una ciudad cercana en una de las Iglesias de Filadelfia. Recuerdo mis primeras conversaciones con mi gran amigo Jonan, que me decía, –Aquí es un pueblo complicado para establecer una iglesia evangélica, nunca ha habido una–, recuerdo que estas palabras caían sobre mí como un cubo de agua fría en una madrugada de frío invierno. Pero, por otro lado, me llegaban como un desafío, aunque la cuesta se me hacía más inclinada.
El primer año no fue fácil, aunque sí realizamos nuestras primeras relaciones de amistad. No os voy a engañar, hubo momentos que quise tirar la toalla, esto sucedía cuando esas palabras resonaban en mi cabeza y yo no ponía mi mirada donde la debía poner, en Cristo, lo que hacía era ver mis limitaciones y entender que no podía yo sólo. Esto es cierto, pero aquí entra una gran realidad, no es por nosotros la misión, no se basa en nuestras limitaciones o capacidades, se basa en el poder y la autoridad del Señor, y el Señor es más grande que todas las circunstancias que nos rodean, y donde yo no puedo, Él si puede, Él capacita, Él dota de sabiduría.
Por lo tanto, es fundamental romper con el mito del «no se puede», pues si es la voluntad de Dios, Él va a hacer todo para que eso se lleve a cabo por medio de nosotros o infelizmente, a pesar de nosotros.
«Porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para su beneplácito.»1 (Filipenses 2:13)
Sentando bases: No soy yo, es Él
En el capítulo anterior hablábamos de que no hay estrategias humanas que sirvan. Es complicado plantar una iglesia en un pueblo del interior de España con una estrategia en negro sobre blanco enviada desde otro contexto ya sea cercano o lejano. Por eso cuando alguien me preguntó, —Samuel, ¿cuál es tu estrategia? —, le contesté: —Mi estrategia es, que no tengo estrategia—. Cuando hablo de «no estrategias» me refiero a esas tan sofisticadas que te dicen en diferentes pasos como tener una congregación de 100 miembros en 5 años. No, eso aquí no vale.
Pero de cierta manera, siempre hay una estrategia, esta estrategia es la estrategia del desengaño. Y no me refiero a la perdida de la ilusión, al desencanto, sino a la realidad, de que no está en tus fuerzas. Esto suele chocar con nuestra humanidad que busca siempre el protagonismo y la relevancia. Pero, aunque duele, a su vez da descanso, es como una inyección necesaria para vivir, al aplicártela duele, pero a la larga es necesaria para vivir y tener una mejor calidad de vida. La estrategia del desengaño hacia ti mismo es una negación del «yo», y esto te llevará a entender que no se trata de ti, sino de Aquel que te envió para ser luz, pero no es tu luz, es su Luz que brilla a través de ti. Para esto, debes sentar esta base, el desengaño del «yo» te llevará al poder de Él.
Sentando bases: No en tus fuerzas
Si vas a plantar una nueva iglesia en un pueblo del interior de España y piensas que lo vas a hacer porque fuiste un excelente estudiante de teología, porque fuiste un excelente miembro en tu iglesia local, y que esta te envió porque eres un todoterreno y esto te lleva a confiar en tus fuerzas, te digo, que no durarás de 2 años en el campo misionero rural sin que esto te haya agotado, frustrado, e incluso, destrozado tu familia.
Cuando piensas que lo vas a hacer en tus fuerzas, verás que tarde o temprano algo sucederá. Esas enseñanzas correctivas que no queremos recibir de parte de Dios pero que a la vez son muy necesaria y canalizan nuestro carácter y nuestra visión. En los primeros años me costó aprender a ver que no estaba ahí por mis fuerzas o por mis habilidades naturales, sino que el Señor se quería glorificar de un hombre débil como yo. Lo mejor que pude haber hecho, fue descansar en el Señor, fue entender que no puedo dar un paso si Él no me lleva. Que ni con todas mis fuerzas podría llevar hacia adelante esta misión sólo, pues no estamos hablando de crear una asociación, ni un partido político o ONG, estamos hablando de plantar una Iglesia del Señor, estamos hablando de cosas eternas. Esto hará que te sientas muy expuesto a muchas cosas, entre ello, los ataques del enemigo, que si no estás bien apoyado en nuestro fundamento Cristo, y descansando en las fuerzas del Señor, no podrás resistir a estos ataques en tus meras fuerzas.
Precisamente el versículo en la Carta de Pablo a los Filipenses 4:13 «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.» 2, se refiere que descansado en su poder Él hará su voluntad y podrás llevar la misión hacia adelante, pues esta es la volundad de Dios. Pero eso, no es en tus fuerzas, es creyendo y descansando en su poder. Es una elaboración más de la estrategia del desengaño hacia ti mismo.
La estrategia del desengaño te lleva a una dependencia total de Dios
Debes desengañarte de tus capacidades para poder deleitarte en el poder del Señor. Con esto no quiero decir que te machaques a ti mismo creyendo que no vales para nada. ¡No!, sino que entiendas realmente quien es el motor y motivo de esa misión en ese pueblo. Como decía Juan el Bautista: «Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya.»3 o, dicho de otra manera, debo quitar los ojos de mi ombligo y ponerlos en el Señor, debo dejar que el domine todo mi ser y yo vivir por Él y para Él.
Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. Considerad, pues, a aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores contra sí mismo, para que no os canséis ni os desaniméis en vuestro corazón. 4 (Hebreos 12:2-3)
Escribo estas líneas justo el día en que se cumplen 9 años de nuestra llegada a esta hermosa localidad donde comenzamos esta plantación de iglesia que va creciendo y madurando con el tiempo. Precisamente, lo que me ha traído hasta aquí después de estos años, ha sido a comprender que todo mi ser depende del Señor. No puede dejar de depender de Él pues esclavo soy suyo y si quiero ser instrumento en sus manos para que este pueblo conozca el Evangelio debo desengañarme de lo que no merece la pena y de lo que no me lleva a cumplir su propósito, esto es, debo desengañarme de cualquier ápice de egocentrismo, egoísmo, egolatría, debo menguar y dejar a un lado el orgullo y entender que la obra es del Señor, yo sólo un simple instrumentos que sólo soy útil cuando él quiere usarme. Esto no ha sido fácil aprenderlo, de hecho, aún estoy aprendiendo, pero, para que Dios haga la obra en este campo rural se debe entender que Él puede hacerlo pues Él es todopoderoso; que Él es el centro de la tarea de plantación de Iglesias en el campo rural y en todo lugar; que las fuerzas vienen de Él; y que para llevar a esta tarea con éxitos debes depender plenamente del Señor, para que con aquellos que van conociendo la luz del Evangelio por medio del trabajo misionero, puedas declarar:
«No a nosotros, Señor, no a nosotros,
sino a tu nombre da gloria,
por tu misericordia, por tu verdad.» 5 (Salmo 115:1)
1 Lockman Foundation, Santa Biblia: la Biblia de las Américas: con referencias y notas, electronic ed. (La Habra, CA: Editorial Fundación, Casa Editorial para La Fundación Bíblica Lockman, 1998), Flp 2:13.
2 Lockman Foundation, Santa Biblia: la Biblia de las Américas: con referencias y notas… Flp 4:13.
3 Lockman Foundation, Santa Biblia: la Biblia de las Américas: con referencias y notas… Jn 3:30.
4 Lockman Foundation, Santa Biblia: la Biblia de las Américas: con referencias y notas…He 12:2–3.
5 Lockman Foundation, Santa Biblia: la Biblia de las Américas: con referencias y notas...Sal 115:1.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Libreta de un plantador rural - La estrategia del desengaño